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El mundo|Lunes, 6 de noviembre de 2006
EL RETRASO DE LOS COMPUTOS IMPIDIO CONFIRMAR EL TRIUNFO DE ORTEGA

Voto masivo y suspenso en Nicaragua

La histórica concurrencia a las urnas obligó a que se retrasaran el escrutinio y el anuncio parcial de los resultados al cierre de esta edición. Los sondeos previos señalaban como principal ganador al líder sandinista, Daniel Ortega, seguido por el candidato liberal, Eduardo Montealegre.

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Largas filas de mujeres, jóvenes y ancianos demoraron el cierre de las mesas a la hora prevista.

Los nicaragüenses concurrieron masivamente a las urnas ayer para elegir presidente en unos comicios que transcurrieron sin demasiados contratiempos. La incertidumbre y el silencio de los candidatos reinaban sin embargo por la noche, a la espera de los primeros resultados, que llegarían recién a las 23 de Managua –dos de la mañana de Argentina–. Debido a la prohibición de la publicación de resultados de boca de urna, los nicaragüenses mantendrán el suspenso hasta esta mañana para tener indicios de si se confirman o no las encuestas que daban por ganador al candidato sandinista Daniel Ortega en la primera vuelta. Los más de 17.000 observadores internacionales de la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter, así como algunos nacionales, destacaron la alta concurrencia voluntaria, que habría sido del 75 por ciento, lo que retrasó el cierre de los centros de votación.

El candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el ex presidente Daniel Ortega, es el favorito para ganar las elecciones, aunque sin el margen necesario para evitar una segunda vuelta. Según la ley electoral nicaragüense, para proclamarse presidente en la primera ronda el candidato vencedor necesita obtener el 40 por ciento de los votos válidos o el 35 por ciento con una ventaja de cinco puntos porcentuales sobre el segundo aspirante más votado. En las últimas encuestas difundidas antes del comienzo de la veda electoral, Ortega tenía una intención de voto del 33,8 por ciento contra 25,4 por ciento del segundo más votado, Eduardo Montealegre. En estas elecciones, los partidos de derecha o claramente “anti Ortega” se presentan divididos, pero es presumible que aúnen sus fuerzas en caso de que se celebre una segunda vuelta, en la que el candidato del FSLN tendría muy difícil la victoria.

Ancianos, jóvenes, mujeres y hombres esperaban ayer pacientemente su turno para votar, algunos durante varias horas y en largas filas para depositar sus boletas en las urnas con un único deseo: que el futuro presidente erradique la pobreza y traiga paz. “Gane quien gane que venga a ayudarnos, eso es lo que necesitamos”, dijo José Palacios, 40 años, vecino de la comarca del Valle la Laguna (Masaya). Palacios llegó a las 6 de la mañana, una hora antes de la apertura de las urnas, y cuatro horas después todavía no había entrado a la Junta Receptora de Voto (JRV).

Aunque la prensa local registró numerosas denuncias de retrasos en la apertura de las mesas, las dos características en las que coincidieron los observadores fueron la alta participación y la normalidad con la que transcurrieron. “Todo bien”, afirmó el jefe de la misión de observadores de la OEA, Gustavo Fernández, quien explicó que las demoras que se reportaron para abrir muchas mesas se debieron al cuidado para revisar el material electoral. El ex vicecanciller de Bolivia indicó además que el 44 por ciento de las JRV se instaló entre las 7, la hora prevista para el comienzo de los comicios, y las 7.30, y que a las 9 sólo quedaba el cuatro por ciento de las mesas sin abrir.

“No hemos recibido quejas ni irregularidades; yo he visto varias colas y algunas impaciencias, pero no quejas”, aseguró el ex presidente peruano Alejandro Toledo, uno de los observadores del Centro Carter. “El trabajo de preparación para las elecciones se ha realizado con mucho cuidado”, indicó por su parte el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien aseguró que durante la campaña vio “crecer la democracia y la paz en el país”.

Los cinco candidatos presidenciales concurrieron a votar por la mañana y mandaron felicitaciones a los nicaragüenses por su participación en la elección. El sandinista Ortega votó antes de las 9 junto a su esposa, Rosario Murillo, en el barrio El Carmen, de Managua. “Estoy convencido de que el pueblo está saliendo a votar, que habrá una votación alta, como siempre hemos tenido, y que, gracias a Dios y al pueblo, Nicaragua va a ganar el día de hoy”, afirmó Ortega. “Tenemos la plena confianza en Dios y en el pueblo nicaragüense, que el pueblo de Nicaragua va a ganar en primera vuelta”, dijo Ortega tras depositar su sobre. Además, envió su cariño “para el hermano pueblo venezolano, para todos los pueblos latinoamericanos y caribeños, todo nuestro amor, todo nuestro aprecio”.

“Los nicaragüenses han demostrado sabiduría e inteligencia y han sabido escoger”, afirmó por su parte el banquero Eduardo Montealegre, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), que estaba segundo en las últimas encuestas difundidas. “Seguro que lo harán nuevamente”, agregó después de votar en un barrio residencial de Managua. Además, Montealegre afirmó que durante años “los nicaragüenses han derramado su sangre buscando la democracia, por lo que votar es una obligación cívica en memoria de todas esas personas que han luchado por la libertad”.

El tercero en los sondeos, el ex vicepresidente José Rizo, del gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC), emitió su voto en Jinotega, 160 kilómetros al norte de Managua, y destacó la calma y la gran afluencia de votantes. En tanto, el sandinista disidente Edmundo Jarquín, quien fue a votar junto a su suegra, la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro, felicitó al pueblo nicaragüense porque “ha sido un ejemplo para América latina y ha realizado una campaña sin incidentes y sin disturbios”. Quien tampoco perdió oportunidad de hacer comentarios fue el legendario “Comandante Cero”, Edén Pastora, a quien las encuestas de intención de voto asignaron menos de un punto. “Pese a que la derecha ha tratado de ignorarme, vamos a demostrar que existimos y vamos a dar una sorpresa”, afirmó confiado.

El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, también ejerció su derecho al voto, y pidió a los candidatos no proclamar resultados antes de conocer el conteo oficial. “Les insto a los candidatos a que nadie se adelante hasta que el Consejo Supremo Electoral dé un resultado final”, dijo Bolaños. El mandatario afirmó que está listo para entregar el gobierno el próximo 10 de enero a quien resulte vencedor en la elección y sostuvo que la transición será ordenada. “Tenemos montado un programa extraordinario (para el traspaso de mando). Hay todo un sistema para hacer una entrega transparente, clara y completa”, aseguró.

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