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El mundo|Jueves, 6 de julio de 2006
AL REVES DE LO QUE OCURRIO CON EL CONTEO RAPIDO, ANOCHE SE IMPONIA LOPEZ OBRADOR

En México se dio vuelta la tortilla

En medio de un clima enrarecido por las extrañas diferencias en los distintos conteos, los principales candidatos se proclamaron vencedores en las elecciones más apretadas en la historia de México. Mientras su ventaja se diluía, el candidato centroizquierdista Andrés López Obrador exigía un conteo voto por voto.

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Simpatizantes de Manuel López Obrador hacen guardia en la puerta del Instituto Federal Electoral, en el Distrito Federal.

El recuento definitivo de los votos de los comicios presidenciales mexicanos que se llevó a cabo ayer aportó más confusión a una situación ya cuestionada. Después de liderar el conteo durante todo el día con una diferencia de más del dos por ciento, el candidato de centroizquierda, Andrés Manuel López Obrador, comenzó a perder rápidamente la ventaja sobre Felipe Calderón, el candidato del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), en el último 15 por ciento del conteo. En medios periodísticos y ámbitos cercanos al Partido de la Revolución Democrática (PRD) circulaban anoche fuertes versiones que hablaban de una nueva manipulación de los cómputos en favor del oficialismo. Según esas fuentes, en el último tramo del conteo, el resultado se daría vuelta en favor de Calderón, para alcanzar una cifra similar a la anunciada por los resultados preliminares.

El Instituto Federal Electoral (IFE) había anunciado el martes que la ventaja otorgada a Calderón por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) era de 0,64 por ciento de los votos. Al contrario de lo que sucedió con esas cifras provisorias, en los que el candidato del PAN se mantuvo al frente durante todo el conteo, el de ayer estuvo liderado por López Obrador de punta a punta. Pero esa situación comenzó a cambiar luego de escrutadas el 85 por ciento de las actas, cuando el candidato del PRD comenzó a perder las posiciones ganadas. “Con los resultados del PREP se buscaba desmoralizar al pueblo, pero el pueblo se está dando cuenta de estas irregularidades. Va a surtir un efecto totalmente contrario y nosotros vamos a encabezar a la gente”, dijo Leonel Cota Montaño, presidente del PRD, quien sostuvo que hubo manipulación de la información.

El procedimiento anunciado para las elecciones mexicanas estipulaba que el PREP difunda los primeros resultados, pero que las cifras se ajusten después en función del recuento definitivo en los 300 consejos distritales. Si bien las cifras distribuidas por el PREP son oficiales porque proceden de las actas de las casillas, no son definitivas, porque no siempre se cuentan en su totalidad. Esto sucede por dos causas: por razones geográficas o de técnica jurídica: los partidos pueden pedir revisiones, de acuerdo con procedimientos previstos en la ley, que retrasarían el cómputo. Esta vez, el IFE no anunció un ganador en base al conteo provisorio debido al escaso margen de diferencia entre ambos candidatos. Se tuvo que esperar al conteo definitivo de ayer.

El proceso de suma final de votos empezó a las ocho de la mañana bajo la supervisión de observadores de los partidos y se desarrolló de forma ininterrumpida. En los distritos se verificaron las planillas de votación de cada mesa, sin reapertura de urnas, según establece la legislación mexicana. “Este recuento es un paso muy importante en la ruta legal que el IFE ha seguido para dar certeza a los resultados electorales y hacer respetar el veredicto que los mexicanos emitieron el pasado domingo”, afirmó el presidente del organismo, Luis Carlos Ugalde.

Confiado, Calderón dio poca importancia al recuento definitivo y reiteró que ganó las elecciones del 2 de julio con la copia de las actas electorales en su poder. “Nosotros tenemos todas las actas disponibles. Con el cien por ciento podemos asegurar que hemos ganado la elección”, dijo el candidato del PAN. Calderón ofreció al PRD comparar sus actas. “Si hay alguna que esté en disonancia, que se cuenten o veamos qué recurso podemos hacer ante el propio Tribunal Federal Electoral (Trife), no tenemos ninguna objeción”, ofreció. “No ha habido votos ocultos, no ha habido manipulación del PREP, como denunció López Obrador”, aseguró Calderón, quien exhortó a su adversario a “no engañar a la población”.

Las acusaciones de fraude se siguieron escuchando ayer, y el PRD pidió un recuento voto por voto para garantizarle al pueblo “una elección limpia”. Los votos deberían recontarse “incluso si López Obrador resultara ganador”, indicó Cota, el presidente del partido de centroizquierda, quien agregó que el recuento es un acto indispensable para la salud de la República. “No podemos reconocer un proceso que presenta graves líneas fraudulentas, viciado de origen, por el grupo en el poder, que bajo ninguna condición pretende dejar la dirección del gobierno”, dijo Cota, refiriéndose al PAN. Como era de esperarse, el partido del gobierno no opinó de igual forma. Calderón se mostró dispuesto a que se vuelvan a contar los votos de las casillas electorales donde hay dudas o errores, pero se opuso a recontar los 42 millones de sufragios. “Va en contra de la ley”, se justificó. “No estamos dispuestos a permitir que se vulnere la legalidad de la elección”, agregó César Nava, vocero del PAN.

En tanto, unos cien simpatizantes del PRD bloquearon la entrada principal del IFE para exigir que se respete el voto de los ciudadanos, porque, a su juicio, López Obrador ganó las elecciones.

Las voces que alegaban fraude no vinieron sólo del PRD. La sorpresa del día la dio el Subcomandante Marcos, líder de la guerrilla zapatista mexicana, que denunció un fraude electoral orquestado desde el gobierno para impedir una victoria de López Obrador. Marcos, que impulsó la “Otra Campaña”, en contra de las elecciones y de los políticos –y que atacó duramente incluso al candidato centroizquierdista–, dijo que hay información que confirma que el presidente Vicente Fox ordenó al órgano electoral reservar entre un millón y un millón y medio de votos para administrarlos a favor del oficialista Calderón. Marcos añadió que si bien “no está en la onda electoral”, el EZLN estaba obligado a dar a conocer esta denuncia “por una cuestión moral”.

A pesar de su rechazo al recuento de votos, Calderón dio un paso más y abrió un espacio de diálogo al afirmar que estaría dispuesto a integrar al PRD a su gobierno. El candidato del PAN aseguró que las urnas han dado un mensaje claro a los políticos al decirles “pónganse de acuerdo”, e indicó su intención de convocar a los partidos de la oposición para discutir la formación de un gobierno de coalición con un programa avalado por las cámaras legislativas. “Si para llevar adelante este acuerdo es necesario compartir responsabilidades de gobierno, estaré dispuesto a hacerlo”, afirmó Calderón. Lo cierto es que la historia aún está abierta: el candidato derrotado, cualquiera sea, presentará impugnaciones, y López Obrador insistirá en que se cuente cada voto.

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