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Parece una telenovela. Sobornos por decenas de millones de dólares. Amoríos extramaritales que mezclan negocios y administración pública. Cámaras ocultas. Campañas electorales corruptas. Periodistas y funcionarios menores utilizados como carne de cañón. La víctima de la trama es Andrés Manuel López Obrador, quien desde entonces sostiene que es objeto de un complot del gobierno federal, en el que habrían participado empresarios y políticos para sacarlo a él de la carrera presidencial. Ayer, un video difundido a través de la señal de cable de un noticiero lo confirmó: sí hubo complot.
La trama de fines del siglo pasado, cuando el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, dueño de un equipo profesional de fútbol, hace negocios con el gobierno de la Ciudad de México que terminan en tórrido romance con la mujer que encabeza la administración pública capitalina. El empresario desfalca al gobierno, paga fuertes sobornos para adjudicarse nuevos contratos. Los que reciben millones de pesos ignoran que son grabados con cámaras de video ocultas, y que son el seguro de protección de un empresario corrupto que se sabe investigado. El dinero va a parar a campañas de políticos de centroizquierda. Un buen día de marzo de 2004, los videos aparecen en televisión. El complot está en marcha.
Ayer una W Radio transmitió el audio de un interrogatorio policial de Ahumada, en el que admite que los videos extorsivos fueron preparados a petición del senador Diego Fernández de Cevallos, candidato presidencial del derechista Partido Acción Nacional en 1994, quien le asegura que el ex presidente Salinas y el secretario de Gobernación (en ese momento, el panista Santiago Creel Miranda) están ya enterados y aprueban la medida. Todo, a cambio de 30 millones de dólares que pide Ahumada para hundir a López Obrador.
Acusado formalmente de fraude contra el gobierno capitalino, Ahumada se había dado a la fuga poco después de iniciar la difusión de los videoescándalo que mostraban a funcionarios del gobierno capitalino y al operador político de López Obrador recibiendo dinero del empresario. Este fue el inicio de una feroz campaña mediática contra López Obrador que aún no cesa. Ahumada fue detenido en Varadero, Cuba, el 31 de marzo de 2004, y extraditado a México un mes después. En ese tiempo, es sometido a interrogatorio por la policía cubana, del que quedan más de 40 horas de video. Ayer se filtraron 11 minutos de esos interrogatorios. La voz de Ahumada admite que el objetivo de la campaña sucia era “prácticamente sacar a Andrés Manuel de la carrera presidencial”.
Errores de estrategia en ese momento lo impidieron. Pese a iniciar un juicio político contra López Obrador para retirarle el fuero y despojarlo de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, la maniobra no sólo fracasó, sino que le dio proyección nacional al político de centroizquierda que llegó sumamente fortalecido a la campaña presidencial. En aquella ocasión fue la primera vez que López Obrador llenó el Zócalo capitalino para denunciar públicamente el complot en su contra. Más de medio millón de personas lo aclamaron. Ahora, todos los implicados niegan tener relación con Ahumada y López Obrador anuncia que presentará estos videos como prueba del complot en su contra y del fraude electoral orquestado por el gobierno.
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