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El mundo|Viernes, 18 de enero de 2008
SE HABLA DE MAS LIBERACIONES Y CRECE LA TENSION ENTRE BOGOTA Y CARACAS

Habría contactos por los rehenes

Una cadena de radio anunció que sería inminente la entrega a Caracas de un grupo de cautivos enfermos a través de la Cruz Roja. Un rehén norteamericano estaría en el grupo.

Por Katalina Vásquez Guzmán
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Una marcha en Bogotá la semana pasada para pedir la liberación de los rehenes de las FARC.

Desde Bogotá

Una semana después de que las FARC devolvieron la libertad a dos de sus rehenes, la emisora local La W Radio informó ayer que la guerrilla anunciaría la entrega de más rehenes a Venezuela, entre ellos uno de los tres estadounidenses en su poder.

El anuncio, que no fue confirmado ni desmentido por los principales actores del conflicto, llega en medio de un pico de máxima tensión en las relaciones entre Colombia y Venezuela, tras la publicación de comunicados de las Cancillerías de ambos países. Hugo Chávez “confunde la cooperación con la injerencia” en asuntos internos de Colombia, dice el texto colombiano. Alvaro Uribe “está obsesionado con la guerra”, señala el venezolano.

El tema de la liberación de más rehenes apareció en la agenda noticiosa luego de que la emisora, citando fuentes propias, afirmara que las FARC estarían a horas de anunciar una entrega masiva de secuestrados a Venezuela. Se trataría de un ciudadano estadounidense y otros secuestrados enfermos.

“El punto central de la operación sería de nuevo la ciudad de Caracas”, informó la emisora. La Cruz Roja Internacional serviría de garante nuevamente, detalló el mismo noticiario.

La noticia impactó porque una de las liberadas la semana pasada, Consuelo González, había aparecido con pruebas de vida de ocho secuestrados, cartas y fotos que muestran el deterioro del estado emocional y de salud de los prisioneros.

Mientras la mayoría de los medios de comunicación nacionales decidieron no difundir la información al no poder confirmarla, fuentes oficiales optaron por la cautela.

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el embajador de Estados Unidos en Colombia dijeron no tener información oficial alguna sobre la supuesta nueva liberación. En rueda de prensa en Bogotá, Santos explicó, no obstante, que de darse la confirmación del acuerdo las fuerzas militares colombianas lo apoyarían.

Por su parte, el ministro de Interior venezolano, Ramón Rodríguez Chacín, declaró a Radio Caracol que la guerrilla no había informado el asunto al gobierno venezolano. Rodríguez Chacín había recibido a las liberadas en selvas colombianas y las llevó a Venezuela, y además había dirigido la logística general de la Operación Emmanuel.

La senadora Piedad Córdoba, entrevistada por La W sobre el tema de la liberación, pidió que se respetaron los tiempos de los negociadores: “Con lo que ha pasado con las liberaciones anteriores, los familiares tienen una inmensa preocupación para que esto llegue a feliz término y por eso creo que se debe tener mucha discreción”, dijo la senadora.

Entre tanto, continuó la guerra de declaraciones entre Colombia y Venezuela. Uribe había guardado silencio desde su escueto reconocimiento a Chávez en el día de la liberación de Rojas y González, silencio que se extendió hasta su encuentro con los mandatarios latinoamericanos en la posesión del presidente de Guatemala el lunes último. Pero ayer el presidente colombiano retomó la batalla mediática y diplomática que mantiene con el líder de la república bolivariana.

Bogotá emitió un comunicado de Cancillería donde dice que “el gobierno de Colombia solicita al presidente Hugo Chávez cesar agresiones contra nuestro país (...) El gobierno de Colombia insistirá, a través de los canales diplomáticos para que pueda haber un diálogo argumental y constructivo con el gobierno de venezuela”.

Horas antes, desde Nicaragua, Chávez había acusado al gobierno colombiano de retardar la búsqueda de la paz “por mandato del imperio norteamericano”.

Caracas reaccionó al comunicado de Bogotá con el anuncio de que su embajador no volvería a Colombia y que quedaría a cargo de la delegación el encargado de Negocios, una clara señal de enfriamiento. Para que no queden dudas, horas después el ministro de Relaciones Exteriores venezolano despachó su propio comunicado: “El comunicado de la Cancillería colombiana está plagado de cinismo e hipocresía. Sus vaivenes vacilantes y su confusa retórica son producto de la contradicción que genera la prédica pública de la concordia con la búsqueda permanente de la escalada bélica”.

En un aparte, el comunicado hizo fuertes afirmaciones en contra de Uribe: “El presidente Uribe no está comprometido con el intercambio humanitario, sino ciegamente empecinado en demostrar sus argumentos de guerra. Más preocupado por salvar las apariencias que por salvar las vidas de sus conciudadanos, el gobierno colombiano arremete contra el presidente Chávez, porque es el único que ha tenido éxito en la liberación de rehenes y ha explorado el único camino hacia la paz y la unidad que necesita nuestro pueblo hermano: el camino del diálogo y el entendimiento”, señala el texto.

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