- Los tres principales sindicatos de Italia llamaron ayer a una huelga general el 26 de abril en rechazo de las medidas de flexibilización laboral que el gobierno de Silvio Berlusconi quiere implementar.
- Berlusconi replicó menospreciando la movilización de dos millones de personas del último sábado –”fueron 700.000 y no dos millones”–, y acusando a los sindicalistas de ganarse la calle con promesas de almuerzos, viajes y turismo gratis.
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