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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que aunque el pueblo se lo pida no se presentará como candidato a las elecciones en 2010 en caso de una reforma que lo habilite. Lula justificó su repudio a un tercer mandato consecutivo: “Cuando un dirigente político comienza a pensar que es imprescindible, que es insustituible, comienza a nacer un dictadorcito”, dijo en entrevista con Estado do Sao Paulo.
El mandatario rechazó versiones de actores políticos y medios de prensa de que pretende extender su permanencia al frente del gobierno, que asumió por primera vez en enero de 2003 y luego mantuvo con un segundo mandato iniciado en enero de 2006. “Ni si el pueblo lo pide en la calle seré candidato en 2010. Mi mandato termina el 31 de diciembre de 2010. Paso entonces la banda presidencial a otro presidente”, dijo Lula ayer al diario paulista, en lo que es la primera entrevista concedida en exclusiva desde que llegó al poder en 2003. El líder legendario del PT descartó una reforma constitucional, pero evitó meterse con el caso venezolano. “Chávez está proponiendo una reforma en la Constitución. Si tiene la mayoría para hacerlo... Yo no pido eso porque soy adepto a la alternancia de poder”, aseguró.
De todas maneras, garantizó que no se alejará de la política. “Quiero llegar fuerte al fin de mi mandato para tener influencia en el proceso de sucesión. No permaneceré neutro. Tengo posición política y tengo partido. Yo quiero subir al estrado”, dijo. En ese sentido, sostuvo que es necesario que su fuerza, el Partido de los Trabajadores (PT, históricamente de izquierda), adopte un candidato único para los comicios –pese a algunas diferencias internas en ese aspecto– ya sea del mismo conglomerado o uno en base a acuerdo con aliados. “Si tenemos juicio, construiremos esa candidatura única. Ser del PT o no ser del PT es un problema que el partido deberá decidir”, agregó.
Sobre el perfil del candidato a su sucesión Lula fue enfático: “Debe ser aquel que dé continuidad a la política que estamos aplicando ahora”.
Además, evaluó como factible que sea una mujer. “Creo que es posible tener una mujer en la presidencia”, dijo, citando los casos de Argentina y EE.UU., donde tanto la primera dama Cristina Kirchner y la ex primera dama Hillary Clinton tienen grandes chances de alcanzar el cargo.
En la misma entrevista, Lula dijo que su gobierno “a priori” no está en contra del llamado Gasoducto del Sur ni del Banco del Sur, proyectos de Chávez que han enfrentado algunas resistencias en Brasil, y negó que haya divergencias entre los países de la región.
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