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“El paro de transportes de Uruguay nos recuerda a la huelga de los camiones de Chile de 1973, que terminó con la caída del presidente socialista Salvador Allende”, dijo a Página/12 la escritora y periodista uruguaya María Esther Giglio. “No son obreros sino dueños de camiones que paran porque ha subido el gasoil, que se usa en camiones y tractores”, agregó en diálogo telefónico con este diario. La escritora, que además es abogada, es una figura del periodismo uruguayo y rioplatense, con una trayectoria de larga data. Entrevistó a escritores como Jorge Luis Borges, José Saramago y Juan Carlos Onetti, y es autora de libros como Los Tupamaros y De tupamaro a ministro sobre Pepe Mujica.
–¿Qué opinión le merece el paro de transportistas?
–Se trata de una huelga política, porque el aumento en el gasoil es de un porcentaje muy pequeño, casi ridículo. Una de las consecuencias más directas que puedo nombrar es que hay 500.000 kilos de pescado que se van a pudrir si no se soluciona el problema.
–¿Cuál es la sensación en la calle?
–Hoy fui al centro en taxi y los taxistas están en contra de la huelga, porque consideran que es una huelga política. Los dos partidos tradicionales están buscando cualquier cosa para reventar al gobierno de Tabaré Vázquez.
–¿Cuál cree que es la postura de la oposición?
–Hay una falta de aceptación general de lo que propone el gobierno. Los partidos tradicionales no soportan que la izquierda haya asumido el gobierno. Le dan manija a cualquier cosa.
–¿Cuál es su opinión del gobierno?
–El Frente Amplio no ha promovido grandes cosas, pero sí transparencia y honestidad, además del deseo de hacer las cosas bien. El país está teniendo gran aceptación internacional, por ejemplo con el pago de la deuda externa. El índice de confianza es muy alto. Hay una gran aceptación popular del gobierno.
Reportaje: V. S.
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