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El país|Martes, 10 de junio de 2008
La Presidenta presentó un plan social que se financiará con las retenciones agropecuarias superiores al 35 por ciento

Con la soja se cura, se habita y se transporta

Cristina Kirchner anunció un plan de construcción de hospitales, viviendas y caminos con un fondo de más de 2 mil millones de dólares conformado por lo que se recaude con las retenciones móviles. Hoy resolverá cuándo convocará a las entidades agropecuarias.

Por Daniel Miguez
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La presidenta Cristina Kirchner bajó a saludar a los invitados una vez finalizado el acto.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a un día de cumplir medio año de mandato, usó por primera vez la cadena nacional para lanzar un plan de construcción de hospitales, centros de atención primaria de la salud, viviendas rurales y urbanas y caminos rurales con el producto del dinero extra que dejará en las arcas el excedente del 35 por ciento en las retenciones móviles. También convocó “a todos” para que participen en “el combate contra la pobreza”. La amplia convocatoria incluye a las entidades agropecuarias, a las que el Gobierno, según pudo averiguar PáginaI12, llamará a dialogar esta misma semana para discutir diversos temas del sector con excepción de las retenciones móviles, que, por si quedaba alguna duda, quedaron selladas ayer con el programa que presentó la Presidenta. Según la estimación de los economistas de la Casa Rosada en 2008 recaudarán por ese rubro 800 millones de dólares y en 2009 otros 1.300 millones, lo que permitirá construir al menos 30 hospitales, más de 300 centros de salud y un número aún indeterminado de viviendas y caminos rurales.

La reacción de los ruralistas luego del discurso de la Presidenta fue moderada. Básicamente pidieron ser incluidos en esa convocatoria, dijeron que siempre fueron solidarios con los pobres, mantuvieron su postura frente a las retenciones móviles y elogiaron el pedido de perdón de la Presidenta (ver página 7).

Ese pedido de perdón de CFK, como el tono general de su discurso de ayer, está en línea con algunos cambios en la comunicación que ella venía pensando en los últimos tiempos. “Si alguien se sintió ofendido por una palabra que yo haya dicho o por un gesto, desde acá, desde este lugar, le pido perdón”, fue la frase que utilizó.

La Presidenta hizo otro comentario sobre el tema de la comunicación oficial al explicar el meollo del argumento del aumento de las retenciones, al vincularlo con la redistribución de la riqueza, ejemplificado en el plan que anunció. “El error que cometió el Gobierno fue creer que la distribución del ingreso se hace con una política que, pese a haber sido revalidada en las urnas, requería, tal vez, de una mayor explicación, de una mayor comunicación o tal vez de un mayor ejercicio de responsabilidad por parte de todos”, subrayó.

Poco antes de salir de su despacho hacia el Salón Blanco, donde la esperaban casi todos los gobernadores del oficialismo, el equipo entero de ministros, los principales empresarios del país, sindicalistas, legisladores e intendentes, un colaborador le preguntó qué iba a decir en su discurso. Respuesta de la Presidenta: “No voy a decir que la casa está en orden y Felices Pascuas”.

La frase, luego retomada en el discurso, fue el corolario de una explicación sobre por qué, aunque concedió varios beneficios pedidos por las cámaras agropecuarias, no cedió a anular las retenciones móviles: “Había lockout, cortaban rutas, había desabastecimiento, subían los precios. Yo pudo haber dicho: está bien, hay mucho lío, quédense con todo y vamos a ver qué hacemos el resto de los argentinos. Y lo pensé: podría decirles, entonces, después a todos los argentinos, el Gobierno y el campo están en orden. Feliz día de la Bandera”, expresó cuando recordaba que en los últimos días le pedían un gesto “de estadista”.

La Presidenta, que habló con un tono calmo y un vocabulario un poco menos complejo que el habitual en ella, también señaló en uno de los tramos más aplaudidos: “El Estado no quiere cerrar las cuentas fiscales, el Estado quiere cerrar la cuenta social de todos los argentinos”. Fue una alusión a las críticas que señalaban que las retenciones móviles tenían como fin reforzar las arcas fiscales para protegerse del posible cimbronazo que podría ocasionar la explosión de la burbuja financiera en Estados Unidos. Otra frase aplaudida fue cuando se preguntó si los argentinos “realmente estamos decididos a abordar el problema de la pobreza, porque el problema de la pobreza sin redistribución del ingreso y sin tocar rentas extraordinarias, compatriotas, es imposible”.

Reiteradamente la Presidenta convocó al diálogo y al trabajo conjunto que podía ser leído como un mensaje a los productores agropecuarios, que ayer acudieron a la convocatoria del defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, aún sabiendo que el Gobierno no enviaría representantes por considerar que no hay equivalencias entre el Estado y un sector de la economía. “Uno toma estas decisiones como presidenta de los argentinos, teniendo en cuenta el interés de todos, porque esta es la otra gran cuestión, no hubo una parte contra otra parte. Esto no es así: quien habla es la Presidenta de la República, no es una parte, debe gobernar para todos los argentinos.”

En cuanto a las frases de acercamiento a los ruralistas se pueden citar:

–“Yo tiendo la mano a todos los argentinos, pero en especial a aquellos que también tienen junto a mí una gran responsabilidad: la de generar riqueza para todos los argentinos”.

–“Quiero hoy convocar para que hablemos de los problemas pendientes que tenemos todos los argentinos. Pero tenemos que hablar, no imponer”.

–“Yo quiero convocarlos a todos, nadie puede estar ausente”.

Lo que ocurrió ayer en el Salón Blanco fue una idea de la Presidenta que comenzó a modelar el sábado pasado, en Olivos, junto a su esposo Néstor Kirchner y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La idea de CFK era jugar fuerte, motorizando un plan social concreto con el producto de parte de las retenciones móviles y anunciarlo por cadena nacional, haciendo, además, una exhibición de fuerza, sentando junto a ella a las primeras líneas del oficialismo, del sindicalismo y del empresariado. Ese mismo sábado la Presidenta llamó a la ministra de Salud, Graciela Ocaña, y le dijo que al día siguiente le llevara un proyecto que tenía en carpeta sobre la construcción de hospitales y centros de salud, y al ministro de Planificación, Julio De Vido, para que hiciera lo mismo con los planes de viviendas y de caminos rurales.

El domingo se sumaron a la mesa en la quinta presidencial el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, y el ministro de Economía, Carlos Fernández. Allí se definieron los detalles, se redactó el decreto y comenzó la convocatoria a gobernadores (menos al cordobés Juan Schiaretti, quien ayer se quejó porque no lo invitaron), a empresarios y al resto de los invitados al acto. El contenido del decreto y del discurso de la Presidenta se guardó en secreto. Los pocos que lo sabían, gente entrenada en filtrar muy pocos datos a la prensa, esta vez extremaron los cuidados para no quitarle impacto al anuncio que terminó haciendo ayer la Presidenta.

Con el lockout de los ruralistas levantado y con un destino a las retenciones –lo cual ya no permiten dar un paso atrás–, el Gobierno cree estar en condiciones se sentarse nuevamente a hablar con los productores agropecuarios. El cuándo lo decidirá hoy la Presidenta.


D’Elía también pidió disculpas

Al cerrar su discurso, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ofreció sus disculpas a quien pudo haberse ofendido por sus palabras a lo largo del conflicto que ya cumplió los tres meses. Latente estaba el recuerdo de aquel 25 de marzo de los “piquetes de la abundancia”, de los cacerolazos y de los encontronazos en los alrededores de la Plaza de Mayo. A propósito de aquella noche, el líder de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), Luis D’Elía, aprovechó la estela pacificadora que buscaron las palabras de la Presidenta para pedir él también disculpas a Alejandro Gahan, el productor entrerriano al que le pegó una trompada cuando lo tomaban las cámaras de televisión. “Yo me hago eco y aprovecho a pedirle perdón a Gahan por la piña de Plaza de Mayo y humildemente le pido perdón de cara a todos los argentinos”, sostuvo D’Elía en el mismo Salón Blanco de la Casa de Gobierno en el que había hablado la Presidenta. D’Elía se acercó a los periodistas que cubrían el acto unos minutos después de que finalizara.

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