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El país|Domingo, 12 de octubre de 2008
Malestar en el peronismo que acompaña al jefe de Gobierno porteño

Macri ya tiene su propia interna

Los peronistas porteños critican la decisión de Jorge Macri de avanzar con un armado propio en la provincia de Buenos Aires y piden no cortar los lazos con Francisco De Narváez. Los macristas bonaerenses dicen que el empresario se encolumnó detrás de Eduardo Duhalde.

Por Fernando Cibeira
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Francisco De Narváez con Jorge y Mauricio Macri en la campaña pasada, cuando todo era color de rosa.

La pata peronista de PRO quedó chueca. El acto que Mauricio Macri compartió con su primo Jorge el martes pasado generó una reacción en cadena que terminó colocando la cíclica relación que mantiene con el también empresario y alguna vez amigo Francisco De Narváez de nuevo en punto muerto. En la discusión se mezclan las preferencias para las candidaturas del año que viene y también a quién reconocen como la cabeza del armado opositor a nivel nacional: unos a Eduardo Duhalde, otros únicamente al jefe de Gobierno porteño.

En el Club Español, Macri abrazó a su primo y posó junto al ex SIDE Juan José Alvarez, y al diputado Rubén Ledesma, en lo que se anunció como el relanzamiento del peronismo PRO. Las presencias estelares fueron escasas, tirando a nulas. Hubo caras poco conocidas y, el meollo del problema, unos cuantos ausentes. De Narváez, a quien hasta ahí se consideraba el principal aliado del macrismo en la provincia de Buenos Aires, no recibió la participación. Los peronistas macristas de la Capital, como los legisladores Diego Santilli, Cristian Ritondo y Daniel Amoroso, tampoco fueron de la partida.

“Si queremos que Mauricio Macri sea presidente en el 2011, es de política muy chica empezar excluyendo en vez de incluir”, explicó a PáginaI12 Ritondo, uno de los primeros en hacer oír sus quejas por la movida pergeñada por el tándem Jorge Macri-Juanjo Alvarez.

En verdad, las diferencias políticas comenzaron en los días en que Duhalde preparó su retorno a la escena política con el lanzamiento del Movimiento Productivo Argentino (MPA) y encuentros sorpresa con dirigentes políticos de toda laya, hubo sondeos para una cumbre con Macri. La respuesta del jefe de Gobierno porteño fue que no tenía problemas en reunirse siempre y cuando fuera de manera reservada. La sugerencia indignó a Duhalde. Entonces recordó a sus amigos cuando, siendo presidente, recibía sin problemas a Macri, por entonces un aspirante a la Jefatura de Gobierno de alta imagen negativa. En definitiva, no hubo reunión ni pública ni privada.

La situación incomodó a quienes tienen una pata en un lado y en el otro, como Santilli, Ritondo y Amoroso, y dirigentes cercanos como Miguel Angel Toma. Ellos reconocen a Duhalde como el armador nacional del peronismo antikirchnerista y tienen a De Narváez como su principal candidato en la provincia de Buenos Aires.

La situación terminó por explotar esta semana. El viernes anterior al encuentro en el Club Español, De Narváez había estado en la primera fila del acto en que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, se presentó como candidato. “No tengo ninguna duda de que Das Neves es una alternativa para el 2011”, aseguró esa noche el político-empresario. La declaración fue leída desde el macrismo como la confirmación de que De Narváez había cambiado de camiseta.

“De Narváez decidió consolidar su proyecto político trabajando para otros, él está trabajando junto a Duhalde. En nuestro proyecto pueden figurar todos los que reconozcan a Mauricio como líder nacional”, respondió a este diario Jorge Macri a la pregunta de por qué no lo invitó al Español. El primo Jorge aclaró que esa presentación de ninguna manera debía interpretarse como el lanzamiento de su candidatura a diputado. Con todo, subrayó que los postulantes PRO en el 2009 serán únicamente aquellos que ayuden al proyecto de Macri para el 2011. Evidentemente, no ve a De Narváez en ese grupo.

“Mauricio Macri es funcional al kirchnerismo con esta actitud”, soltó el jueves De Narváez, argumentando que con la división del peronismo disidente sólo gana el oficialismo. “De Narváez habla con todos”, explicaban luego cerca suyo. “Así como estuvo en ese acto con Das Neves, la semana anterior había estado con Binner.”

Desde el sector duhaldista dicen las peores cosas de Jorge Macri: “Lo agarró un vivo como Juanjo Alvarez que se quedó sin ningún espacio para hacer política”. También argumentan desde la más pura lógica electoral. “El mejor tándem para el 2009 es De Narváez para la provincia y Gabriela Michetti en la Capital. Y haciendo una buena elección es como mejor podemos ayudar al objetivo que Macri sea presidente”, sostienen. Pero si las cosas no resultan como ellos imaginan prometen pintarse la cara. “Michetti no tiene ganada la elección ante Elisa Carrió y Prat Gay. Una lista peronista opositora con Roberto Lavagna o Javier González Fraga de candidato podría sacarle unos cuantos votos y hacerle perder la elección”, amenazan.

Para la última palabra, como se ve, todavía falta mucho.

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