El Estado indio de Gujarat vivió ayer otra jornada de violencia entre las facciones musulmanas y nacionalistas hindúes, en que murieron al menos 60 musulmanes quemados vivos por una multitud de 300 hindúes que prendió fuego a sus casas por la noche en la ciudad de Ahmadabad. La chispa de los enfrentamientos se prendió literalmente este miércoles, con un incendio provocado por una turba a un tren en el que viajaban extremistas hindúes, y murieron carbonizadas unas 58 personas. Van 200 muertes en tres días.
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