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El mundo|Miércoles, 15 de marzo de 2006

Penúltimo adiós a Milosevic con temor a un arresto clave en Serbia

Mira Markovic, viuda del ex dictador yugoslavo Slobodan Milosevic, recibió garantías de Serbia de que no será arrestada por un cargo menor, pero la policía se interesa por su rol en un asesinato político.

Por Guillermo Altares *
Desde Belgrado
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El cuerpo de Milosevic llega al aeropuerto de Schipol ayer para ser trasladado.

La Justicia serbia levantó ayer el principal obstáculo para que la viuda de Slobodan Milosevic pueda asistir al sepelio del ex presidente serbio en Belgrado. Pero la revocación de la orden de busca y captura, no de los cargos que pesan sobre Mira Markovic, no fue suficiente para despejar el panorama funerario, ya que las diferencias familiares mantuvieron el suspenso hasta el último momento. Mientras, el Partido Socialista Serbio (PSS) comenzaba a preparar un funeral masivo para su líder y dice haber reservado un espacio en el cementerio de Belgrado.

Marko Milosevic acudió ayer a La Haya para recibir el cadáver de su padre de manos de los responsables del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, que ayer clausuraron el caso ante la muerte del acusado. Por la mañana había manifestado su deseo de que sea enterrado en Moscú. Su hermana María, que reside en Montenegro, tampoco quiere que los restos de Milosevic reposen en un país al que ha prometido no volver. Pero Mira Markovic, la compañera de Milosevic desde los tiempos del instituto y a la que muchos consideran corresponsable de los crímenes de su marido, prefiere un entierro en la capital de Serbia o en Pozarevac, el pueblo natal de su marido. Al final del día se anunció que el entierro sería en Belgrado.

“El magistrado encargado del caso ha aceptado las garantías ofrecidas para que Mira Markovic no sea detenida”, se afirma en el comunicado del juzgado difundido ayer en Belgrado. Sin embargo, el mismo texto dejaba muy claro que los cargos no van a ser retirados, que deberá entregar su pasaporte y presentarse ante el tribunal el 23 de marzo. “En caso de que no lo haga, será detenida”, dijo un portavoz judicial. Los abogados de la viuda se han mostrado dispuestos a pagar la fianza de 15 mil euros para garantizar su comparecencia.

La Justicia serbia reclama a Mira Markovic, que vive en Rusia desde el 2003, por un delito relativamente menor, un abuso de poder para lograr que una niñera de su nieto obtuviera un apartamento subvencionado en Belgrado. “Son cargos ridículos. Además es lo único bueno que ha hecho en su vida”, ironizaba ayer un comentarista político serbio, Ljubomir Ziukov. Pero lo que preocupa a la familia Milosevic es un asunto mucho más delicado, ya que la policía quiere interrogar a la viuda por su posible relación con la muerte en el 2000 del ex presidente serbio Ivan Stambolic, el mentor político de Milosevic, que fue secuestrado y asesinado cuando se convirtió en su rival.

El ministro de Exteriores de Serbia y Montenegro, Vuk Draskovic –un opositor a Milosevic que padeció, en forma de paliza policial e intentos de asesinato, la brutalidad de su régimen– aseguró ayer a este diario que no había ningún tipo de favoritismo del gobierno hacia la familia del difunto. “Ha sido una decisión del tribunal”, insistió. “Se trata de una orden de captura por un asunto formal y poco importante. Espero que todo esto no haga que se descuide la investigación y el futuro juicio por otros crímenes, porque hay sospechas de que los cometió junto a su marido. Es una vergüenza que no haya sido acusada por colaborar en la orden de aniquilación de la oposición política”, señaló Draskovic en su amplio despacho del ministerio.

Las autoridades de Serbia, desde el primer ministro, Vojislav Kostunica, hasta el presidente, Boris Tadic, a pesar de que no ocultan sus profundas diferencias, sí están de acuerdo en el funeral: puede ser enterrado en Serbia, pero en ningún caso recibirá honores de jefe de Estado, ni será sepultado en la avenida de los hombres ilustres. Anoche, mientras el cuerpo de Milosevic viajaba desde la morgue de La Haya hasta el aeropuerto de Amsterdam todavía con un destino final desconocido, en el Partido Socialista de Serbia (PSS) aseguraban que se preparan para un funeral masivo.

“La familia tiene la última palabra”, aclara Aleksander Antic, de 36 años, un miembro de la dirección del PSS, en la sede del partido en cuya puerta apenas dos decenas de seguidores esperan para firmar en el libro de condolencia, una fila mucho más pequeña que la que se forma cada día ante la Embajada de Austria para pedir visados. “Ya tenemos todo preparado para que el funeral se celebre en Belgrado. Ya está asegurada la mejor parcela en el cementerio nuevo. Técnicamente no va a ser posible antes del viernes o el sábado. Nuestra intención es que el cuerpo sea expuesto aquí para que sus seguidores puedan despedirse de él”, agrega Antic, quien responsabiliza al presidente Tadic de la ausencia de un funeral de Estado. “Pero estamos seguros de que asistirán cientos de miles de personas.” Aunque rápidamente aclaró que, ayer por la tarde, todavía no estaba nada decidido por los problemas dentro de la familia. “No es una decisión fácil.”

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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