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Hugo Chávez apuesta a su política exterior en un año electoral. La gira del presidente venezolano a fines del mes pasado que incluyó Angola, Siria, China –anteriormente Irán– y Malasia puede verse como la apertura a espacios económicos –más acuerdos petroleros con el mundo árabe– y simbólicos: antiimperialismo y búsqueda de apoyos para lograr un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Fue Chávez quien posó para la foto con el convaleciente líder cubano Fidel Castro –el primero en ir, luego lo imitó Evo Morales la semana pasada–, y quien viajará a La Habana para la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados que comienza mañana. Pero el venezolano no olvida la región: ya tiene la incorporación plena de su país al Mercosur. Como toda acción política, su agenda exterior tiene como objetivo sumar apoyos para las presidenciales del 3 de diciembre, que lo tienen como favorito.
El periplo que Chávez hizo hace diez días forma parte de una búsqueda por diversificar las relaciones internacionales: se reencontró con China y Malasia, hizo una pasada por Siria, con el objetivo de incrementar los flujos financieros y reducir la relación de dependencia económica con Estados Unidos. “Es una política defensiva frente a las acciones ofensivas de Washington en Medio Oriente (Afganistán, Irak, etc.), que son zonas con altos recursos petroleros, porque esas ofensivas significarían la desaparición de la OPEP”, dijo a Página/12 el analista Alberto Miller Rojas, ex embajador venezolano de Chile. Venezuela es el quinto exportador de petróleo crudo del mundo, el cuarto principal proveedor de Estados Unidos (que es el principal consumidor mundial) y el tercer productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El acercamiento de Venezuela al mundo árabe está íntimamente ligado a los intereses petroleros. En diálogo telefónico con William Lara, el ministro de Información de Venezuela, Lara advirtió a este diario que el reciente tour “generó inversión, capital productivo para la economía nacional: una fuente de inversión en vivienda y en el sector energético. También, de transferencia de tecnología. Los convenios que se firmaron con China, por ejemplo, para la transferencia de computadoras, teléfonos celulares. Por último, se obtuvieron apoyos para lograr un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. Lara advirtió que “la incorporación de Venezuela al Mercosur es una política coherente con las estrategias nacionales, políticas y comerciales y el modo de fortalecer la posibilidad de desarrollo para tener mayor capacidad de negociación”.
Chávez visitó Angola para consensuar una cooperación económica bilateral, en particular en materia de explotación petrolífera, dijo Balbina da Silva, portavoz de la cancillería de Angola. Se trató de la primera visita de un jefe de Estado venezolano desde la independencia de Angola de Portugal, en 1975. Angola es el segundo productor de petróleo del Africa subsahariana, después de Nigeria.
El 30 de agosto, el admirador de Simón Bolívar se entrevistó con su par sirio, Bachar al Asad, y ambos mostraron su disposición a unir esfuerzos para enfrentarse a la presión que Estados Unidos ejerce sobre sus países. Recuérdese que, para la administración republicana, Siria forma parte del “eje del mal” junto a Irán e Irak, y en el último conflicto en el Líbano George Bush acusó a Damasco –y también a Irán– de financiar a la guerrilla libanesa Hezbolá.
En esa visita, Chávez criticó la actuación de Israel en la región, pidió que “devuelva los altos del Golán a Siria” y describió la ocupación israelí de esa zona como “un robo a la luz del día y a la vista de la comunidad internacional”. El líder sirio aprovechó y criticó con dureza las últimas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Medio Oriente y aseguró que tratan de imponer la hegemonía estadounidense en la región violando la soberanía de los países. Por ese motivo –explicó– Siria “apoya la candidatura de Venezuela (como miembro no permanente) al Consejo de Seguridad de la ONU, para que sea la voz que apoye a todos los países”.
Como candidato para las presidenciales del 3 de diciembre, Chávez sugirió instalar en el debate la reelección indefinida para que sea sometida a referéndum. En Venezuela existe la posibilidad del referéndum revocatorio del mandato del presidente como figura constitucional –Chávez pasó exitosamente la consulta en agosto de 2004–. Pareciera que el líder venezolano tiene el propósito de encender el interés electoral, ante un electorado que se muestra apático frente a una campaña que ya comenzó. Los sondeos ubican a Chávez en un 56 por ciento de apoyo, seguido por Manuel Rosales, con un 15 por ciento.
El principal candidato de oposición, y gobernador del estado petrolero de Zulia, afirmó que si es elegido revisará todos los acuerdos petroleros suscriptos por el actual mandatario. Rosales señaló que un eventual gobierno suyo aplicará una política exterior “soberana, abierta y pacifista”. “Tenemos que revisar todos los acuerdos internacionales petroleros y económicos impulsados por el gobierno de Chávez en función de la soberanía y del beneficio del país, para mejorarlos”, declaró Rosales, candidato unitario de un importante sector opositor conformado por 42 partidos y agrupaciones políticas venezolanas. Rosales insistió en que buscará mejorar las relaciones con Colombia y Estados Unidos, país al que calificó como el “principal socio” de Venezuela. Bush también enfrenta un año electoral con las legislativas de noviembre batiendo el parche de la guerra contra el terrorismo. Cuestión que aprovecha Chávez para su campaña, cuya primera etapa consistió en mostrarse, justamente, con los archienemigos de Bush.
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