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El mundo|Jueves, 7 de mayo de 2009
Miles de evacuados en Pakistán por el avance de los islamistas

El talibán va a fondo y al choque

Desde hace diez días, el ejército ha lanzado una ofensiva en los distritos vecinos de Buner y Lower Dir y se libran encarnizados combates después de que los islamistas ganaran terreno en Swat, hasta unos 100 km al noroeste de Islamabad.

Por Andrew Buncombe *
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Paquistaníes evacuados en la ciudad de Mingora, en el conflictivo valle de Swat.

En ómnibus, en automóvil y a pie, miles de personas huyeron de Mingora, capital del distrito de Swat, ayer mientras el ejército paquistaní usaba helicópteros armados y rondas de morteros para tratar de sacar a los combatientes talibán. Trabajadores humanitarios dijeron que habían registrado a 45.000 personas obligadas a abandonar sus hogares en los últimos cuatro días y afirmaron que el número pronto podría crecer. El gobierno estimó que hasta 500.000 personas podrían huir del valle de Swat antes de una posible importante ofensiva contra los militantes.

Desde hace 10 días, el ejército ha lanzado una ofensiva contra los combatientes islamistas en los distritos vecinos de Buner y Lower Dir, después de que los islamistas aprovecharan el alto el fuego firmado a mediados de febrero para ganar terreno en Swat, hasta unos 100 km al noroeste de Islamabad. “Es una guerra total ahí. Los cohetes están aterrizando por todos lados”, le dijo a Associated Press Laiq Zada, que huyó de la zona de peligro. “Tenemos la ropa que llevamos puesta y una esperanza en la casa de Dios. Nada más.” La afilada ofensiva militar ocurría mientras el líder de Pakistán, Asif Ali Zardari, se reunía ayer en Washington con Barack Obama y el líder afgano Hamid Kazai. Muchos en Washington estarán animados por la decisión de Zardari y del ejército de luchar contra los militantes.

Pero hay dudas sobre la capacidad militar para la operación, y el costo humano que conlleva. Un conflicto interminable sólo aumenta el éxodo a largo plazo. Algunos pueden sentir que no tienen nada por qué volver. “No tengo un destino. Sólo tengo un objetivo: escapar de aquí”, dijo Afzal Khan, que estaba esperando un ómnibus con su mujer y nueve hijos. “Es como si fuera el Juicio Final. Es como el infierno.”

Ariane Rummery, una portavoz del Comité de Derechos Humanos de la ONU, dijo: “Nuestros trabajadores han visto gente a pie, en ómnibus y en automóviles. La gente se va”. Dijo que se había establecido una serie de campos para la gente desplazada, pero que de los 45.000 registrados hasta ahora menos de 3000 estaban viviendo en carpas. La gran mayoría pudo alquilar algo o estaba quedándose con sus familias o amigos. Este es el patrón desde los últimos doce meses del conflicto. “Los campos son el último lugar”, añadió.

La ofensiva militar ocurre a continuación de un colapso de una controvertida tregua de tres meses en Swat que fue condenada en Occidente.

Como parte del trato, el gobierno de Zardari acordó permitir el establecimiento de juzgados de ley sharia en el valle. Sin embargo, los talibán no cumplieron con lo acordado de dejar las armas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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