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El país|Domingo, 14 de septiembre de 2008
Las diferencias dentro de la CTA crecen ante el panorama electoral

Los caminos que se bifurcan

El secretario general de la central, Hugo Yasky, apoyó la candidatura de Martín Sabbatella. La relación de Víctor De Gennaro con Eduardo Buzzi les complica su llegada a sectores de la centroizquierda. “La CTA no se fractura”, afirma De Gennaro.

Por Martín Piqué
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Víctor De Gennaro y Hugo Yasky en tiempos en que la relación no tenía fisuras.

Ya se está volviendo parte del paisaje. A medida que la Central de Trabajadores Argentinos se involucra en debates de coyuntura, como la movilidad jubilatoria o el funcionamiento del Consejo del Salario, muestra posiciones diferenciadas. Basta con poner el ojo en el Congreso. Diputados que provienen de la central como Edgardo Depetri, Ariel Basteiro y Claudio Lozano suelen exponer diferencias que van más allá de los matices. Algunas intervenciones del secretario general, Hugo Yasky, también han despertado polémica en la central alternativa. Su acercamiento al espacio Carta Abierta y la firma de varios comunicados conjuntos con la CGT de Hugo Moyano fueron motivo de discusión puertas adentro. El calendario electoral de 2009 podría trasladar esas discrepancias a una cuestión sensible: los posicionamientos de la CTA en materia de candidaturas. Yasky hizo público su apoyo al intendente de Morón, Martín Sabbatella. El jefe comunal quiere encabezar una lista de diputados nacionales de centroizquierda. Víctor De Gennaro imagina para sí el mismo destino, mientras cuida su relación con el dirigente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

Los desacuerdos públicos de figuras provenientes de la CTA se han venido sucediendo a partir del conflicto por las retenciones móviles. Esas diferencias derivan de miradas muy lejanas sobre cuál debe ser la relación con el Gobierno. Depetri se define como parte del kirchnerismo. Lozano asume el rol de opositor inflexible mientras intenta construir una alternativa por izquierda junto a Pino Solanas. Pero las diferencias también se expresan en lo específicamente gremial, en la posición que debe asumir la central en temas como la fijación del salario mínimo, las paritarias, la movilidad jubilatoria. Como secretario general, Yasky cree que la CTA no debe anclarse en la lógica defensiva, de lucha política contra el modelo, que la caracterizó en los ‘90.

La lectura del dirigente de Ctera es que las condiciones económicas y políticas obligan a ejercer un sindicalismo distinto. “En ese momento habíamos perdido la posibilidad de disputar lo cotidiano, entonces luchábamos contra el modelo. Por eso el sindicalismo se politizó contra Menem. Ahora, en lo gremial, esta es una etapa de ofensiva. Al crecer la economía y bajar el desempleo se reinstaló la disputa salarial, se reavivan los espacios de discusión, como el consejo del salario. Entonces necesitamos una central que crezca, que tenga presencia y construya alianzas, que se convierta en una referencia que no pueda dejar de ser consultada al momento de definir políticas públicas”, se escucha cerca de Yasky. El diagnóstico se completa con críticas a los sectores que no comparten la necesidad de esos cambios.

Consultado por PáginaI12, el propio Yasky explicó uno de los ejes del debate que vive la central fundada por Germán Abdala. “Tuvimos una etapa en la que nuestra propia debilidad nos obligó a ser testimoniales. Fue una etapa necesaria porque crecimos dando testimonio contra las políticas liberales y un modelo sindical que transaba con el menemismo. Pero hoy estamos en una etapa distinta y con el testimonio no alcanza. A algunos les produce vértigo ver a la central construyendo alianzas con la CGT frente a hechos concretos, o les produce escozor ver a la central discutiendo políticas con Carta Abierta. Pero son signos de crecimiento”, argumentó. Ese planteo deriva también en expectativas diversas en relación con la Constituyente Social, que se realizará el 24 y 25 de octubre en Jujuy.

Para De Gennaro, Lozano y el dirigente de ATE Pablo Micheli, ese foro multitudinario se convertirá en la plataforma de lanzamiento de un nuevo movimiento político y social. Yasky y Depetri coinciden en el objetivo pero no esperan resultados inmediatos ni demasiado ambiciosos. “No podés ser invisible y de repente decir que vas a construir una fuerza política nueva”, advierten para bajar las expectativas. La Constituyente avanza con plenarios simultáneos por las provincias: ayer hubo uno en Corrientes y otro en Jujuy.

Aunque su actualidad muestre tanta diversidad de voces, desde la conducción descartan que las diferencias puedan desembocar en una fractura en 2010. “La única central que se rompió fue la CGT, y por el PJ de Duhalde y Kirchner. La CTA no se fractura. Somos todas personas que tenemos opiniones, debatimos y el conjunto decide”, quiso aclarar De Gennaro en diálogo con PáginaI12.

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