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El país|Viernes, 25 de abril de 2008
EN UN DURO DISCURSO, NESTOR KIRCHNER ACUSO A LOS DIRIGENTES AGROPECUARIOS DE IR CONTRA LOS ARGENTINOS

“Sólo les importa el bolsillo de ellos”

Fue a días de finalizar la tregua con los empresarios. En un acto del PJ, Kirchner criticó a las entidades del agro. Las acusó de golpistas, las culpó por la suba de precios y las responsabilizó por las quemas y el humo.

Por Martín Piqué
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El acto había sido promocionado como la primera aparición pública de Kirchner tras el triunfo de su lista en el PJ.

“Duele en el alma que argentinos a los que les va tan bien, que tienen tanta rentabilidad, que ganaron tanto dinero, duele verlos mirar con la espalda y la nuca a los argentinos. No les importa el estómago ni el bolsillo de las familias de los argentinos. ¡Les importa la de ellos, nomás!” Con el rostro desencajado y la voz a punto de quebrarse, Néstor Kirchner coronó sus críticas con esa frase. En la intersección de ruta 205 y Racedo, una desolada esquina de Ezeiza que mostraba un típico paisaje empobrecido del conurbano, con familias que llevaban carritos de bebés, ropas sin primeras marcas y un porcentaje casi igual de mujeres y hombres, la multitud reaccionó como Kirchner se lo había propuesto. “¡Esooo!”, dijeron algunos. “Aguante Presi”, gritaron otros. No fue casual que citara aquella expresión. Buscaba la empatía de sus oyentes; conmoverlos, movilizarlos. Su intención volvió a quedar en evidencia cuando exhortó al “pueblo argentino” a ponerse de pie. “Este ex presidente, este argentino, este pingüino no les tiene miedo si se tiene que poner al frente de los miles, de millones de argentinos para acompañar con toda la fuerza a esta Presidenta”, advirtió. Fue la crítica más dura que se haya escuchado hasta ahora contra las entidades ruralistas que impulsaron el lockout. Escasas horas después, renunciaba el ministro de Economía.

Era un discurso de aprestos para la pelea. Por si faltaba ser más explícito, el propio Kirchner lo reconoció luego desde el micrófono. “Sé que tengo que estar en el campo de batalla para defender a nuestra presidenta.” El acto había sido promocionado como la primera aparición pública de Kirchner tras el triunfo de su lista en la elección de autoridades del PJ y la conformación del nuevo consejo nacional.

Kirchner comenzó su discurso recordando aquel 17 de noviembre de 1972 en que Perón regresó al país tras los años de exilio. “Cuando marchamos hacia Ezeiza, yo desde La Plata y muchos otros desde distintos lugares del país, para recibir a nuestro conductor: el general Perón”, recordó el santacruceño. Durante mucho tiempo Kirchner no fue proclive a citar mucho al fundador del justicialismo: a partir del conflicto con los productores del campo parece haber decidido incorporar menciones a Perón en todas sus intervenciones. Tras el capítulo histórico, Kirchner adelantó que iba a hablar desde su “puesto de batalla”. Y enseguida advirtió que lo que seguiría de allí en más iba a ser un duro cuestionamiento a los productores rurales. También habría críticas para “los economistas que quieren enfriar la economía para no consumir y exportar todo afuera”.

“No vengo a hacer ningún marco de especulación política. Con cariño y con profundo amor, con cariño a todos los argentinos, trataré de que podamos hacer juntos algunas reflexiones”, anticipó. Entonces recordó el estado en que había asumido la Presidencia en 2003: “Millones de argentinos estaban olvidados de la mano de Dios, la patria estaba acosada por el FMI, por sus deudas y por los errores de los que no estuvieron a la altura de su historia.” Luego envió un mensaje hacia los aliados que no pertenecen al PJ y que forman parte de la coalición oficialista. “Con la columna vertebral de este gran movimiento, y también con argentinos que no piensan como nosotros pero piensan en la patria, nos pusimos a reconstruir el país”, deslizó sin ninguna inocencia. Era un párrafo dedicado a frenar el descontento de los radicales K y las organizaciones sociales descontentas con el peso que está adquiriendo el PJ (ver nota aparte).

Los de siempre

El tono de Kirchner se hizo más fuerte, su voz se fue escuchando cada vez más afónica, cuando llegó el momento de identificar al adversario. El ex presidente habló de una continuidad histórica entre los organizadores de los golpes de Estado y los impulsores del lockout y los incendios de campos. “Aparecen los de siempre, los que frustraron y generaron 1955 y 1976. Aquellos que piensan solamente en ellos, que piensan que en la Argentina viven 300 mil o 400 mil personas. Y somos 40 millones de argentinos que queremos vivir, que queremos tener la posibilidad de ser.”

El discurso siguió con algunas menciones inéditas para el oficialismo: el reconocimiento de que los grupos agroexportadores habían ganado “muchísimo dinero con nuestro gobierno” y también la aceptación, por primera vez en un discurso público, de que en los últimos meses hubo una escalada de precios. Claro que Kirchner responsabilizó por ese incremento a los organizadores del lockout rural. “Los precios subieron por el desabastecimiento, por tratar de quebrar el mercado interno y el consumo, por cortar rutas. Yo no sé por qué nos llenaron de humo y queman los campos, por qué nos desabastecieron”, explicó y se quejó Kirchner.

En el escenario montado justo frente a la remodelada sede del comando central del PJ de Ezeiza se habían reservado varios asientos para los hombres designados en los primeros cargos del partido. Las cámaras pudieron retratar allí al dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico; a los gobernadores Sergio Urribarri (Entre Ríos) y Daniel Scioli (Buenos Aires), y al secretario general de la CGT, Hugo Moyano. También se mostraron en las primeras filas el gobernador chaqueño Jorge Capitanich y el vicegobernador Alberto Balestrini, futuro presidente del PJ bonaerense. Eufórico, el intendente Alejandro Granados, otrora menemista que solía organizar los asados oficiales para agasajar al riojano, se mostró exultante en su día de gloria. Granados cumple con cierta tradición del peronismo: su esposa Dulce Granados se dedica a lo social y coordina los comedores populares, su hijo Gastón Alejandro es titular de la Juventud Peronista del distrito y preside el club Tristán Suárez.

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