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El acuerdo de aumento salarial firmado con 14 gremios docentes la semana pasada no le alcanzó a Mauricio Macri para llegar en paz hasta fin de año. El sindicato más representativo de los maestros porteños, UTE, realizó junto a Ademys y Compromiso Docente una movilización hasta la Jefatura de Gobierno para dar inicio al paro por 48 horas que finalizará hoy. “Es la primera vez en 20 años que en las escuelas de la ciudad no se cumple con los 180 días de clase. Se cumplieron con Grosso, con Bouer, con Domínguez, con De la Rúa, con Olivera, con Ibarra y con Telerman. Y ahora, que Macri es el jefe de Gobierno, no se cumplen”, disparó desde el escenario Eduardo López, secretario adjunto de UTE. Por la mañana, el ministro de Educación, Mariano Narodowski, salió a defender el arreglo logrado con los otros gremios y desestimó el acatamiento a la medida de fuerza: “La gran mayoría de las escuelas están abiertas. Hay movimiento de chicos, de guardapolvos blancos, de transporte escolar”, afirmó.
Tras la ruptura del diálogo entre el Gobierno y los tres gremios docentes, ayer la discusión comenzó a centrarse en el alcance del paro en las escuelas públicas. Desde temprano UTE difundió que la adhesión fue “superior al 80 por ciento”, según un relevamiento “distrito por distrito”. Para el secretario general de ese gremio, Francisco “Tito” Nenna, el dato representó la “disconformidad de la mayoría de los docentes con la magra oferta salarial de Macri-Narodowski”. Por la tarde, en cambio, el ministerio empezó a divulgar los datos oficiales, diametralmente opuestos: un 29 por ciento en el nivel inicial, un 32 en el primario y un 23 en el medio. De los tres gremios que convocaron a la medida de fuerza, UTE es por lejos el más grande de todos y Ademys y Compromiso Docente no son de los más representativos.
Además de los tres gremios, en la movilización se pudieron ver las banderas de organizaciones sociales como el comedor Los Pibes, Barrios de Pie y el Movimiento Unidad Popular. Los titulares de la CTA, Hugo Yasky, de Ctera, Stella Maldonado, y de Suteba, Roberto Baradel, también sumaron su apoyo a los docentes. Además, Rodolfo Arrechea, secretario adjunto de ATE-Capital, anunció para hoy un paro por 24 horas en los hospitales públicos “en apoyo a la defensa de la educación pública”. “La unidad, de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode”, fue el cantito obligado para la medida de solidaridad con el reclamo docente. “Sabemos que somos una minoría, pero somos una minoría digna y no la mayoría vergonzante de aquellos que pactan con Macri”, denunció Arrechea.
Después llegó el turno de Gonzalo Rodríguez de Compromiso Docente, que rechazó la “pauperización” del salario que el Gobierno propuso con los aumentos de 110 pesos por fuera del básico. “El ingeniero no invierte en Educación porque los resultados no lo van a catapultar 100 pasos acá atrás”, denunció señalando a la Casa Rosada. “Por eso –concluyó– prefiere invertir en una policía privada, porque no entiende que más educación es más seguridad.” En el mismo sentido habló Manuel Gutiérrez, de Ademys, para quien “no hay que poner más policía, sino más maestros, más escuelas y más contención afectiva”. Horas más tarde, la Legislatura comenzó a tratar la creación de la policía de la ciudad.
“Miserable”, “sabandija”, “pichulero”, “sinvergüenza”, fueron los calificativos que eligió el secretario adjunto de UTE para referirse a Mauricio Macri, en un discurso que mezcló humor, ironía y denuncia. López relató que hasta las vacaciones de invierno, en los comedores escolares los niños recibían una bolsita con una comida dulce, una salada y fruta. Después del receso, la fruta desapareció de la vianda. “Valen dos mangos, Macri”, se quejó, y agregó que se reemplazó el arroz con pollo por “salchicha encamisada”, una salchicha recubierta de masa de panqueque. Además, López reclamó que vuelvan a repartirse los kits de útiles a los 15 mil alumnos que más los necesiten, que el Gobierno quitó para ahorrarse 150 mil pesos. “Macri es ineficiente y mentiroso –completó López–. Ineficiente porque no ejecutó las partidas que tenía en el Presupuesto y mentiroso porque cuando el viernes a la mañana decía que no tenía plata, al mediodía el ministro sacó 15 millones de pesos de un cajón.”
Desde el Ministerio de Educación ratificaron que los días de paro van a ser descontados para aquellos que no se hayan suscripto al acuerdo con Narodowski. Sin embargo, docentes de UTE aseguraron que los directores de las escuelas no van a enviar las nóminas de maestros que se adhirieron a las huelgas y, en cambio, mandarán una nota presentada por los abogados del gremio donde se amparan en el derecho constitucional a la huelga. “Si no presentan las nóminas, les descontamos a todos”, amenazaron en Educación. En ese caso, no sólo terminarían en una batalla legal sino que reabrirían el conflicto con los docentes que sí aceptaron el acuerdo y no participaron de la última protesta.
Después de 11 días de paro y un desgastante conflicto para ambas partes, los tres gremios docentes se reunirán mañana para hacer un balance de la situación. En el acta firmada con los 14 gremios se convocó a una reunión con Narodowski para el próximo jueves con el fin de avanzar en otras negociaciones. Pero pese a que no están formalmente incluidos, en Educación explicaron que el ministro decidió incluirlos. “Si nos invitan, vamos”, aclararon los gremios más rebeldes.
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