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El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que su país aumentará sus cultivos legales de coca a 20.000 hectáreas, por ahora hasta 2010. “Es imposible comprometernos a tener menos de 20.000 hectáreas hasta 2010. Lamento mucho un problema importado por el cual tenemos que pagar”, afirmó el mandatario boliviano al presentar el lunes su Plan Estratégico de Lucha Contra el Narcotráfico 2007-2010 (Pelcn), en un acto público realizado en la zona productora de coca del Chapare. La medida se enfrenta a las objeciones de Estados Unidos, que sólo tolera 12.000 hectáreas de superficie máxima cultivable para consumo tradicional.
La planta de coca, que tradicionalmente se usa en infusión, masticación y rituales religiosos aymara, se ha convertido en un punto central en la política bilateral entre Washington y La Paz, desde que Bolivia saltara al plano mundial con sus cultivos de coca. Morales tiene la firme decisión de impulsar la industrialización de la hoja de coca con el soporte del gobierno de Venezuela, que proveerá un millón de dólares para este fin. “En Bolivia no habrá coca cero, pero sí cocaína cero”, aseguró nuevamente el mandatario indígena.
Morales, que hace un mes pidió a Estados Unidos reducir las tasas de consumo interno de droga para promover en consecuencia una baja en la producción de coca excedentaria en Bolivia, informó que su Pelcn busca que este país andino pueda aplicar planes sostenibles de control de la hoja de coca. Otra de las medidas que anunció es la designación en 2007 de un delegado presidencial para coordinar las nuevas políticas gubernamentales relativas a este cultivo.
La decisión de Morales, quien forjó su liderazgo como líder de los cultivadores de coca de los valles centrales bolivianos, no fue comentada por la embajada estadounidense en La Paz, aunque la administración del presidente George W. Bush ya cuestionó, en varias oportunidades, un aumento en los cultivos de coca en Bolivia. El embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, insiste en que no se podrá controlar el narcotráfico sin reducir las plantaciones de la hoja de la que se extrae la materia prima para fabricar cocaína.
Christy MacCampbell, subsecretaria adjunta para Asuntos de Drogas de Estados Unidos, admitió en una reciente visita a Bolivia la preocupación de su gobierno por las nuevas políticas o propuestas de políticas del gobierno de Bolivia para cultivar más coca y expresó su convencimiento de que Morales no va a poder controlar ese excedente. La funcionaria transmitió el temor de la Casa Blanca de que Bolivia pueda retornar a principios de la década del 80, cuando era el principal productor de coca de la región, por encima de Colombia y Perú. Entre 1997 y 2002 Bolivia erradicó 60.000 hectáreas, cantidad suficiente para procesar 250 toneladas anuales de droga.
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