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El mundo|Domingo, 20 de febrero de 2005
IRAN, MEDIO ORIENTE, CHINA, EN LA AGENDA CON LA UE

Bush tour al Viejo Continente

Por Rupert Cornwell *
Desde Washington

Si es cierto que los amigos perdonan y olvidan, el momento es esta semana –mientras George Bush dedica el primer viaje al exterior de su segundo período a reparar las relaciones transatlánticas, más dañadas en los últimos tres años que en cualquier otro momento del último medio siglo–. Bush llega hoy por la noche en una visita de cinco días cargada de simbolismo. Pasará las primeras tres noches en Bruselas, la verdadera “capital” de Europa, y será el primer presidente norteamericano que visite las principales instituciones de la Unión Europea.
En términos prácticos, las conversaciones tendrán como consecuencia un acuerdo por parte de Estados Unidos y los 25 Estados miembro para ayudar al nuevo gobierno en Irak. Pero siguen las viejas disputas y suspicacias en torno a las políticas hacia Irán, Medio Oriente, China y el calentamiento global. Irán ensombrecerá parte de la visita a la UE. Por el momento, el desacuerdo ha quedado en suspenso, mientras Francia, Alemania y Gran Bretaña intentan negociar un acuerdo, ofreciendo tecnología y aceptación internacional si Irán deja de lado sus ambiciones nucleares. Pero Washington se mantuvo alejado de la iniciativa, y la semana pasada Bush volvió a causar preocupación en las capitales europeas, insistiendo otra vez en que no había descartado la acción militar contra Irán –un conflicto en el que incluso Gran Bretaña, el aliado más cercano de Estados Unidos en Irak, ha dejado en claro que no participará–.
El tema de la proliferación nuclear está en primer lugar en la agenda de Estados Unidos. Ayer, junto con Japón, dejaron en claro en una declaración conjunta su “profunda preocupación” por el avance del programa nuclear de Corea del Norte y pidieron a las autoridades de Pyongyang un regreso a las negociaciones multilaterales que se fijaron por ese tema. Corea del Norte, por su parte, dio a conocer una serie de condiciones para reanudar las negociaciones, incluyendo el compromiso de Estados Unidos para una “coexistencia” con el régimen comunista y la no intromisión de Washington en sus asuntos internos.
Además de todas las conversaciones conciliadoras entre Europa y Estados Unidos, varios otros temas podrían poner presión sobre las relaciones transatlánticas. Estos incluyen la renuencia de Estados Unidos a actuar sobre el calentamiento global, problemas de comercio y la intención europea de terminar con el embargo de armas de 1989 a China.
Incluso Medio Oriente, donde las perspectivas de un acuerdo entre Israel y Palestina han mejorado sustancialmente después de la muerte de Yasser Arafat, podría producir fricciones en los próximos meses. Los líderes europeos se muestran profundamente escépticos de que EE.UU. ejerza presión sobre Israel, sin la cual, creen, no se llegará a un acuerdo de paz.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman

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