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Desde Moscú
Gari Kasparov, ex campeón mundial de ajedrez y uno de los líderes de la oposición irreconciliable al actual régimen, fue puesto ayer en libertad después de cinco días de arresto por organizar y participar en una marcha no autorizada contra el presidente Vladimir Putin. Mientras tanto, Putin repasó los éxitos de su gestión en un breve mensaje televisivo y nuevamente advirtió que éstos no serán mantenidos automáticamente, por lo que pidió a los rusos acudir el domingo a las urnas y votar a Rusia Unida, cuya lista encabeza.
La Otra Rusia, el movimiento que ha nominado a Kasparov candidato a las presidenciales de marzo próximo, no participa en las elecciones parlamentarias del domingo ya que formalmente no es un partido político y, por ello, según la ley, no puede registrar una lista de candidatos a los comicios. En esta legislatura se han aprobado diferentes leyes que han ido limitando las posibilidades de participación de la oposición. A algunos partidos políticos, con diversos pretextos técnicos, se les ha negado el registro automáticamente privándolos de poder competir en los comicios. Kasparov fue llevado directamente desde la cárcel a su casa, adonde llegaron a felicitarlo varios políticos de la oposición, entre ellos los dirigentes de la Unión de Fuerzas de Derecha Nikita Belij y Boris Nemtsov. Ambos habían participado en el piquete non stop ante el centro de detención donde se encontraba el genial ajedrecista. Kasparov salió después a la calle, donde fue vitoreado, e hizo declaraciones en las que, entre otras cosas, criticó a Occidente por haber dado “carta blanca” al régimen de Putin. Kasparov denunció que durante los días en que estuvo preso no le permitieron visitas ni encuentros con sus abogados y advirtió que el “régimen está entrando en la peligrosa fase de convertirse en dictadura”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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