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El país|Viernes, 18 de abril de 2008
LA ESTRATEGIA DEL GOBIERNO EN TORNO DEL HUMO

Un asunto brumoso

La preocupación presidencial fue que los porteños no cargaran las culpas en el Gobierno. Y mostrar lo que hacía el Ejecutivo para solucionarlo. Medio gabinete acusó y dio explicaciones.

Por Daniel Miguez
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Llueve sobre mojado, titularían Joaquín Sabina y Fito Páez. Humo sobre el agua, diría Deep Purple. No hablaban de la Argentina, pero las dos canciones sirven para graficar la secuencia: primero los dueños de los campos cortaron las rutas y ahora el corte lo hace el Gobierno por el incendio de los campos, cuyo humo ya llegó hasta la costa uruguaya. Algunos ruralistas hicieron trascender que la quema era obra de pirómanos, pero los informes que llegaron a la Casa Rosada de gobernadores e intendentes de las zonas afectadas hablan de productores agropecuarios irresponsables.

La bruma del miércoles en Buenos Aires impactó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ese mismo día por la tarde llamó a su despacho al ministro del Interior, Florencio Randazzo, que ya andaba corriendo atrás del tema.

Randazzo hablaba con gobernadores y con intendentes para tener una visión más o menos completa de lo que estaba pasando. La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, le contó que habían relevado 292 focos de incendio en unas 70.000 hectáreas. Los intendentes les decían que los dueños de los campos estaban quemando pastizales, pero que, casi todos, apurados, lo hacían sin pedir el permiso correspondiente. La quema de la maleza después de las cosechas es habitual. Y no sólo lo hace el sector agrícola; también el ganadero para que crezca más rápido el pasto con el que se ha de alimentar el ganado. Pero para eso deben pedir autorización a los organismos correspondientes en cada provincia. La norma está establecida, precisamente, para que la quema de pastos se haga en orden y bajo control sin provocar trastornos. Esta vez, por primera vez en muchísimos años (tantos que nadie puede asegurar que haya habido un antecedente similar), no ocurrió eso.

Según dijeron altas fuentes de la Casa Rosada a Página/12, a la Presidenta básicamente le preocuparon dos cosas: que la sociedad, sobre todo la porteña, no clave las culpas del humo en el Gobierno y que la actividad que estaba llevando adelante para controlar la situación no pasara desapercibida. Eso se lo hizo saber rápidamente a los funcionarios que tenían a su cargo áreas vinculadas al tema. Por eso Picolotti y Randazzo salieron ayer a hablar del tema en conferencia de prensa y, luego, en programas de radio y TV.

CFK, además, le pidió a Randazzo que se reuniera con los gobernadores de las provincias que tienen campos en llamas para coordinar la forma de parar el fuego y para identificar a los responsables y llevarlos ante la Justicia. Ese encuentro se produjo ayer por la tarde con los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli, y de Entre Ríos, Sergio Urribarri. El de Santa Fe, Hermes Binner, avisó que no iba a poder llegar a horario, justamente por el humo. No había vuelos a Aeroparque, Ezeiza tenía una fuerte congestión por la derivación de aviones y las rutas más rápidas hacia Buenos Aires estaban cortadas. Igual habló por teléfono extensamente con Randazzo.

El ministro, que lleva como uno de los principales estandartes de su gestión la ley de seguridad vial, el miércoles se desayunó con la noticia de que en la ruta 9 hubo un choque en cadena por el humo en el que hubo muertos. Y ordenó el corte hasta que el humo se disipara. Tampoco dejó salir a los micros que debían tomar por las rutas 9, 12 y 14. Y coordinó el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, para que la Gendarmería controlara los puntos más críticos en las rutas. Ayer la situación seguía igual. Hoy esperan que el viento juegue a favor.

Hubo funcionarios del Gobierno que creyeron ver una mano negra de algunos sectores de los productores agropecuarios para complicar aún más la difícil negociación entre las cuatro entidades rurales con el Gobierno. Sin embargo, según pudo saber Página/12, la Presidenta no avaló la teoría del complot. Sí, en cambio, habló de una grave irresponsabilidad de los dueños de esas tierras, que en los próximos días podrían empezar a desfilar por distintos tribunales.

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