El presidente de México, Vicente Fox, golpeado por la repercusión que tuvieron los comentarios que hizo sobre que los trabajos que hacen los mexicanos en los Estados Unidos no los hacen “ni siquiera los negros”, prometió ayer aliarse con el reverendo Jesse Jackson para unir a los mexicanos y a los afroamericanos en los Estados Unidos para vencer el prejuicio racial. “Ahora se da cuenta de la gravedad del comentario que hizo y de sus ramificaciones”, comentó el reverendo Jackson luego de volar a Ciudad de México y encontrarse con el presidente Fox en la residencia Los Pinos. “No podemos dejar que las fuerzas de la codicia manipulen a los blancos y a los mestizos en una confrontación.”
Fox hizo el comentario la semana pasada, aparentemente ventilando su frustración por las demoras en la implementación de los acuerdos inmigratorios nuevos prometidos hace tiempo por el presidente George Bush. Estas declaraciones causaron indignación instantánea en EE.UU. Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado norteamericano, declaró el martes que había sido “muy insensible e inapropiado” y aseguró que el embajador norteamericano en Ciudad de México había planteado formalmente el problema allá. En sus esfuerzos para calmar los ánimos, el presidente Fox se disculpó por teléfono con los líderes negros de EE.UU., incluyendo a los reverendos Jackson y Al Sharpton, que también se esperaba que visite Ciudad de México esta semana. Al salir de la reunión en Los Pinos, el reverendo Jackson explicó que “la Coalición del Arcoiris y organizaciones de mexicanos quieren trabajar juntos” para evitar que las minorías se conviertan en “chivos expiatorios” de las políticas contrarias a sus intereses, como la pérdida de empleos y las importaciones baratas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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