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El país|Miércoles, 6 de agosto de 2008
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, defendió a Evo Morales y elogió a la presidenta CFK

“El imperio quiere alterarnos”

En una rueda de prensa, el presidente venezolano elogió al gobierno argentino. Responsabilizó a los Estados Unidos por los incidentes en el aeropuerto de Tarija que derivaron en la suspensión del viaje suyo y de CFK a Bolivia.

Por Martín Piqué
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“No le cierren los cambios pacíficos a Bolivia, porque lo que puede venir sería peor.”

“Los que cierran el camino a las revoluciones pacíficas, cuando ellas se presentan, le abren al mismo tiempo las puertas a las revoluciones violentas.” La frase del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tuvo el tono grave de una advertencia. “Que no suene como amenaza”, había dicho antes de pronunciarla. Pero la frase, que en realidad era una cita de un famoso discurso de John Fitzgerald Kennedy ante el Congreso norteamericano, era inseparable del contexto inmediato, cruzado por augurios sombríos ante la conflictividad que reina en Bolivia. La preocupación de Chávez sobre la situación en el país del Altiplano quedó en evidencia apenas comenzó la conferencia de prensa. “Recién estaba conversando con Evo y hemos decidido suspender nuestro viaje a Tarija. A dos días del referéndum democrático en Bolivia, situaciones de inseguridad aconsejan suspender el viaje”, informó. Chávez responsabilizó directamente a Washington por los incidentes en el aeropuerto de Tarija, volvió a prevenir sobre las consecuencias de un eventual desconocimiento al resultado del referéndum (“no le cierren los cambios pacíficos a Bolivia, porque lo que puede venir sería peor para la misma quinta columna que está allí y también para todos nosotros”) y también hizo una advertencia directa para la Argentina. “El imperio quiere alterar el proyecto de Bolivia conducido por Evo Morales. Y también está amenazando a Argentina y Brasil, que en buena parte dependen del gas boliviano.”

En la hora y cuarto que duró la conferencia de prensa, Chávez respondió preguntas sobre la situación política en la Argentina, anticipó que seguirá comprando bonos argentinos “en la medida de las posibilidades” de Venezuela y negó diferencias con su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, una hipótesis que había circulado desde antes de la reunión trilateral en Buenos Aires. “Detrás de esos rumores hay una orquesta. Yo le doy nombre y apellido: el gobierno de los Estados Unidos y sus quinta columnas sembradas por todos lados. Estados Unidos tiene periódicos argentinos que maneja desde Washington. También televisoras. Mandan lineamientos y los cumplen sus lacayos. Las oligarquías de cada país tienen televisoras muy poderosas, periódicos que salen todos los días. Conforman la máquina cultural del imperio”, acusó. También dio precisiones sobre el proceso de nacionalización de la siderúrgica Sidor, que Venezuela estatizó de manos de la corporación ítalo-argentina Techint.

Acompañado por varios ministros y bien cuidado por sus guardaespaldas, el mandatario venezolano desplegó todas sus dotes de orador. Cantó una canción popular venezolana (“Golpe Tucuyano”, de Tino Carrasco), bromeó sobre una promesa de campaña del candidato demócrata Barack Obama (prometió que en diez años Estados Unidos dejará de depender del petróleo de Venezuela y Oriente Medio), mencionó por el nombre de pila a cada periodista que le hizo una pregunta y homenajeó a todos los ex combatientes de Malvinas al enterarse que el corresponsal de Telesur en Buenos Aires, Edgardo Esteban, había combatido como conscripto 53 días en las islas. A la hora de la política interna, elogió mucho a Néstor Kirchner, a quien consideró artífice del “proceso de independencia económico-financiera de la Argentina”, como también a la Presidenta, a quien reconoció un “estilo y una dinámica propias”.

La rueda de prensa comenzó con una pregunta de PáginaI12, quien le pidió a Chávez si podía profundizar su afirmación sobre las similitudes entre el fallido golpe de Estado en Venezuela y los cuatro meses de conflicto por las retenciones móviles. Este diario también le preguntó por la compra de bonos argentinos, una alternativa que el Gobierno sigue considerando prioritaria a la hora de conseguir financiación. Chávez se mostró confiado por el futuro político de la Argentina. “Yo no tengo ninguna preocupación. Estoy seguro que el pueblo argentino seguirá trazando su nuevo destino. Estoy seguro que el imperialismo no podrá volver a aplastar, como lo hizo hace pocos años, a la gran patria de San Martín, Perón, Evita y el Che Guevara.”

- Similitudes y diferencias. “Los procesos desatados en América latina tienen similitudes y diferencias. Los presidentes y las presidentas de los gobiernos de signo contrario al neoliberalismo, cada uno con su especificidad, somos producto del fracaso del modelo neoliberal. Cuando estalló la Argentina, en el año 2002, había 60 por ciento de pobreza, más de 20 por ciento de indigencia, el desempleo sobre el 20 por ciento. Eso tenía que estallar. En nuestros países se están viviendo procesos de transformación para acabar con la pobreza, con la miseria y la exclusión. Aquí lo ha hecho el ex presidente Néstor Kirchner. Y ahora lo continúa, con su propio perfil, estilo y dinámica, Cristina Fernández. Por respeto a la Argentina, a su soberanía y a su pueblo, no tengo interés de inmiscuirme en los asuntos internos. Sólo le deseo a los argentinos el mejor futuro posible. Y creo que lo están construyendo. Los conflictos que muy de cuando en cuando se desatan, son parte de ese proceso. No tengo ninguna preocupación por el futuro político de Argentina.”

- Bonos y FMI. “Hay una crisis financiera mundial. No le recomiendo a nadie abrir una caja de ahorro en Estados Unidos. Ayer cayó otro banco, y están cayendo bancos a razón de uno por mes. Con Argentina vamos a seguir trabajando. Seguiremos cooperando hasta dónde alcancen nuestras posibilidades. Los bonos argentinos son de buen rendimiento. Es un beneficio mutuo. Nosotros compramos bonos y todo el mundo sabe lo que hacemos: los revendemos. Tenemos un fondo para uso social producto de las ganancias. Además, nosotros a la Argentina no le exigimos nada más allá del aspecto financiero técnico. Pregúntale tú al Fondo Monetario Internacional lo que exigía para prestarte una miseria de 100 millones de dólares. Te exigían eliminar tal ley, que sacaras tal ministro, que pusieras tal ministro. El FMI era el gobierno imperial. Así como Venezuela le compró unos mil millones de dólares en bonos argentinos, recibimos de China un fondo de inversión por 4 mil millones de dólares.”

- Revoluciones pacíficas o violentas. “Poco antes de que lo matara el establishment imperial, John Kennedy dijo algo que hoy deben escuchar las oligarquías del continente, las enfurecidas y envenenadas oligarquías del continente, que son los sectores más envenenados por el fascismo, el odio, el racismo y el apatridismo. ‘Los que le cierran el camino a las revoluciones pacíficas, cuando ellas se presentan, le abren al mismo tiempo las puertas a las revoluciones violentas’. Una revolución es como un volcán, como un turbión de agua, un huracán. Nadie la planifica, se presentan solas las condiciones que la van madurando. Las condiciones históricas, económicas y sociales. A las clases ricas de estos pueblos les decimos que no cierren los cambios pacíficos. Que respeten los mecanismos de la democracia, que no desconozcan la voluntad de las mayorías. Es el debate de ideas, la discusión de proyectos.”

- Derecha racional y derecha fascista. “La derecha debe aceptar que la izquierda volvió y vaya con qué fuerza. Acepten que las ideas socialistas no estaban muertas, sólo se habían ido de parranda unos días. Acepten que los pueblos están aquí y tienen su propia voz, como nosotros, los de izquierda, aceptamos y hasta necesitamos el contraste: necesitamos una derecha racional, pero no una derecha fascista ¿En cuántos países del mundo existe en referéndum revocatorio del presidente? Que yo sepa en Venezuela y en Bolivia. Entonces, si quieren sacar a Evo, sáquenlo por los votos. Pero no con heridos y muertos. No le cierren los cambios pacíficos a Bolivia, porque lo que puede venir sería peor para la misma quinta columna que está allí y también para todos nosotros.”

- Sidor o Techint. “Yo me cansé de hablar con los ex directivos de Sidor. Me cansé de ayudarlos también. Les tendimos la mano en momentos difíciles, ya llevamos diez años en el Gobierno. Lo de ellos era producir acero barato, subsidiado, en Venezuela la energía es muy barata, y llevarla al Norte. Allá hacían los tubos y luego nos vendían los tubos petroleros. Ahora haremos nuestros propios tubos. Es la diferencia entre un modelo y otro modelo. Pero ya llegó el momento de la nacionalización y afortunadamente, después de algunas dificultades iniciales, el proceso se desató. Debe haber un acuerdo terminal, pronto y amistoso. Ellos incluso se quedan con un porcentaje. No se quieren ir del país, les ha gustado mucho Venezuela, y nosotros no queremos que se vayan.”

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