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El país|Miércoles, 25 de junio de 2008
La caída del dólar provoca pérdida de competitividad industrial, pero no es igual para todos

El dólar se acerca a 3 y aprieta

Las diferencias entre industrias que ganaron competitividad mediante inversiones y las que no lo hicieron marca la línea divisoria en el impacto que provoca un dólar en retroceso.

Por Cristian Carrillo
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El dólar se vendió ayer a 3,04 pesos. Mayorista, 3,017.

Los industriales no despegan su mirada de las pizarras de las agencias de cambio porteñas para seguir la cotización del dólar que, por estos días, se encuentra en los mismos valores de diciembre de 2005. Con una nueva baja de un centavo, la divisa estadounidense finalizó ayer a 3,04 pesos. Los popes fabriles aseguran que están perdiendo competitividad. Sin embargo, un análisis del tipo de cambio multilateral presenta un escenario menos apocalíptico. En relación con todos los países del Mercosur, principales compradores de los productos argentinos, el peso se depreció 1,4 por ciento durante mayo último, en contrapartida con una apreciación bilateral de 0,5 frente al dólar. Las inversiones que realizó el sector industrial para crecer en competitividad son, también, otro factor a tener en cuenta a la hora de evaluar el impacto de la caída del billete verde.

Los inversores con más experiencia saben que si no se puede ir contra el Banco Central, lo mejor es unirse a él. Es así que los operadores anticipan la jugada de la entidad y salen a vender antes de que aparezca y “se lleve puesto el mercado”. Ayer, el dólar mayorista volvió a negociarse a la baja y cerró en 3,017 pesos. Pero el precio no conformó a Martín Redrado, jefe de la autoridad monetaria, que llegó a ofrecer la divisa en esa plaza a 3,015 pesos. En el mercado a futuro salió a pactar un dólar a 3,013 a fin de mes, mientras que julio finalizó en 3,033 y agosto, 3,050. Con estos números ningún analista se atreve a dudar de que la divisa llegará en breve a los tres pesos. Al público, se pidió un promedio de 3,04, un valor que no tocaba desde el 29 de diciembre de 2005.

Con estos niveles, los industriales, sobre todo los más alineados con el Gobierno, no saben cómo disimular su malestar ante una posible pérdida de competitividad. El titular de la Unión Industrial, Juan Carlos Lascurain, manifestó su preocupación por el continuo retroceso del dólar, el alza de las tasas de interés y el incremento de los costos internos. Fue ayer durante un debate de coyuntura económica que ofreció la entidad. “La atención del sector está puesta en el actual nivel de las tasas, en la inflación y en la consecuente pérdida de competitividad”, deslizó el directivo. No obstante, una alta fuente de la Secretaría de Industria aseguró a PáginaI12 que no se recibieron “quejas formales del sector”.

Los empresarios, en tanto, coinciden en que “hay que esperar a que termine el tema del campo para que se acomode la situación”. Y en el Central insisten en que la actitud que tome el organismo con el dólar una vez despejado el panorama es “parte confidencial de su estrategia”. De todos modos, admiten que deberá salir a abastecer de pesos el mercado.

La caída del dólar beneficia a los importadores y les pega a aquellos que exportan y no hicieron las inversiones pertinentes para mantener la competitividad. “La verdad es que cuando se mira el tipo de cambio nominal es difícil ver a la industria como algo global, porque están las empresas que invirtieron para modernizar sus plantas y las que no”, dijo a PáginaI12 el director de Abeceb.com, Dante Sica. Según explicó, los que tecnificaron sus plantas están en mejores condiciones para afrontar una apreciación del peso. Con mayor ventaja, por ejemplo, contra el euro, respecto de los que sólo invirtieron en su matriz de capital. “Todo depende entonces de si invirtieron o no en los últimos años”, consideró el especialista.

Bajo el esquema actual, la textil es una de las ramas más perjudicadas por la penetración extranjera, de acuerdo con un informe privado. Este, como otros con escasa tecnificación, son además los rubros que encabezan la lista de los que piden una mayor devaluación. Es decir, protección.

La situación se presenta menos caótica si se analiza el tipo de cambio multilateral, lo que requiere ver la evolución real de una canasta de monedas representativas del comercio de la Argentina. En este esquema, el dólar presenta una participación en el total de la cesta de 11,8 por ciento, un nivel cercano al que ostenta actualmente China. En el otro extremo, se encuentran los países con los cuales el intercambio bilateral es más fuerte. Así, Brasil encabeza la lista con el 35 por ciento, seguido por la zona del euro, con 19,2. El dato sirve a las empresas para comparar costos relativos al momento de decidir volúmenes de inversión, producción e intercambio con el país socio.

En mayo último, el peso se apreció 0,4 por ciento en términos reales en relación con la canasta de monedas de los socios comerciales que componen el índice del tipo de cambio multilateral, aunque contra igual mes del año pasado presenta una depreciación de 11,2, según difundió el Central. A diferencia de lo que se cree, la apreciación no respondió a la baja nominal del dólar sino, fundamentalmente, a la caída en la cotización del euro y del peso chileno. En ambos casos, la apreciación nominal estuvo acompañada de un diferencial inflacionario negativo o nulo. En referencia a los países socios del Mercosur, se observó “una apreciación real contra todos ellos”.

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