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El mundo|Martes, 11 de diciembre de 2007
EL PRESIDENTE DE BOLIVIA SE CONGRATULO DE LA NUEVA CONSTITUCION

Evo dará batalla a la oposición

Morales denunció a su paso por Buenos Aires “una conspiración internacional con EE.UU. a la cabeza”. Ratificó que en la Carta Magna, Bolivia prohíbe bases militares norteamericanas. Además, acusó a los gobernadores opositores de racistas y violentos.

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“Estamos transformando el país mediante reformas pacíficas y democráticas”, señaló.

El gobierno de Bolivia celebró ayer en Buenos Aires la Nueva Constitución aprobada en ese país. En una conferencia de prensa, el presidente boliviano Evo Morales anticipó que no se quedará de brazos cruzados frente a los grupos oligárquicos y la conspiración internacional encabezada por Washington. “Hay una conspiración internacional contra nuestro gobierno con la embajada de Estados Unidos a la cabeza”, denunció. “Pero vamos a seguir dando batalla”, añadió. En un balance optimista de su gestión, Morales destacó la redistribución de los recursos naturales y acusó a los prefectos opositores de racistas y violentos. Después de expresar su admiración por el líder cubano Fidel Castro y su respeto por el mandatario venezolano Hugo Chávez, el dirigente aymara denostó a los gobiernos neoliberales que lo precedieron, sin dejar de recordar el dolor de muelas que sufrió su padre 15 años atrás en medio de la pobreza.

Mientras gobernadores (prefectos) de cinco departamentos de Bolivia preparaban ayer una resistencia civil contra la nueva Constitución (ver recuadro), el líder indígena se mostró confiado en los rápidos acuerdos logrados en la Asamblea Constituyente que el domingo pasado aprobó en Oruro la Carta Magna. “En dos semanas se volcó la situación con la fuerza del pueblo, con representantes de todos los nueve departamentos de Bolivia y casi todos los partidos, incluso cuatro de Podemos (principal partido opositor), porque otros tres de esa fuerza se retiraron”, señaló Morales. “Ganamos una nueva batalla”, aseguró.

Vestido con su habitual campera de guaya negra, el mandatario detalló los puntos más sobresalientes de la nueva Constitución, como el carácter de Estado plurinacional, el respeto por la propiedad privada, estatal, comunitaria y la protección de los recursos naturales. Gracias a la nacionalización, agregó, creamos el bono escolar Juancito Pinto para eliminar el analfabetismo y la renta para ancianos, en un país donde la mayor parte de la población no goza de jubilación. “Me he arrepentido por apostar a la renta de vejez, porque ahora sólo me saludan ancianas”, dijo el presidente soltero en medio de risas.

Luego de ratificar que en la Carta Magna Bolivia renuncia a la guerra y prohíbe bases militares norteamericanas, Morales defendió su gobierno y minimizó la representatividad de los sectores conservadores. “Estamos transformando el país mediante reformas pacíficas y democráticas”, señaló. “Los grupos adversarios son cada vez más reducidos pero más violentos”, añadió. A continuación insistió en que los que se oponen a su gobierno no son regiones, sino pequeños grupos cívicos y algunos prefectos que también son empresarios. “Están pensando en la plata, no en la patria”, dijo.

Para el presidente indígena, detrás de la oposición de los grupos privilegiados hay un cuestión de racismo. “Algunos grupos oligárquicos no aceptan los cambios”, expresó. Ellos se preguntaban, dijo Morales, cómo un indio iba a hacerlo. Pero luego se dieron cuenta de que el indio se iba a quedar, prosiguió, y empezaron con la conspiración. “Yo no estoy asustado, vengo de las luchas sindicales, sé donde me he metido”, advirtió.

En cuanto a la disputa por los recursos que se esconde detrás del reclamo autonómico de la oposición, el mandatario respondió a Página/12 que hubo una mala distribución de esos bienes. “Los comités cívicos ya no quieren la mamadera del centralismo nacional, sino el centralismo departamental para seguir saqueando recursos”, fustigó. “Pese a eso, luchamos por la autonomía indígena”, agregó. Ante el reclamo que le ha hecho la Central Obrera Boliviana (COB) al gobierno para que la reconozca como actor político, Morales dijo a este diario que las centrales departamentales le han dado un apoyo impresionante luego de que el presidente se reuniera con varios dirigentes sindicales. “El movimiento asalariado se suma a la lucha y llama a enfrentar a los grupos oligárquicos”, señaló.

Después de explicar que el Palacio Quemado había recibido el apoyo del presidente de la OEA, el líder aymara aconsejó a Estados Unidos que respetara la democracia. “No se puede entender cómo un embajador, en vez de hacer diplomacia, hace política. Que no venga a conspirar”, advirtió. Asimismo, Morales criticó a la ONG Oxfam y a la agencia norteamericana de desarrollo Usaid por su papel desestabilizador. “Financiaron al movimiento indígena y campesino a cambio de que no me apoyen, pero le han dicho que no”, denunció.

Informe: Juan Manuel Barca

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