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El país|Viernes, 12 de septiembre de 2008
AUMENTARAN LAS ASIGNACIONES FAMILIARES, PERO A FIN DE MES

Con la familia en espera

Por Daniel Miguez
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El ministro Carlos Tomada ya adelantó que habrá aumentos.

Desde hace tiempo el Gobierno viene dando claras señales de que pronto aumentará las asignaciones familiares. Lo dijo el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y lo admitió el propio ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Pero, según pudo saber PáginaI12, aunque la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene la decisión de hacerlo, aún falta un tiempo para concretar el anuncio. En la Casa Rosada estiman que podría ocurrir recién hacia fin de mes y argumentan que hoy no están en condiciones de arriesgar de qué porcentaje será el aumento, que de acuerdo con las especulaciones rondaría en una amplia franja que va del 10 al 20 por ciento.

La demora, según explican funcionarios cercanos a la Presidenta, se debe a que aún tienen que cruzar una serie de variables fiscales para asegurarse de que el aumento pueda sustentarse en el tiempo. El principal condicionante para poder hacer los números finales y determinar cuánto podrá pagar la Anses es tener la certeza de que la ley de movilidad jubilatoria será aprobada en el Senado tal como vino de Diputados. Y aunque en el Gobierno confían que será así, abren el paraguas. “La mayor certeza es la ley aprobada”, dijo a PáginaI12 un funcionario aún escaldado por la experiencia traumática de la derrota de las retenciones móviles.

Si se aprueba la ley como llegó de Diputados, donde la fórmula de la que saldrá el porcentaje de cada aumento a las jubilaciones sufrió una variación respecto del proyecto del Ejecutivo, la Anses ya tiene un número de cuánto tendrá que destinar a solventar esos incrementos. Según esa fórmula, si la movilidad hubiese estado vigente en 2008, los jubilados habrían cobrado alrededor de un 15 por ciento de aumento, punto más, punto menos, según las cuentas de la Casa Rosada. La oposición dice que es menos.

“No podemos arriesgarnos a dar algo que después no podamos pagar. Si damos un aumento humilde habrá quejas, pero si damos un aumento fuerte y después no lo podemos pagar es un desastre. Así que hay que ser muy cauteloso”, señaló a PáginaI12 un funcionario de la Anses, que recordaba cuando en julio de 2001 el gobierno de De la Rúa, con Domingo Cavallo como ministro de Economía, y Patricia Bullrich como ministra de Trabajo, rebajó los haberes de los jubilados un 13 por ciento.

Algunas versiones indicaban que el aumento a las asignaciones familiares sería del 25 por ciento. En el Gobierno dicen que no quieren anticipar un número, pero advierten que difícilmente llegue a ese porcentaje. Los más conservadores piensan en una franja entre un 10 y un 15 por ciento. Los más optimistas se acercan al 20.

Actualmente, los trabajadores que cobran un sueldo de hasta 2000 pesos por mes reciben 100 pesos por hijo menor de edad; los que tienen un salario de entre 2000 y 3000 pesos perciben 75 por hijo y a los que se ubican en la franja de entre 3000 y 4000 pesos se les paga 50 por hijo. Los que tienen un ingreso mayor a los 4000 no cuentan con el beneficio. Actualmente cobran asignaciones familiares unos dos millones de trabajadores en relación de dependencia y unos 40 mil jubilados. La última vez que se aumentaron las asignaciones familiares fue en octubre de 2007 y la medida fue retroactiva a julio de ese año.

La CGT está haciendo una presión muy fuerte para que el aumento de las asignaciones familiares salga pronto y con el mayor porcentaje posible, aunque acepta, tal como lo dijo Moyano, que “es lógico que el Gobierno mida bien el costo fiscal de esta medida”. Además, la CGT pretende que el beneficio sea universal, es decir que se elimine el tope de los 4000 pesos y todos puedan recibirlo, algo que al parecer está lejos de las intenciones del Gobierno.

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