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Con la imagen del guerrillero más viejo del mundo al hombro, Fabio Restrepo recorrió las calles de Medellín junto a unas 500 mil personas en la marcha “Un millón de voces contra las FARC”, que se realizó ayer en 45 ciudades de Colombia y 150 en el mundo, y convocó millones de ciudadanos. Fue la más grande protesta civil de los colombianos en los últimos años y demostró, en buena medida, que están cansados de los grupos ilegales, de los secuestros y de la violencia que azota al país desde hace más de cuarenta años. Pero también, la enorme movilización de ayer, evento transmitido en directo por todos los canales de televisión y emisoras de radio nacionales, fue muestra de la polarización que vive Colombia. En todo el mundo se escucharon los gritos de los manifestantes: “No más FARC”. Muchos de los que salieron a las calles, por su parte, lo hicieron para manifestar contra cualquier forma de violencia. Y sectores sociales organizados, como el partido opositor Polo Democrático Alternativo, marcharon por la consecución de un acuerdo humanitario.
A las doce del mediodía de ayer, los colombianos empezaron a dar los pasos de la solidaridad con los secuestrados en los que, hasta ayer, sólo avanzaban los familiares y amigos de los rehenes. También, por primera vez en la historia del país, hombres y mujeres gritaron sin miedo sus sentimientos frente al conflicto armado y enfrentaron pública y masivamente a la guerrilla de las FARC para decirles que “no son el ejército del pueblo”, como lo pintó Fabio en el retrato, marcado con una equis, de Tirofijo, el máximo jefe de la organización ilegal.
Otros aprovecharon el espacio para recordar que también grupos paramilitares y el mismo Estado colombiano han sido victimarios en esta guerra, como lo manifestó a Página/12 Amparo Restrepo, de la organización Madres de la Candelaria, familiares de secuestrados y desaparecidos. “Creemos que la protesta no debe señalar solamente a las FARC, sino decirles a todos los grupos armados que estamos cansados, que liberen a nuestros amigos y compatriotas, y que la solución al conflicto está en todos”, declaró Restrepo.
Junto con las Madres de la Candelaria, en el Parque Berrío de Medellín, se concentraron los militantes de Polo Democrático Alternativo, como una forma alternativa de protestar. En Bogotá, el partido de izquierda realizó una marcha diferente a la convocada desde el sitio de Internet Facebook, y que fue el inicio de la masiva movilización mundial de ayer. Un grupo de jóvenes creó un grupo virtual al que se unieron 300 mil personas en la plataforma virtual, y que ayer recibió masivamente el apoyo de millones de colombianos en Colombia y el mundo.
Desde las cárceles, algunos guerrilleros presos también se manifestaron en contra de la violencia, mientras que en una parroquia católica, en Bogotá, familiares de los secuestrados se reunieron para rezar. Tenían miedo de retaliaciones de las FARC si decidían marchar, así que propusieron un espacio “espiritual” para manifestarse. Allí se encontraron algunos de los hijos y esposas de los tres rehenes que la guerrilla liberará en los próximos días: los parlamentarios Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán, quienes, según la guerrilla, serán entregados a Venezuela. El gobierno de ese país informó ayer que ya inició “contactos y acciones” para adelantar la operación humanitaria, mientras que la senadora colombiana liberal Piedad Córdoba les informó a las familias que “no serán inmediatas” tales liberaciones. A ella también se dirigieron los colombianos que marcharon ayer. De guerrillera y terrorista la señalaron algunos, mientras que otros enviaron mensajes de gratitud por sus gestiones con Venezuela para la libertad de los rehenes.
Los organizadores de la marcha, que recibieron el apoyo de los gobiernos nacional y municipales para desarrollar la protesta, le contaron a este diario que la jornada fue exitosa. “El balance es positivo, maravilloso, los ciudadanos respondieron y despertaron del aletargamiento de indiferencia en que vivíamos”, dijo Ramiro Arias, del grupo base de la organización Colombia Soy Yo. El joven, quien también comenzó su compromiso a través de Internet, manifestó que “con lo que pasó ayer el mundo pudo conocer que necesitamos su apoyo en el rechazo a la guerra y quiénes la hacen. Los colombianos de a pie les dijimos ayer a los países que apoyan a las FARC que están equivocados, y que les pedimos entender nuestra realidad”.
Por su lado, el presidente colombiano Alvaro Uribe se desplazó hasta la ciudad de Valledupar (Norte) para protestar también, mientras la oposición lo criticó de promover la marcha para promocionar un tercer período presidencial. Así lo creyó Astrid, la hermana de la rehén Ingrid Betancourt, que ayer calificó la convocatoria anti-FARC de “manipulación grotesca” de Uribe.
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