El republicano Porter Goss, nominado para dirigir la CIA, presentó ayer al Congreso sus planes para reformar los servicios de inteligencia de Estados Unidos cuestionados desde los atentados de 2001 y la guerra en Irak. Goss, de 65 años, enumeró las primeras medidas a tomar, entre ellas, la mejora de las capacidades de recolección humana de información, el análisis de los problemas en los informes proporcionados por la agencia y la corrección de la “fragilidad de los medios técnicos”.