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El mundo|Jueves, 31 de diciembre de 2009
Opinión

Los Tudor de Irán

Por Robert Fisk *

Nos gusta creer, así como los diarios y la televisión nos quieren hacer creer, que la batalla por Irán se pelea en las calles de Teherán, Isfahan o Najafabad. Falso.

El futuro de esa nación está siendo decidido en Qom, entre los líderes clericales del Islam chiíta iraní, y uno de los más influyentes, quizá el ayatolá más cercano al presidente Ahmadinejad, se mantiene en silencio.

No queda claro por qué Taqi Mesbah Yazdi, miembro de la Asamblea de Expertos, cuerpo formado por los clérigos que elegirán al líder supremo de Irán, se abstiene de opinar en un momento tan crítico y violento en la historia de la república islámica.

Pero demos por seguro que se mantiene en constante contacto con el presidente, cuya dudosa reelección ha provocado protestas callejeras, asesinatos, así como subsecuentes torturas y ejecuciones judiciales en Irán.

Porque si Ahmadinejad tiene un mentor en Irán, éste no es el ayatolá Ali Jamenei, el líder supremo, sino Mesbah Yazdi, un oligarca conservador de 75 años de edad que tiene enorme poder sobre la Guardia Revolucionaria y la milicia Basiji.

Para él, el fallecimiento, el pasado fin de semana, del gran ayatolá Hossein Ali Montazeri fue un alivio, como lo es para muchos de los clérigos conservadores, quienes por mucho tiempo temieron a la influencia reformista que el hombre tenía sobre la oposición en Irán.

La muerte de Montazeri, lejos de convertirse en una antorcha eterna para futuros reformistas, es una tragedia para aquellos que querían crear una sociedad civil más humana en el país. Pero ni siquiera con respecto de esta muerte habló Mesbah Yazdi.

Los dos grandes hombres que permanecen a la sombra de Montazeri son Mirhosein Musavi y el ex presidente Mohamed Jatami, que ahora peligran más que nunca.

La brutal represión en las calles de Teherán del último fin de semana tan sólo enfatiza la determinación de los conservadores de aplastar a sus opositores.

Si ambos fueron detenidos y el sobrino de Musavi resultó muerto el pasado domingo, ello significa que la batalla final por el alma de la república islámica será más que dramática.

Y si Ali Jamenei fracasa en sus deberes como líder supremo, ¿quién podría llenar sus zapatos? Muchos en Irán creen que a esa posición aspira Mesbah Yazdi. Si bien es verdad que él sólo controla a una pequeña facción ultraconservadora de la asamblea local, la política en Irán no se rige en el supuesto principio Occidental del mandato de la mayoría.

El pasado junio, Mesbah Yazdi dijo a la Guardia Revolucionaria que no debían preocuparse por los “terremotos” políticos que habían ocurrido desde las pasadas elecciones. “Sé que Dios creó este mundo como una prueba”, afirmó. “El líder supremo guarda muchas bendiciones que Dios nos ha dado, y en tiempos inciertos nuestros ojos deben volverse hacia él.”

Así es como Mesbah Yazdi quisiera que se gobernara Irán. Para entender al Qom, pensemos en la Inglaterra de los Tudor.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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