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La dama de la revolución naranja, Yulia Timoshenko, se convirtió ayer en primera ministra de Ucrania, al recibir el apoyo mínimo requerido de 226 diputados de la Rada Suprema, el Parlamento formado por 450 escaños. Era el tercer intento de aprobar la candidatura propuesta por el presidente, Víctor Yushenko. En la votación a mano alzada, Timoshenko fue respaldada por las “fuerzas naranja”, a saber 156 diputados de su propio bloque y 70 diputados (de un total de 72) de Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, un conglomerado que apoya al presidente Yushenko.
La incógnita se mantuvo hasta el final, ya que el ex primer ministro Yuri Yejanurov se resistía a votar a la populista Timoshenko, el diputado Iván Pliush, muy próximo a Yushenko, se abstuvo, y un tercer diputado estaba enfermo. Timoshenko tuvo que votar por sí misma. Con la elección de la primera ministra concluye el reñido proceso de concertación de intereses entre las distintas fuerzas que consiguieron representación parlamentaria en las elecciones anticipadas del 30 de septiembre. En contra de lo esperado por Yushenko, esos comicios no aclararon el panorama político, sino que confirmaron la división del espectro político en dos grandes bloques muy igualados y la dificultad para formar un gobierno cómodo.
El nuevo gobierno incluye además el nombramiento de Volodymyr Ogryzko, un ferviente defensor de la entrada de Ucrania a la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como nuevo ministro de Relaciones Exteriores. Ucrania está atenazada entre Polonia y Rusia, es un país clave en el tránsito del gas natural ruso hacia los países de la UE, pero mantiene una tensa relación con el Kremlin desde la llegada a la presidencia en Kiev del prooccidental Viktor Yushenko.
Timoshenko acudirá a figuras conocidas para constituir su gabinete. Yuri Yejanurov será ministro de Defensa, Yuri Luzenko volverá a ser ministro del Interior y Vladimir Ogrysko ocupará la cartera de Exteriores después de que su titular, Arseni Yazenyuk, sea nombrado presidente del Parlamento.
La electa primera ministra, de 47 años, procede de la ciudad de Dniepropetrovsk y fue primera ministra de febrero a septiembre de 2005. Antes, de 1995 a 1997, dirigió la corporación Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania, y de septiembre de 1999 a enero de 2001 fue viceprimera ministra. Destituida y acusada de distintos cargos que no fueron probados, Timoshenko estuvo 42 días en la cárcel. Tras la revolución naranja, las acusaciones fueron archivadas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12
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