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El frente diplomático se empantanó ayer una vez más mientras continúan los enfrentamientos y ataques en el Líbano. Una delegación de la Liga Arabe presentó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU una serie de propuestas para poner fin al conflicto entre Israel y Hezbolá, que pusieron en dificultades el proyecto de resolución franco-estadounidense que parecía cerca de ser adoptado. En tanto, Israel calificó de “interesante” la propuesta del despliegue de 15.000 soldados libaneses en el sur del país árabe, aunque el primer ministro Ehud Olmert dijo que debían analizar la propuesta para ver “si era aplicable”. Esto no significa que Israel suavice su posición. Ayer también lanzó una amenaza: todo vehículo que se dirija hacia el sur del río Litani será bombardeado “bajo la sospecha de transportar misiles y armas para los terroristas”.
La misión de la Liga Arabe, que participó ayer en un debate público sobre el Líbano, trasladó al Consejo las propuestas de Beirut, que consisten en la adopción de un alto el fuego inmediato y el despliegue de 15.000 soldados libaneses en cuanto Israel retire sus tropas. Además, el Líbano quiere que la resolución haga referencia a la región de las Granjas de Shebaa, ocupada actualmente por Israel. “Las sugerencias libanesas han cambiado el contexto de las discusiones en Nueva York”, admitió un portavoz del Ministerio de Exteriores francés. En contraste con los pedidos de la Liga Arabe, la propuesta franco-estadounidense no exige explícitamente la retirada de las tropas israelíes para detener la lucha que se desarrolla desde el 12 de julio pasado, pide un alto el fuego –pero no “inmediato”– y prevé el despliegue de una fuerza internacional en el sur del país.
A diferencia de Estados Unidos, que expresó simplemente su disposición a escuchar las propuestas de la delegación árabe, Francia se mostró abierta a tenerlas en cuenta. “Me gustaría que las discusiones que tienen lugar en Nueva York tuvieran en cuenta este nuevo elemento esencial para asegurar la adopción de una resolución”, dijo el canciller francés, Philippe Douste Blazy, en un comunicado, refiriéndose a la oferta de Beirut de desplegar sus soldados en el sur. Israel también dio muestras de acuerdo, pero actuó con prudencia. “La propuesta libanesa es un paso interesante”, dijo el premier Olmert ayer, aunque afirmó que deberán analizarla minuciosamente para ver en qué medida es aplicable en tiempo razonable. “Nos interesa la oferta de Beirut”, coincidió Tony Snow, el portavoz de la Casa Blanca, pero agregó que aun así consideran que “las fuerzas armadas libanesas necesitarán ayuda de una fuerza internacional”.
Dadas las diferencias entre las delegaciones en el Consejo de Seguridad, Rusia –que fue el país más tajante a la hora de valorar el estado de la propuesta de Washington y París al calificarla de “inutilizable”, después de que fuera rechazada por Beirut– pidió la adopción de urgencia de una resolución exigiendo sólo un alto el fuego humanitario. “Si persisten las diferencias sobre la actual resolución, la ONU debería aprobar inmediatamente una resolución más corta sobre un alto el fuego humanitario, como paso intermedio”, indicó el viceministro de Relaciones Exteriores, Andrei Denisov.
Mientras el alto el fuego no llega, las batallas siguen su rumbo. Con unos 10.000 efectivos del ejército regular y miles de reservistas, Israel opera en la actualidad en una franja de 6 a 8 kilómetros, desde la frontera internacional. En un nuevo día de violencia, tres soldados israelíes y 25 milicianos de Hezbolá murieron ayer en combates en localidades del sur libanés. Uno de los soldados y los 25 milicianos de Hezbolá murieron cerca de Bint Jebel, un bastión de Hezbolá que Israel intenta controlar desde hace semanas, mientras que los otros dos militares fallecieron en la localidad fronteriza de Labuna.
No sólo las batallas prosiguen, sino que incluso podrían incrementarse. El gabinete de seguridad israelí se reunirá hoy para discutir el plan presentado el lunes por los altos mandos militares israelíes al primer ministro Olmert y al ministro de Defensa Amir Peretz, que prevé el avance de decenas de miles de soldados israelíes hasta el río Litani, entre 20 y 30 kilómetros dentro de Líbano.
Además, Israel volvió a bombardear ayer el territorio libanés, matando al menos a seis civiles que participaban de los funerales de otras personas muertas el lunes en un ataque aéreo al sur de la ciudad de Sidón. Pero no fue todo. La fuerza aérea israelí lanzó volantes sobre la ciudad de Tiro advirtiendo que cualquier vehículo, “sin importar su naturaleza”, que se mueva en dirección sur hacia el río Litani será bombardeado “bajo la sospecha de transportar misiles y armas para los terroristas”. Hezbolá, por su parte, lanzó al menos 115 cohetes contra el norte de Israel, pero sin causar víctimas.
En tanto, siguen los enfrentamientos de Israel no son sólo contra Hezbolá, sino también entre los propios generales. La designación del general Moshé Kaplinsky al frente de la Comandancia del Norte provocó peleas entre los militares, ya que esto supone el desplazamiento del general Udi Adam de la dirigencia de la contienda en el Líbano. “Yo no lo veo como un despido, pero si el Estado Mayor cree que debe haber un oficial superior por lo que pueda ocurrir en los próximos días puedo aceptarlo”, dijo el general Adam. Sin embargo, el corresponsal militar del Canal 1 israelí aseguró que el Estado Mayor no está satisfecho con Adam, y por ello, para evitar su despido en medio de la guerra, se ha decidido adjuntarle un superior.
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