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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tomó juramento ayer al nuevo gabinete para el mandato 200713, con la orden de trabajar en la construcción de la vía venezolana hacia el socialismo. Y aprovechó justamente la ocasión para anticipar las primeras medidas económicas: estatizar los sectores de electricidad y telefonía. Además, defendió su decisión de no renovar la licencia a la televisora privada Radio Caracas Televisión (RCTV), medida criticada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. El mandatario venezolano tendrá su propia ceremonia de jura mañana, tras ser reelecto para un nuevo mandato de seis años el 3 de diciembre pasado, con 63 por ciento de los votos.
“Hay que nacionalizar lo que ha sido privatizado”, aseguró Chávez ayer, en lo que se consideró un anticipo de lo que será su discurso de jura de mañana. Para ello, el mandatario pedirá al Parlamento –conformado en su totalidad por partidos chavistas tras la retirada de la oposición de las elecciones legislativas de diciembre 2005– aprobar una ley que le confiera poderes al Ejecutivo para nacionalizar esos sectores estratégicos. “Vamos a pedir poderes especiales para un conjunto de leyes revolucionarias que deben impactar con una potencia mucho mayor que las que incorporamos con la Ley Habilitante de 2001”, afirmó.
El anuncio se dio en el marco de la jura de sus ministros, tras una profunda remodelación de su gabinete. “¿Juran ante Dios, ante nuestro pueblo, ante el Dios de sus padres, ante la Patria toda, no dar descanso a sus brazos ni reposo a sus almas en la construcción de la vía venezolana hacia el socialismo?”, preguntó Chávez en el acto, que se celebró en el
teatro Teresa Carreño. Uno de los cambios más sorpresivos del gabinete fue el de uno de los pesos pesado del gobierno chavista: el ex vicepresidente José Vicente Rangel, quien fue despedido con honores y recibió una réplica de la espada del libertador Simón Bolívar. “Los que dejamos el gobierno no dejamos la revolución. Salimos del gobierno para defender en las calles el socialismo”, afirmó Rangel. En su lugar asumió el psiquiatra Jorge Rodríguez, ex presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien prometió trabajar para convertir a Venezuela “en un Estado de felicidad, en un país de iguales e incluidos, de paz y democracia”.
Por decreto, las carteras del Poder Ejecutivo pasaron a llamarse ministerios del Poder Popular. Entre los nuevos ministros están Adán Chávez, hermano del presidente, en el cargo de titular de Educación; Rodrigo Cabezas, en Finanzas, y Pedro Carreño, en Interior. En sus cargos quedaron confirmados los ministros de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez; Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro; Defensa, Raúl Baduel, y Comunicación e Información, William Lara. Chávez decretó asimismo la creación de dos nuevos ministerios: el de Telecomunicaciones, a cargo de Jesse Chacón, ex ministro de Interior, y el de Pueblos Indígenas, a cargo de Nizia Maldonado.
El mandatario venezolano aprovechó además el acto para insultar al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, quien pidió el viernes pasado que se reconsiderara la decisión de no renovar la concesión de RCTV, en el aire desde 1953. Insulza dijo que sería muy mala señal por tratarse de una medida “sin precedentes en las últimas décadas de democracia en América Latina”. Chávez le respondió con la dureza que acostumbra utilizar. “Insulza es un verdadero pendejo, desde la P hasta la O. Debería renunciar a la secretaría de la OEA, el insulso doctor Insulza, por atreverse a jugar el papel de un virrey del imperio”, afirmó Chávez. El nuevo vicepresidente cerró filas detrás de él. “El espacio radioeléctrico no está para insultar, para convocar al magnicidio o a la guerra civil, está para informar, comunicar instruir y entretener”, afirmó Rodríguez.
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