Ecuador rechazó un informe presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, al considerar que el documento constituye una intromisión en la soberanía. El ministro del Interior, Mauricio Gándara, prohibió a la policía reprimir las manifestaciones de los “forajidos” en contra del Parlamento, ayer en Quito. Cuatro diputados fueron destituidos al ser declarados culpables de un escándalo en abril pasado que tomó connotación internacional y fue protagonizado en un hotel de Lima, en el que se habría dado sexo, alcohol y droga.
El Congreso seguía ayer en la mira de los manifestantes conocidos como “forajidos”, que sostienen que los legisladores no han comprendido la petición de “que se vayan todos” los políticos. Ayer decenas de manifestantes se reunieron frente al Parlamento pidiendo la renuncia de los 100 diputados. Mientras hacían sonar sirenas y silbatos agitaban banderas de Ecuador y carteles con leyendas como “Todos fuera”. Por la mañana, Gándara aseguró que no se iban a reprimir las marchas. Las protestas de “los forajidos” propiciaron el 20 de abril pasado la destitución del presidente Lucio Gutiérrez, por parte del Parlamento.
El Parlamento ecuatoriano criticó las recomendaciones formuladas por la misión de la OEA, que estudió in situ la situación política de esta nación. El documento expresa preocupación acerca de la estabilidad política e incluye recomendaciones para el fortalecimiento de la democracia ecuatoriana. El presidente del Parlamento ecuatoriano, Wilfrido Lucero, aseguró que “no es la misión de ellos inmiscuirse en temas internos, que son propios del Estado ecuatoriano y que están vinculados a la soberanía del país”. Asimismo, el Congreso destituyó a cuatro de los cinco legisladores involucrados en un escándalo en el Hotel Plaza del Bosque de Lima, cuando asistían a la IX Ronda de Negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Los diputados estaban involucrados en el escándalo por exceso de consumo de alcohol, así como de presuntamente haber causado destrozos en un hotel en Lima.
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