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El país|Viernes, 22 de agosto de 2008
EL OFICIALISMO, CON SUS ALIADOS Y PARTE DE LA OPOSICION, APROBO LA REESTATIZACION DE AEROLINEAS ARGENTINAS Y AUSTRAL

Primera escala en un vuelo de regreso al Estado

Los cambios introducidos en el proyecto hicieron que el oficialismo consiguiera un cómodo respaldo: se impuso por 167 contra 79 votos. El kirchnerismo resaltó que la iniciativa garantiza la continuidad del servicio y genera menos conflictividad laboral. Hubo críticas al secretario de Transporte.

Por Miguel Jorquera
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La Cámara de Diputados votó la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Austral. A diferencia de la reñida votación por las retenciones móviles, el kirchnerismo se mostró relajado y alcanzó la aprobación del proyecto del Gobierno, respaldado por el grueso de la bancada oficialista, sus aliados y varios bloques opositores. Se impuso por 167 contra 79 votos. “El consenso alcanzado demuestra que entre todos pudimos construir un instrumento que, a partir de la propuesta del Gobierno de comprar las acciones de la compañía, garantiza la continuidad del servicio, genera menos conflictividad laboral y es más transparente gracias a la participación del Congreso en todo el proceso”, dijo a PáginaI12 el jefe del bloque k, Agustín Rossi.

La larga lista de cambios al proyecto original para la reestatización de Aerolíneas terminó con los cuestionamientos internos en el oficialismo y sumó adhesiones entre varios bloques opositores. Con la eliminación del artículo que obligaba al Congreso a ratificar el acta-acuerdo que selló el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, con el Grupo Marsans; y del que abría las puertas a que la línea aérea de bandera regresara a manos privadas en el futuro, el kirchnerismo comenzó a vencer las resistencias.

Otras modificaciones terminaron inclinando la balanza a favor del proyecto. En especial el nuevo artículo 3, donde el Congreso se reserva la palabra final sobre el precio de la compañía. También sumó voluntades la limitación al acuerdo que rubricó Jaime en ese sentido: “la tasación se hará a los valores vigentes al 15 de julio de 2008” y no con la empresa aérea ya saneada o rescatada por el Estado. O el artículo 9, que fija que “en ningún caso el Estado cederá la mayoría accionaria de la sociedad, la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto en las decisiones”. Durante el debate, el oficialismo resaltó los cambios y reivindicó la decisión de “rescatar” la aerolínea de bandera. “La realidad es más fuerte que los cantos de sirena. Es por eso que con esta gran responsabilidad, este gobierno se está haciendo cargo de los errores que cometieron quienes en décadas recientes se creyeron invulnerables”, dijo la kirchnerista Patricia Fadel. Ni los más críticos dejaron de valorar las modificaciones que –a juicio de los opositores– “devolvieron las atribuciones parlamentarias a un Congreso que se había transformado en una escribanía del Ejecutivo”.

Sin embargo, la Coalición Cívica, la UCR, el PRO y el Frejuli mantuvieron su propio proyecto (que presentaron recién en la madrugada del jueves) de crear una nueva línea aérea en manos del Estado y dejar que Marsans vaya a la quiebra. “(Hugo) Moyano dijo que hay que estatizar Aerolíneas, pero que la deuda la paguen los españoles. Si así es el proyecto del oficialismo que me lo traigan que lo firmo”, dijo un histriónico Adrián Pérez. El jefe de la bancada de la CC cargó contra el secretario de Transporte: “Jaime, lo que usted hizo es un robo y está mal”. Luego pidió la conformación de una comisión investigadora para que los responsables del vaciamiento de Aerolíneas “vayan presos”.

El radical Alejandro Nieva continuó en la misma línea: “Es insuficiente que el oficialismo haya sacado del proyecto la ratificación del acta-acuerdo con Marsans, porque si no se lo modifica o rechaza, el grupo español se va a ver favorecido ante los tribunales internacionales”.

El secretario de Transporte fue el más vapuleado por la oposición: todos pidieron su renuncia porque “no controló a Marsans” y “realizó un acuerdo que favorece a los empresarios españoles”. En el oficialismo nadie atacó a Jaime, pero tampoco lo defendió.

“El Gobierno terminará acordando con quienes vaciaron Aerolíneas”, dijo la socialista Silvia Augsburger. El PS tuvo su propio proyecto y se diferenció de los partidos con los que apoyó a los ruralistas. Los socialistas proponían la “expropiación” de la compañía y la creación de una comisión investigadora. “Debe ser investigado desde el proceso de privatización hasta ahora, donde funcionarios, empresarios y dirigentes gremiales tendrán que responder por el vaciamiento”, agregó la socialista Laura Sesma.

En el transcurso del largo debate, también aparecieron quienes desde la oposición respaldaron el proyecto oficialista. “Nuestro voto será ‘no negativo’, será por la positiva”, dijo el radical k y presidente del bloque de la Concertación, Hugo Prieto, parafraseando al vicepresidente Julio Cleto Cobos y arrancando sonrisas y carcajadas en el recinto. En la lista de oradores lo siguió Daniel Katz, quien encabezó el éxodo de un grupo de ex radicales k hacia el proyecto político del vicepresidente. Katz señaló que respaldarían el proyecto oficial “absolutamente convencidos que los cambios (que introdujo la Cámara) van en la dirección correcta, porque la ética y la moral han ganado la pulseada en el caso de Aerolíneas”.

También acompañaron la iniciativa los diputados del Movimiento Popular Neuquino y los renovadores salteños. El socialista k y dirigente sindical aeronáutico Ariel Basteiro repasó los 18 años de lucha de los trabajadores de Aerolíneas desde la resistencia a la privatización hasta las denuncias contra el “vaciamiento de Marsans” y llamó a respaldar la iniciativa oficial con la consigna que los aeronáuticos hicieron popular en su pelea contra Iberia: “Todos somos Aerolíneas”. Su compañera de bancada Vilma Ibarra arremetió contra los funcionarios que “tienen responsabilidad en esta crisis” en clara alusión a Jaime.

“Recibimos un mamarracho y devolvimos una herramienta”, sintetizó Claudio Lozano, de Proyecto Sur, para resaltar las modificaciones que introdujo el oficialismo. “Sería un aporte sustancial si Jaime renuncia en este contexto”, concluyó. Carlos Raimundi fue el encargado de argumentar el respaldo de Solidaridad e Igualdad. “No hay una sola manera de ejercer la oposición”, dijo y justificó el apoyo en la “construcción de una cultura de política de Estado”. Luego reclamó que el Estado accione legalmente contra Marsans en los tribunales locales e internacionales.

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