Imprimir|Regresar a la nota
El mundo|Sábado, 19 de noviembre de 2005

Pinochet fue careado con su viejo subordinado, el general Contreras

En un hecho histórico, el ex dictador de 89 años sufrió por primera vez un careo. Fue con el director de la siniestra DINA, para ver si le daba órdenes de reprimir y matar.

Por Manuel Délano*
Desde Santiago
/fotos/20051119/notas/NA16FO01.JPG
Contreras llegó en un celular al lugar del careo, desde el penal donde ya purga doce años.
El ex dictador Augusto Pinochet fue sometido ayer a un careo de dos horas con el encarcelado ex jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), general Manuel Contreras, para aclarar su papel en la represión durante la dictadura (1973-1990). La diligencia fue practicada por el juez Víctor Montiglio para determinar si el ex dictador daba a Contreras las órdenes de reprimir a los opositores, que dejaron cientos de asesinatos y miles de torturados. Por primera vez en su vida, Pinochet ha protagonizado un careo judicial, considerado “histórico”. A los 89 años, el ex dictador está al borde de ser procesado por asesinatos y corrupción por dos jueces, y desaforado en esos casos por la Corte Suprema.
El juez Montiglio, que investiga la responsabilidad del ex dictador en el secuestro y desaparición de 15 personas en 1975 en la Operación Colombo, ordenó el careo tan pronto tuvo en sus manos el informe de los médicos que encontró a Pinochet en condiciones de sentarse en el banquillo. En el interrogatorio que le hizo Montiglio a Pinochet este lunes, el ex dictador afirmó que Contreras “quiso tomar el país” y lo retiró de la jefatura de la DINA “porque estaba creando problemas (...) me ofreció unos depósitos de fondos en el extranjero y yo lo saqué por eso. Yo rechacé el ofrecimiento que me hizo”. Pinochet negó haber sido jefe directo de la DINA y persistió en su línea habitual de defensa, responsabilizar a sus subordinados: “No es cierto, y si fuese cierto, no me acuerdo. A Contreras le gustaba tener engatusado, envuelto al jefe, para poder meter sus cosas”.
Como Contreras está en la cárcel cumpliendo una condena de 12 años por el asesinato de un opositor a la dictadura, sus hijas salieron al paso del ex dictador. Lo acusaron de “mentir al país”, porque la DINA siempre estuvo bajo su “mando directivo”, en una época en que no se movía una hoja en el país sin su conocimiento, como el mismo se ufanaba. Sorprendiendo a los abogados de todas las partes y antes que se lo pidieran formalmente, Montiglio resolvió aclarar la contradicción en un encuentro cara a cara de Pinochet y Contreras, dos hombres que en la dictadura desayunaban a diario, pero ahora están enemistados. El careo de los dos generales se realizó en el lujoso Club Militar de Lo Curro, frente al juez, un actuario del tribunal, la secretaria de la Corte de Apelaciones de Santiago, que actuó como ministro de fe, y un abogado de Pinochet. Previamente, Gendarmería trasladó con una fuerte custodia a Contreras desde la cárcel al Club.
Fue un encuentro con historia. La última vez que ambos se contactaron fue a mediados de los noventa, cuando Pinochet, que entonces era jefe del ejército, le pidió por teléfono a Contreras que aceptara partir a cumplir su primera condena de siete años de prisión, por el crimen del ex ministro Orlando Letelier. Desde entonces, el ex jefe de la DINA ha acusado a Pinochet en varias oportunidades de haber dejado solos a quienes le fueron leales e hicieron el “trabajo sucio” en la dictadura, y de no haber cumplido su promesa de que “a mí no me tocan a ningún hombre”. Al término del careo, cuyos detalles todavía no se conocen, Montiglio calificó de “ejemplar” el comportamiento de Pinochet y Contreras, afirmó que ambos colaboraron “ampliamente” y dijo que las diligencias fueron muy positivas. Pinochet se retiró agotado a su domicilio, y según sus abogados deberá guardar reposo por prescripción médica.
Previamente, Contreras fue careado por el juez durante una hora en el mismo Club Militar con un ex subordinado suyo en la DINA, procesado por crímenes, el coronel de carabineros en retiro Ricardo Lawrence, quien también fue escolta de Pinochet. Lawrence ha declarado ante la justicia que al ex dictador le contaban a menudo informalmente cómo marchaba la labor represiva y ratificó que Contreras se reunía todas las mañanas conPinochet. Además, Lawrence dijo que en una oportunidad Pinochet fue hasta un recinto de torturas para hablar con el secretario general del Partido Comunista, Víctor Díaz, secuestrado por la DINA y que hasta hoy sigue desaparecido.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.