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El país|Jueves, 16 de octubre de 2008
Felisa Miceli analiza las consecuencias de la crisis financiera

“Hay que profundizar el modelo”

La ex ministra aconseja cuidar las reservas y el superávit. Anticipa un menor crecimiento pero buenas posibilidades a futuro. Como coordinadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, organizó el Encuentro de Economía que arranca hoy.

Por Sebastian Abrevaya
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A más de un año de abandonar su cargo al frente del Ministerio de Economía, Felisa Miceli no abandona la costumbre de seguir de cerca los temas de la agenda económica. Luego del escándalo por la bolsa con dinero encontrada en su despacho, comenzó a trabajar en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, donde se desempeña como coordinadora general. Allí recibió a PáginaI12 y habló del II Encuentro Nacional e Internacional de Economía Política y Derechos Humanos que comienza hoy y termina el sábado. “Es necesario, hoy que América latina está en mejores condiciones de atravesar esta crisis internacional, juntarnos para ver las alternativas y las transformaciones que se están llevando adelante en cada país”, sostuvo Miceli. Aunque en el Gobierno ya van por el tercer ministro desde su renuncia, ella no puede evitar hablar como si todavía estuviera en el cargo: “Hay que cuidar el stock de reservas y el saldo positivo de la balanza de pagos”, advierte.

–¿Qué debería observar el Gobierno en medio de la crisis financiera internacional?

–Hay que profundizar el modelo. Demorar el pago al Club de París me parece muy bien. Hay que cuidar el stock de reservas, que son una prioridad, y también el saldo positivo de la balanza de pagos. No hay que gastar divisas en bienes prescindibles. Habría que poner impuestos muy altos para desestimular la importación de bienes suntuarios. La otra cosa sería revisar la repatriación de utilidades de las empresas extranjeras, porque las multinacionales tendrían que dar el ejemplo y dejar las ganancias en Argentina, invertirlas y generar fuentes de trabajo. Si no lo hacen voluntariamente, lo tendrán que hacer con alguna disposición.

–Algunos analistas aseguran que la economía se está enfriando...

–Ojalá se pudiera mantener la tasa de crecimiento, pero en este contexto es imposible. Para que no se pare el crecimiento hay que mantener el aumento de la demanda y generar créditos muy baratos para que, si aumenta la demanda, los empresarios puedan producir y no haya inflación. Frente a la crisis mundial yo digo más Estado y mejor distribución de la riqueza. Acá hay todavía un 20 por ciento de pobres, si sólo incorporamos esos ocho millones de habitantes al consumo, ¿cuánta demanda podemos generar?

–Pero también va a aumentar la presión de otros países para importar sus productos...

–Acá no hay que ser bueno y decir: bueno, una vez le vendí a China y me dejaron entrar a su mercado. Tenemos que tener mucho cuidado. El mecanismo antidumping tiene que ser automático y poner cláusulas preventivas.

–¿Cuáles serían las consecuencias de una desaceleración del crecimiento?

–Siempre las consecuencias son pérdida de trabajo, disminución de los salarios reales, menos poder adquisitivo. Pero creo que también si todos dicen cuide su plata, no consuma, no compre su auto, no haga nada... seguro va a haber menos consumo. Es como una profecía autocumplida. Pero si esto sigue, por ahí el año que viene tendremos menos crecimiento y después podremos retomarlo cuando pase lo más profundo de la crisis.

–Como contrapartida se habla de una disminución de la inflación.

–Sí. También otra de las causas de la inflación era la suba de precios de los commodities, lo que se llamaba “inflación importada”. Ahora que el petróleo bajó de 150 a 80 dólares y la soja de 600 a 330, todo debería bajar a la mitad (ironiza). Antes la soja aumentaba, entonces querían aumentar todo. Pero ahora ¿dónde está la rebaja en la mitad de los fertilizantes para que el costo de producción por hectárea sea menor?

–¿Cómo ve los reclamos de los sectores agropecuarios?

–En general, el Gobierno tiene una política agropecuaria correcta. Cuando se analice la historia con más distancia se va a ver claramente que esta es la época más beneficiosa para ellos. Puede haber políticas que faltan, pero someter a la sociedad a cuatro meses de conflicto habla de una actitud que no tiene en cuenta la construcción de un país en su conjunto. Los dirigentes de la Federación Agraria, especialmente Buzzi y De Angeli, llevaron al fracaso a su propia representación. Hoy los pequeños productores estarían pagando menos retenciones, estarían a un 32, 33 por ciento las de soja, ni qué hablar maíz, trigo y girasol, y no están cobrando los subsidios. Esos dirigentes para mí hoy tendrían que estar pagando las consecuencias.

–¿Qué piensa de las negociaciones con el secretario de Agricultura?

–Me parece que no es conducente para nadie que el Gobierno negocie con las cuatro entidades patronales del agro. Lo que hay que hacer es juntarlos por cadena de valor de cada tipo de producción.

–¿Qué opinión tiene sobre el Indec?

–La Argentina tiene uno de los sistemas estadísticos más atrasados del mundo. En mayo del año 2007 nosotros presentamos el plan estadístico para los próximos cinco años. Es imprescindible que se renueve, pero el problema no es el índice sino que los datos que se relevan son de los acuerdos de precios que hace la Secretaría de Guillermo Moreno y que no los cumplen todos los negocios. Yo cambiaría el rol de la Secretaría de Comercio, le pondría más énfasis en controlar a las empresas para que no aumenten los precios. Habría que reconstruir esa comisión de defensa de la competencia para todo lo que sea abuso de posición dominante, dado que todos los mercados importantes son monopólicos u oligopólicos.

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