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El país|Viernes, 2 de mayo de 2008
ALBERTO FERNANDEZ SE PRESENTO EN EL SENADO Y NEGO QUE EN EL GOBIERNO EXISTA UN DOBLE COMANDO

“Es una perfecta imbecilidad mediática”

El miércoles, luego de negociar con el campo, el jefe de Gabinete fue al Senado para brindar su informe. Negó el doble comando y las versiones sobre su renuncia. La oposición se quejó por “la falta de definiciones concretas”.

Por Miguel Jorquera
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El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, expuso en el Senado durante cuarenta minutos.

La demorada y accidentada presencia del jefe de Gabinete en el Senado se concretó finalmente el miércoles por la noche. Durante casi cinco horas y frente a 40 senadores, Alberto Fernández se explayó largamente sobre el trabajoso acuerdo con las organizaciones agropecuarias (sólo en carnes y trigo) y salió en defensa del Gobierno cuando calificó como una “perfecta imbecilidad mediática” el cuestionamiento opositor sobre la existencia de “un doble comando” –entre Cristina y Néstor Kirchner– en la Casa Rosada. Desde las principales bancadas de la oposición volvieron a reprochar la “falta de definiciones concretas” sobre cuestiones tales como la distribución de la riqueza, coparticipación federal e inflación. También por las preguntas que el jefe de ministros dejó sin responder.

“El Gobierno no tiene dos comandos: tiene una Presidenta que manda en el Gobierno y está quien lidera el mayor espacio de la política argentina, que es Néstor Kirchner”, opinó Fernández en el recinto del Senado antes de sostener que le asombraba los reclamos para que “el mayor referente de la política nacional se calle la boca y no diga lo que muchos argentinos creemos”. Eran las 9 de la noche, ya había pasado media hora de su exposición que se prolongaría por otros diez minutos y el jefe de Gabinete venía de una larga jornada de negociación con las organizaciones agropecuarias en medio de un día cruzado por versiones sobre su renuncia. La pregunta se volvió inevitable para los senadores que esperan al ministro desde las tres de la tarde. “Quédese tranquilo que me va a seguir viendo”, le contestó al legislador que no quiso quedarse con la duda. Luego, Fernández no pudo contenerse y lanzó una ironía sobre la “preocupación” que desataron las versiones: “Los mismos que antes decían que manipulaba el presupuesto, apretaba periodistas y manejaba los medios, repentinamente me convirtieron en el más racional del Gobierno”.

Pero la ironía del ministro no aplacó los reproches opositores. Los senadores centraron las críticas en el manejo del Gobierno en la “crisis con el campo”, la “crisis energética”, la inflación y los “sobreprecios” en las obras públicas. Los cuestionamientos surgieron de los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, María Eugenia Estenssoro por la Coalición Cívica, el socialista Rubén Giustiniani y el fueguino José Martínez. Mientras, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, intentó poner paños fríos al debate.

Fernández aseguró que no había ningún dato de la realidad que avale el pronóstico de una inflación anual del 30 por ciento y calificó de “hacer el terrorismo verbal” a quienes “generan la psicosis inflacionaria”. Después embistió contra quienes proponen enfriar la economía: “es lo mismo que resolver el problema de alimento de mi hijo matándolo”. Tras varias definiciones sobre el conflicto agropecuario, Fernández también volvió a defender la política oficial: “Las retenciones móviles a las exportaciones de cereales son más justas que las fijas” y estimó que “desde que se implementa esta modalidad el porcentaje de retenciones debe estar entre el 38 y el 39 por ciento, no en el 49 como dicen algunos”.

“El ministro se explayó sobre el problema del campo pero dejó dudas sobre otros temas. Tampoco respondió con claridad cuando lo consultamos por escrito sobre los 54 millones de pesos que debían ir en ayuda social para el gobierno porteño y terminaron en la secretaría general de la Presidencia para comprar máquinas. Fernández reconoció el traspaso pero no responde si esa plata es para la compra del avión presidencial, con lo cual lo admite”, dijo a Página/12 el senador Samuel Cabanchik, de la CC.

Para el socialista Giustiniani, el informe de Fernández “fue previsible” y cuestionó la implementación de la devolución de retenciones a los pequeños productores: “Es una picardía del gobierno pedirle a las provincias que devuelva con su dinero un importe que no es coparticipable con la promesa de luego enviárselo”, afirmó a este diario.

Después de criticar aspectos de la política económica, Morales volvió a la carga sobre el “doble comando” presidencial. “El debilitamiento de la Presidenta es consecuencia de la ultraactividad del ex presidente Néstor Kirchner. Cuando la voz del hombre con mayor poder político del país se alza, lo único que se generan son obstáculos para la solución del conflicto”, sentenció el presidente de la UCR. El fueguino Martínez, del ARI, cuestionó la escasa inversión pública en su provincia: “Por falta de infraestructura, el gasoducto San Martín tiene una capacidad ociosa de 10 millones de metros cúbicos de gas por día, mientras importamos gas de Trinidad Tobago en dólares”, remarcó desde Río Grande.

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