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Desde Washington
Los demócratas estaban en un estado de gran ansiedad anoche, cuando un senador fue sometido a una operación cerebral de emergencia. Su condición hace pensar que los republicanos pueden retomar el control del Senado, pocas semanas después de haberlo perdido en las elecciones legislativas de mitad de término. Se dijo que el senador Tim Johnson estaba en una situación crítica pero estable después de la operación para tratar un infarto cerebral. Fue llevado al hospital el miércoles después de tartamudear y desorientarse durante una conferencia telefónica y los asesores pensaron que podría estar sufriendo un infarto. Ayer los funcionarios dijeron que padecía una malformación arteriovenosa congénita, una condición con la que algunas personas nacen y puede resultar en un derrame interno.
Además de la preocupación general por Johnson, los demócratas están preocupados por las consecuencias de su enfermedad y que ésta lo obligue a renunciar. Los demócratas están preparando su regreso al Congreso el mes que viene, manteniendo una ventaja de 51-49 en el Senado. Pero si Johnson renuncia a su posición, su sucesor interino como senador de Dakota del Sur podría ser electo por el gobernador republicano del estado, Mike Rounds. Si Rounds, como se espera, elige a un candidato republicano, el Senado estaría dividido en 50-50, pero los republicanos tendrían el equilibrio del poder, porque según la Constitución, el vicepresidente Dick Cheney contaría el voto de desempate ante temas peleados.
Los funcionarios dijeron ayer que Johnson, de 59 años, estaba estable después de la cirugía, que tuvo lugar anteanoche. El médico del Capitolio de Estados Unidos, almirante John Eisold, dijo: “El senador se está recuperando sin complicaciones. Es demasiado prematuro ahora determinar si será necesaria otra cirugía o evaluar un diagnóstico”. El líder democrático del Senado, Harry Reid, dijo que había ido al hospital de la Universidad George Wa-shington de Washington para comprobar la condición de Johnson, a quien describió como un “querido amigo de todos nosotros aquí en el Senado”. Añadió: “Estaba en la habitación con él. Parecía estar bien. Todos estamos rezando para que tenga una recuperación total”.
El secretario de Estado de Dakota del Sur dijo que no había restricciones especiales para Rounds y que puede seleccionar un reemplazo de cualquier partido que quiera para servir como senador interino durante los dos últimos años de período de Johnson. Se debe llevar a cabo una elección por la banca en 2008 e, irónicamente, Rounds era considerado el opositor republicano más probable para competir con Johnson. La vocera de Johnson, Julianne Fisher, dijo que él había comenzado a confundirse durante una conferencia telefónica con los periodistas. Antes de que terminara la llamada, pareció haberse recuperado y preguntó si había más preguntas. Fisher dijo que el senador había regresado a su oficina en el Capitolio, pero no parecía sentirse bien. El médico del Capitolio lo examinó en su oficina y le recomendó ir al hospital.
Johnson fue electo senador por primera vez en 1996, después de haber estado en funciones diez años en la Cámara de Representantes. En 2002 derrotó por un escaso margen al republicano John Thune.
Una malformación arteriovenosa congénita causa que las arterias y las venas crezcan anormalmente y se enreden entre ellas, en el caso de Johnson en su cerebro. Si se rompen y sangran, pueden llegar a causar la muerte de una persona antes de que llegue al hospital. La rápida cirugía puede solucionar este problema. El senador e historiador Don Ritchie señaló que nueve senadores habían permanecido en el Senado, aunque una enfermedad los mantuviera alejados de la cámara durante seis meses o más.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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