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El mundo|Lunes, 19 de septiembre de 2005
NI OFICIALISTAS NI OPOSICION DE IZQUIERDA LOGRABAN ANOCHE MAYORIA

La interna del PT a segunda vuelta

El Partido de los Trabajadores tuvo interna para cambiar su cúpula en medio de su peor crisis. Se prevé una segunda vuelta en el duro enfrentamiento entre el ala "lulista/dirceuista” y la oposición.

Por Darío Pignotti
Desde San Pablo
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Lula no votó en la elección de la cúpula de su partido.
Como en los tiempos idos. Las elecciones internas del Partido de los Trabajadores (PT) hipotecado por deudas millonarias y hundido en la peor crisis de su historia, se desarrollaron ayer sin sondeos de opinión ni mercadotecnia. Es probable que el “Campo Mayoritario”, apoyado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que no votó, no consiga vencer en primera vuelta como lo admitió ayer Ricardo Berzoini, el candidato de esa tendencia interna. Hoy se conocerán las primeras cifras oficiales, de confirmarse que ningún candidato superó el 50% habrá ballottage el 9 de octubre, cuando las chances de la oposición se fortalecerían.
Anoche la lenta recolección de los resultados registrados en 4.683 municipios recordaba los escrutinios artesanales de los años 80, austeridad que también marcó una campaña durante la cual se organizaron unos 3000 debates entre diversos candidatos pero hubo mínimos gastos publicitarios. Duda Mendonça, el ex marketinero del PT y Lula (también lo fue de Menem, Duhalde y De la Sota), fue de los personajes más criticados por todos, como símbolo del vaciamiento ideológico de un partido seducido por la cultura del marketing.
Junto al “Campo Mayoritario”, identificado con el ex ministro y 3 veces presidente petista José Dirceu, otras 6 grupaciones opositoras participaron del pleito. “El ‘Campo Mayoritario’ acabó” declaró al votar Valter Pomar, candidato de la corriente Articulación de Izquierda, que aparece con aspiraciones de ir a una segunda vuelta frente al oficialista Ricardo Berzoini. Crítico de la política económica implementada por el gobierno, Pomar anticipó que de no salir segundo apoyará a cualquiera de los candidatos opositores, lo que podría beneficiar a Raúl Pont. El candidato por Democracia Socialista y ex intendente de Porto Alegre también está entre los postulantes mejor posicionados. En la capital de Rio Grande do Sul, el también gaúcho y presidente del PT Tarso Genro reconoció que las militancia está “incómoda” con los escándalos de corrupción que envuelven a su agrupación pero que los comicios marcarán el relanzamiento petista. Genro, Pont y la candidata María del Rosario, desayunaron juntos en la capital gaúcha, Rio Grande do Sul y San Pablo, representan concepciones ideológicas y de gestión administrativa distintas dentro del partido. En alguna medida estas elecciones son entendidas por los candidatos sureños como una oportunidad para acabar con la hegemonía paulista y federalizar la ecuación de poder partidaria.
Más de 825.000 afiliados estaban habilitados ayer para escoger la dirección del mayor partido de izquierda de América pero si el presentismo no llega al 15% del padrón, la votación será considerada nula. El coordinador de las elecciones, Francisco Campos, dijo en el Directorio Nacional que hubo un “comparecimiento masivo” de votantes aunque no arriesgó cifras oficiales. Se especulaba que unos 250 mil afiliados votaron, lo que superaría la participación del 2001, cuando fueron las primeras elecciones directas. En aquella ocasión, Dirceu venció en primera vuelta, con el 56% de los votos.
Las elecciones directas son una curiosidad en Brasil, dice el cientista político Juárez Guimaraes que señala el “fisiologismo” de la mayoría de los partidos donde las internas son un mero trámite para formalizar los pactos de cúpula. El profesor de la Universidad de Minas Gerais advierte que estas elecciones pueden ser la última chance no sólo de cambiar su la dirección, sino de recuperar el patrimonio político de su extensa base social. Coincidiendo con la filósofa Marilena Chauí, una de lasintelectuales más connotadas del PT, Guimaraes escribió que en estos años “la base fue poco a poco dejada de lado y poco a poco dejo de luchar” y el único camino para recuperarla es la democracia interna.

Petistas más que Lulistas
Oficialismo y oposición reivindican el liderazgo de Lula y su reelección en las presidenciales del 2006, aunque en este punto los primeros proponen una relación armónica entre gobierno y partido, mientras la izquierda reclama mayor independencia, especialmente en sus posiciones respecto de la política económica juzgada como “neoliberal”. Pomar y Pont anticiparon que, de ser electos, buscarán una nueva relación entre gobierno y partido y que éste debe exponer sus diferencias si lo considera necesario. Aun así ambos prometieron defender a la gestión del presidente. La única voz que objeta al propio Lula es la del economista Plínio de Arruda Sampaio, respaldado por el líder del MST, Joao Pedro Stédile, y por el senador Eduardo Suplicy. Sampaio, de “Acción Popular Socialista”, a quien también se indica con chances de ir a ballottage, insistió ayer en que su permanencia en el PT está condicionada a la derrota del “Campo Mayoritario”. “Estas elecciones son un test, vamos a ver si todavía existen energías socialistas en el PT. Si no existieran no hay razón para permanecer”. Ningún candidato comparte las amenazas de Arruda Sampaio. La diputada María del Rosario, postulante del “Movimiento PT” lo refutó en el argumento de que “la salida de la crisis no está en salir del PT, en vez de llorar debemos permanecer e ir a la lucha”.

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