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El mundo|Lunes, 2 de enero de 2006
MOSCU RETIRO EL SUMINISTRO A UCRANIA POR UNA DISPUTA DE PRECIO

Rusia deja sin gas al gobierno naranja

La decisión rusa podría amenazar el envío de gas a Europa occidental, dado que la mayoría se transporta por Ucrania.

Por Andrew Osborn *
Desde Moscú
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Moscú demandó que Kiev pagara un incremento de casi cinco veces más en el precio del gas para 2006.

Las relaciones de Rusia con el gobierno “naranja” de Ucrania cayeron nuevamente ayer después de que Moscú cortó por primera vez los envíos de gas natural a Kiev de manera indefinida debido a una disputa por precios y posterior acusación a Ucrania de estar robándole su gas. La decisión de Moscú de ponerse firme con Ucrania parecería obstaculizar los envíos de gas ruso a Europa Occidental, la mayoría de los cuales se transporta a través de Ucrania. En la primera señal que el corte tendría un efecto hacia Occidente, el comprador mayorista de gas húngaro MOL aseguró que la presión en el gasoducto de sus suministros rusos había caído un cinco por ciento. Además de Austria, Alemania, Italia y Francia ya han pedido a Moscú que asegure sus exportaciones al continente europeo, que está sufriendo temperaturas bajo cero que ya han causado varios muertos.

Funcionarios de Gazprom, el monopolio estatal ruso del gas, aseguraron que una Ucrania desesperada ya había comenzado a meterse en las exportaciones asignadas a otros clientes, causando así una escasez. “Tenemos información desde el lugar que demuestra que Ucrania ha comenzado a extraer ilegalmente gas ruso destinado a consumidores europeos”, afirmó Sergei Kupriyanov, un vocero de Gazprom. Y agregó que Rusia pretende cumplir todas sus exportaciones. La Unión Europea (UE) confía en Rusia para proveer alrededor de un cuarto del gas natural que necesitan, con países como Austria que dependen casi completamente de Moscú. Los expertos en energía de la UE planean reunirse el 4 de enero para discutir lo que rápidamente podría convertirse en un serio problema.

La disputa llega en un momento sensible para Rusia, que ayer asumió formalmente la presidencia del G8, un rol que espera que eleve su prestigio internacional. Moscú no quiere que su presidencia –una exposición de un año de duración– se arruine por nada y, además, desea ser percibido por Occidente como un socio energético confiable. Con las reservas de gas más grandes del mundo y las reservas de petróleo que sólo son superadas por Arabia Saudita, Rusia cree que puede recuperar parte de su perdido poder de la era soviética construyendo un nuevo rol para sí misma como una superpotencia de recursos naturales.

El entredicho con Ucrania explotó luego que Moscú demandó que Kiev pagara una factura por un incremento de casi cinco veces más en el precio del gas ruso para 2006. Decía que el precio que pagó Ucrania a lo largo de 2005 –50 dólares por cada mil metros cúbicos– era un subsidio al estilo soviético no actualizado y que era tiempo de que Ucrania pagara el precio de mercado, que según Rusia era cercano a 230 dólares por cada mil metros cúbicos. Sin embargo, Ucrania se negó al aumento de precio, que aseguró devastaría su economía y sugirió que la movida estuvo dirigida más por el disgusto de Moscú por el gobierno “naranja” pro-occidental que por la economía de libre mercado. Kiev destacó el hecho que otros ex estados soviéticos pagan aún menos por el gas ruso, especialmente los gobiernos amigos de Moscú que reciben acuerdos particularmente buenos.

El deseo de Ucrania de integrar la UE y la OTAN ha irritado a Rusia, al igual que la victoria del presidente Viktor Yushchenko a finales de 2004, por sobre su contendiente prorruso. El presidente ruso Vladimir Putin, favorable a despolitizar el asunto, ofreció proveerles un préstamo multimillonario para ayudarlos a pagar el gas y cuando lo rechazaron sólo ofreció introducir el aumento en el segundo cuarto de este año si Kiev firmaba un nuevo contrato anual. Pero las negociaciones no llegaron a ningún lado cuando Yushchenko insistió que su país estaba dispuesto a pagar un máximo de 80 dólares por cada mil metros cúbicos y aseguró que Rusia estaba ejerciendo una inaceptable “presión económica”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Laura Carpineta.

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