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Empezaron sirviéndose un vaso de agua y terminaron con la relación tan helada como siempre. La presidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, protagonizaron anoche un contrapunto público en el que se reprocharon mutuamente las diferencias que mantienen ambas gestiones.
La primera piedra la tiró Macri. Al hablar en el acto de entrega de los premios a los finalistas del concurso para seleccionar el nuevo icono que distinga a Buenos Aires con motivo del Bicentenario, Macri reprochó a la Presidenta la distancia que asegura que mantuvo la Casa Rosada con su administración porteña en los últimos tiempos. “Señora Presidenta, tengo que decirle que en estos diez meses de gobierno no pudimos aunar esfuerzos entre la ciudad y la Nación”, afirmó, para agregar que “yo, como usted, no pierdo las esperanzas y espero que en el futuro podamos trabajar juntos”.
Cristina Kirchner no la dejó pasar. Cuando fue su turno le aseguró que “las dificultades para trabajar juntos provienen de preconceptos o prejuicios y hay que dejarlos de lado”. La Presidenta le recordó a Macri la vez que se vieron en la Rosada. “Si algo caracterizó este modelo iniciado en el 2003 es haber podido saltar por sobre las pertenencias partidarias y trabajar juntos por todos los habitantes del país”, lanzó, en el actoorganizado por la empresa IRSA.
“Ingeniero, lo que la gente busca de los políticos son resultados, y éstos se hacen trabajando y gestionando”, dijo la Presidenta en el atril con la vista fija en el jefe de Gobierno, quien la seguía desde la mesa. Y agregó: “Creo que podemos hacerlo porque lo importante es que las cosas se hagan”.
Puso un ejemplo: “¿Sabe con qué sueño? Sueño con que la Reserva Ecológica de Costanera Sur deje de ser ese yuyal que es y se transforme en un gran pulmón verde como el Central Park pero mucho mayor, porque está al lado del río”.
Apenas iniciado el acto, que se realizó en el Museo de los Inmigrantes, en Retiro, el jefe de Gobierno tuvo un gesto de caballerosidad hacia la Presidenta al servirle un vaso de agua. Pero, contrapunto de por medio, se despidieron con un frío beso en la mejilla.
Macri estuvo en la Casa Rosada en febrero, cuando se reunió con el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Luego, ante su reclamo, fue citado por Sergio Massa, pero Macri supeditó el encuentro al armado de una agenda de temas. Hubo contactos con ese objetivo, pero no prosperaron.
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