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El mundo|Martes, 9 de mayo de 2006
RESPALDO AL CANDIDATO NACIONALISTA DE PERU, DE CARA AL BALLOTTAGE

Mírenlo a Ollanta Humala, dijo Evo

Morales apoyó la candidatura nacionalista de Humala y éste se pronunció por una recuperación de los recursos naturales. El líder boliviano anunció su intención de “nacionalizar la tierra”.

Por Pablo Stefanoni
Desde Copacabana
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Morales reivindicó la postulación de Humala, cuando los sondeos lo ubican por debajo de Alan García.

La inauguración de un centro oftalmológico en el marco de la “operación milagro” financiada por el gobierno cubano fue la excusa para expresar el apoyo de Evo Morales a Ollanta Humala, quien el 4 de junio intentará validar su triunfo en la primera vuelta. Con el embajador cubano, Rafael Dausá, de testigo, el mandatario boliviano reivindicó al candidato nacionalista peruano y dijo que lo invitó a Bolivia porque en su país lo acusan falsamente de terrorista. “A nosotros también nos acusaban de terroristas, de narcotraficantes, de comunistas. Como hoy los terroristas somos gobierno en Bolivia lo invitamos al compañero Humala”, ironizó Morales en la localidad de Copacabana, en la frontera peruano-boliviana, al tiempo que elogió al gobierno cubano por ser “un país bloqueado económicamente que nos ayuda a desbloquear socialmente”.

“Hay países que mandan tropas para matar y humillar; otros, como Cuba, envían médicos para salvar vidas”, completó ante expresiones de apoyo a Fidel Castro de parte del público, casi todos campesinos pobres. La mayoría de los habitantes de esta región, en las orillas del imponente lago Titicaca, son aymaras y las fronteras estatales son corrientemente ignoradas por una continuidad étnico-cultural que se expresa en el comercio y en los parentescos. De hecho, este centro, el cuarto que se inaugura desde la llegada al poder de Evo Morales, atenderá indistintamente a bolivianos y peruanos.

En una renovada luna de miel producto de la nacionalización de los hidrocarburos, el mandatario indígena era el dueño de la cancha y buscó transmitir su apoyo a Humala “sin que sea leído como padrinazgo”. De hecho, no es fácil dilucidar si este espaldarazo beneficiará al candidato de Unión por Perú en Lima, donde el electorado más grande del país viene resultándole esquivo.

En su intervención, Humala felicitó a Bolivia por haber “encontrado su camino” y afirmó que en Perú el pueblo busca el suyo para ejercer una política contraria al neoliberalismo. “A mí también me acusaron de terrorista y narcotraficante cuando era líder de los sindicatos de campesinos cultivadores de coca en la región del Chapare”, insistió Morales, quien argumentó que las críticas contra él y Humala se deben a que son “gente que de verdad lucha por su pueblo”. Como lo viene haciendo en los últimos días, disparó munición gruesa contra la cadena opositora Unitel, por “mentir para desestabilizar a su gobierno”, y acusó a su propietario de poseer tierras de dudosa legalidad.

En la conferencia de prensa posterior al acto se produjeron algunas definiciones del candidato presidencial peruano, quien lucha a brazo partido para revertir unas encuestas que se le presentan adversas –la última, 14 puntos por debajo del candidato socialdemócrata–. “Creemos que podemos revertir la situación actual, sólo debemos lograr que los peruanos recuerden la nefasta administración de Alan García (su contendiente), que no se llevó el país entero porque no había una grúa suficientemente grande”, le dijo a Página/12 un colaborador del entorno del postulante nacionalista que eriza la piel de las élites blancas de Lima. Humala se pronunció por una recuperación de los recursos naturales, en la línea de la nacionalización de Morales, aunque con un tono más light; dijo que revisará el TLC firmado por Alejandro Toledo, “de manera autoritaria y sin legitimidad” con Estados Unidos; defendió la industrialización de la hoja de coca y recordó que tres dirigentes cocaleras ingresaron al Parlamento peruano y Andino de la mano de Unión por Perú. También expresó su solidaridad con la demanda marítima boliviana, aunque aclaró que “es un tema bilateral entre Bolivia y Chile”.

Uno de los temas de la reunión fue la crisis de la Comunidad Andina de Naciones. Morales señaló que, en caso de un triunfo de Humala, Bolivia estaría dispuesta a relanzar la CAN junto con Venezuela, que decidió abandonar el bloque luego de la firma del TLC con Estados Unidos por parte de Colombia y Perú. “Si pierde Ollanta seríamos tres a dos, quedaríamos subordinados a los gobiernos pro TLC”, dice un funcionario boliviano que se mantuvo bajo anonimato. “Nos sentimos abandonados por ese hermano indígena, después de ver que firmó el TLC me arrepentí de haberme reunido con él en Santiago (de Chile)”, disparó Morales en referencia al mandatario peruano y destacó el “crecimiento económico de los países con gobiernos antineoliberales y antiimperialistas”. “Ayer me informaba la Cepal que Cuba creció un 11 por ciento, Venezuela un 9 por ciento y Argentina, que hace dos o tres años estaba en una profunda crisis, hoy tomó una actitud digna y soberana y creció al 8 por ciento.” Como decía (Hugo) Chávez, Cuba está con la medalla de oro, Venezuela de plata y Argentina de bronce.

El líder boliviano anunció también sus disposición a “nacionalizar la tierra”, reforzando los dichos del viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, quien admitió que “puede hablarse de una segunda reforma agraria”, lo que podría afectar a las poderosas elites cruceñas. La primera fue en 1953 y no afectó al oriente del país (Santa Cruz, Beni y Pando, ver aparte).

Con el acto de ayer, la campaña electoral peruana vuelve a involucrar a los gobiernos de la región. La primera “injerencia” fue del mandatario venezolano Hugo Chávez, quien se refirió a Alan García como un “truhán”, terminó con el retiro de embajadores. Ahora es Evo Morales quien intenta darle un empujoncito a quien es percibido como un potencial integrante del “bloque antineoliberal” continental.

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