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Desde Lima
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner llegó anoche a Lima con la confirmación de que será designada para liderar el diálogo por parte de América latina con la Unión Europea en el marco del encuentro de jefes de Estado que iniciará hoy. La función se extenderá hasta la próxima cumbre, dentro de dos años. La Presidenta mantendrá además varias reuniones bilaterales: hoy se verá con el mexicano Felipe Calderón y mañana con el español José Luis Rodríguez Zapatero y la alemana Angela Merkel, entre los más rutilantes. A seis horas de avión de la Argentina, Cristina Kirchner puede ilusionarse con despegar un poco del interminable conflicto con las entidades agropecuarias y retomar aquella idea de encabezar una gestión más atenta a las cuestiones de la política exterior.
Como muestra de reconocimiento a su defensa de las cuestiones de género, a la Presidenta al pie de la escalerilla la esperaba la ministra de Justicia, Rosario Fernández, quien unas horas antes también había recibido a Michelle Bachelet. Del aeropuerto, Cristina Kirchner fue directo al Hotel Marriott. En su habitación con vistas al Pacífico recibió al canciller Jorge Taiana, quien le pasó el informe del día. La principal noticia fue la confirmación de que la Argentina asumirá la presidencia del Comité Latinoamericano y Caribeño en la cumbre. “Nos comprometemos a ser los interlocutores de la región para transmitir nuestros intereses a la contraparte europea”, explicó Taiana el nombramiento. “Esperamos que las conversaciones que se produzcan en estos días entre los dos bloques permitan ganar puntos de coincidencia”, se esperanzó.
Desde hace años, las relaciones están trabadas por los subsidios agrícolas que reparten algunos países europeos. Pero en estas cumbres las promesas de un futuro diferente suelen florecer. Una muestra de ello es que el documento final que hoy firmarán los presidentes –que más de una vez genera desacuerdos y obliga a agregarle párrafos aclaratorios– fue cerrado ayer en total consenso.
Cristina Kirchner participará hoy temprano de la sesión de apertura de la cumbre, que se realiza en el edificio del Museo Nacional, reacondicionado para el evento. Las 60 delegaciones se dividirán luego en cuatro mesas de trabajo. A la Presidenta le tocará exponer en la mesa número uno que moderará Rodríguez Zapatero y que tratará sobre “Pobreza, desigualdad, inclusión”. La exponente de la Unión Europea será Merkel. Ante las ausencias del británico Gordon Brown, el francés Nicolas Sarkozy y el italiano Silvio Berlusconi, la premier alemana aparece como la presencia europea más rutilante en Lima y llegó haciendo ruido en una polémica con el venezolano Hugo Chávez. “No es la voz de América latina”, le lanzó ella. “Es la derecha política que apoyó a Hitler”, le respondió él, sin anestesia. Ayer, el presidente anfitrión, Alan García, se reunió con Merkel y le dio un público respaldo en la disputa.
Convertido en el duelo de más rating de la cumbre, Merkel y Chávez tendrán oportunidad de cruzarse en el almuerzo oficial, también en el Museo Nacional. Post-ágape, las mesas de la tarde tratarán el tema de debate que más preocupa a los europeos, “Desarrollo sostenible: medio ambiente, cambio climático, energía”.
A las 16.15 está agendado el primer encuentro bilateral de Cristina Kirchner, que será con el mexicano Calderón. Resuelto a estrechar la relación de su país con el resto de América latina, Calderón ha cultivado un buen vínculo con los Kirchner, que ya fueron a visitarlo dos veces al DF. Las relaciones comerciales vienen en alza y los presidentes aprovecharán para ayudar a los negocios.
Luego del mexicano, Cristina Kirchner mantendrá un encuentro con Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, presidente saliente y entrante de Paraguay. Antes del inicio de la sesión de clausura, también se hará tiempo para conversar con el titular de la Comisión Europea, José Barroso. No está en la agenda, pero el propio canciller de Italia, Franco Frattini, anunció que se va a reunir con la Presidenta para ayudar a reconstruir una relación bilateral que desde hace tiempo tira de tibia a fría, gracias al default que dejó un tendal de bonistas italianos afónicos. Con el ascenso de Romano Prodi el vínculo dio señales de resurrección, pero ahora el temor es que con Silvio Berlusconi vuelva al freezer. Por las declaraciones de Frattini, esta vez no sería la idea de il Cavalieri.
Si bien los encuentros estaban confirmados, todavía no se sabía en qué momento se cruzaría con Rodríguez Zapatero y con Merkel. Dependía de los huecos en las agendas de cada uno, así que bien podía llegar a quedar para mañana. De todas formas, el tema que aparecía con mayores posibilidades de generar chisporroteos con el español –la situación de Aerolíneas Argentinas– quedó encaminado ayer con el acuerdo al que se llegó en Buenos Aires. Con la alemana, en tanto, podría encontrar un inesperado punto de coincidencia: la necesidad de desojizar el campo. Efectivamente, en su paso por Brasil, Merkel se quejó por el avance del cultivo de soja para la producción de biocombustibles que provoca que se siembre menos granos para alimentos. El encarecimiento de los alimentos en todo el mundo es otro de los temas que viene ganando terreno en los debates.
Cristina Kirchner emprenderá la vuelta el sábado después del mediodía, luego de que en su carácter de presidenta pro tempore del Mercosur encabece un encuentro con las autoridades de la Unión Europea.
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