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El mundo|Lunes, 18 de diciembre de 2006
REPORTAJE A MARIELA CASTRO, HIJA DE RAUL CASTRO

“La sexualidad pide revolución”

Por Claudio Coronati *
Desde La Habana

“Quiero llevar la revolución que mi tío Fidel y mi padre Raúl hicieron hace cuarenta y siete años al terreno de la sexualidad”, declara Mariela Castro Espín, de 43 años, tres hijos, sexóloga, directora del Cenesex y principal promotora del proyecto de la ley.

Nos encontramos con la hija de Raúl Castro y Vilma Espín (la potente presidenta de la Federación de las Mujeres Cubanas (FMC), al final de un día de trabajo en el jardín de su oficina en la Habana.

–¿Le molesta si primero hablamos un poco de su padre?

–Un padre maravilloso, activo, espiritual, respetuoso, presente. Desde niña, aún siendo ya ministro de Defensa, me acompañaba a la escuela cada mañana y asistía a las reuniones con los maestros. No hablo de él en el plano político, del que por otro lado estoy muy orgullosa y convencida de que sabrá llevar adelante los objetivos de la revolución, pero insisto en que en el plano humano su alegría y su simpatía, sus bromas y su afecto me han acompañado siempre. En la vida pública parece reservado y esquivo, pero en la vida privada es un hombre muy distinto.

–Volviendo a su trabajo, ¿usted está tratando de rectificar uno de los más graves errores cometidos, por lo menos al principio, por la revolución guiada también por su padre contra los homosexuales?

–Sí, ése fue uno de los errores de la revolución, a fines de los años ’60 y a comienzos de los ’70. Aunque no fue tanto el fruto de una política explícita, sino de una actitud sociocultural histórica derivada de nuestra herencia cultural española.

–¿Hablamos de machismo?

–Se usa el término machismo, pero se trata de un fenómeno mucho más complejo que hace que, aun en Cuba, la mujer no sea considerada importante con relación al hombre y los homosexuales con relación a las personas decentes. Más tarde los errores fueron superados, pero esto no significa que las costumbres, el modo de pensar homofóbico y hasta discriminatorio con respecto a las mujeres haya desaparecido de las políticas que favorecen la igualdad de los géneros, la igualdad de los derechos de la mujer, el respeto de las distintas orientaciones sexuales. Aunque la superación de estos problemas a nivel político y legislativo es un hecho, no quiere decir que los problemas hayan sido resuelto desde la raíz: hay todavía mucho por hacer.

–Si el Parlamento aprueba su ley, Cuba estará a la vanguardia en esta temática, no sólo en América latina, sino en el resto del mundo y en Europa. Antes aún que la España de Zapatero...

–No me interesan estas comparaciones. Aplaudo todo lo que se está haciendo en el mundo por el bien de estas personas. Elegimos a los transexuales porque son los más vulnerables, tienen más necesidad desde el punto de vista de la salud física y psicológica.

* De Il Manifesto de Roma. Especial para Página/12.

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