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El mundo|Viernes, 20 de abril de 2007

Acusan a Uribe de permitir masacres de los paramilitares en sus fincas

El senador opositor Gustavo Petro denunció al gobierno colombiano de haber empleado la estrategia del “vale todo” con tal de acabar con la guerrilla.

Por Pilar Lozano *
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El gobierno de Alvaro Uribe está siendo investigado por sus nexos con los paramilitares.

Desde Bogotá

¿Es posible un acuerdo nacional por la verdad para conocer todo el horror que ha vivido Colombia en los últimos años? La propuesta fue planteada esta semana por el senador Gustavo Petro durante el debate promovido por él y en el que, armado de testimonios, expedientes e informes de inteligencia, trató de acorralar al gobierno reviviendo episodios ocurridos en el departamento de Antioquia cuando el reelegido presidente Alvaro Uribe era gobernador (1995-1997). Anoche, el clima de tensión era tal en Bogotá que el propio mandatario salió por televisión para dar su versión de los hechos.

Gustavo Petro, figura indiscutible del opositor Polo Democrático Alternativo, unió los hilos de la historia trágica de los últimos años en este país, para demostrar que el gobierno ha empleado la estrategia del “vale todo”, con tal de acabar con la guerrilla y con la izquierda. Esa estrategia, aseguró, “generó el monstruo paramilitar”. Gustavo Petro afirmó que el primer mandatario, como gobernador, avaló a dos narcotraficantes y paramilitares como jefes de Convivires –cooperativas de seguridad privadas, incentivadas por Uribe en Antioquia y creadas por el gobierno de entonces– que terminaron cometiendo masacres. El dirigente opositor aseguró que los nexos de los políticos antioqueños con los paramilitares crecieron a la sombra de estas cooperativas y que Uribe no hizo nada para evitarlo. Anoche el presidente negó que estas cooperativas hayan ayudado a fomentar el conflicto interno.

Según contó, hubo reuniones de paramilitares y masacres en dos fincas de la familia del mandatario. Y sembró dudas: “¿Qué hacía un helicóptero de la gobernación en medio de una masacre ejecutada por los paras?”. El ministro de Gobierno y Justicia, Carlos Holguín, escudero del presidente en este debate, calificó de “novelón” lo dicho por Petro. Fue una defensa que muchos analistas tacharon de débil. El ministro trató de estigmatizar al senador Petro por su pasado guerrillero: perteneció al M-19, grupo que dejó las armas en 1991. El pasado miércoles el propio presidente Uribe trató de deslegitimar al senador: “Eso de ser mediocre guerrillero y lucido calumniador, habla muy mal de la guerrilla”.

Las denuncias del senador opositor tuvieron tal repercusión que ayer se supo que el Congreso estadounidense decidió suspender el desembolso de 55 millones de dólares destinados a las fuerzas armadas colombianas. Esta decisión, que no fue anunciada formalmente, también es un resultado de la investigación que publicó el diario Los Angeles Times dos semanas atrás, en la que acusa al jefe del ejército colombiano, el general Mario Montoya, de mantener vínculos con un jefe paramilitar. El artículo se basaba en un informe de la CIA.

Hasta ahora Uribe había rehuido a discutir la llamada “parapolítica” en público. Sólo lo hizo para defender a su ex canciller María Consuelo Araújo. Sin embargo, la suspensión de los fondos estadounidenses más la posibilidad de que esto afectara las negociaciones en el Capitolio por el TLC llevaron al mandatario colombiano a aparecer en televisión anoche. “Los amigos de la guerrilla han jugado a desacreditar al gobierno colombiano en Estados Unidos para afectar la aprobación del TLC y la ayuda de Estados Unidos a Colombia”, sostuvo Uribe.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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