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El país|Viernes, 31 de octubre de 2008
EL RADICALISMO FESTEJO LOS 25 AÑOS DE LA ELECCION DEL RETORNO A LA DEMOCRACIA Y HOMENAJEO A ALFONSIN

Todos juntos, con la añoranza de ser gobierno

El ex presidente Raúl Alfonsín estuvo presente a través de un video en el que instó al diálogo entre Gobierno y oposición y “dentro de la oposición”. El vicepresidente Julio Cobos y la líder de la CC, Elisa Carrió, compartieron el festejo.

Por Sebastian Abrevaya
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“Volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser gobierno como en el ’83”, gritaban los radicales.

Pocas veces en la historia el radicalismo volverá a reunir a sus más grandes referentes como lo hizo ayer en el acto homenaje al primer presidente del retorno a la democracia, Raúl Alfonsín. El Luna Park, al igual que el primero de sus actos de campaña en 1982, vibró de pie al grito “Alfonsín, Alfonsín”. Pero la fiesta no pudo ser completa. “Decir que no está con nosotros sería faltar a la verdad. No pudo venir, que no es lo mismo”, se lamentaron desde el escenario. Por razones de salud, el ex mandatario envió, en cambio, un video grabado que sirvió de cierre del acto en el que se vio a toda la cúpula partidaria, al vicepresidente Julio Cobos, a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y a varios gobernadores radicales, entre otros. “Es imprescindible que nos demos cuenta que tenemos que trabajar juntos, que es necesario el diálogo no sólo entre Gobierno y oposición, sino el diálogo dentro de la oposición”, les aconsejó Alfonsín, dando un mensaje en pos de la unidad del partido en un encuentro que derramó señales políticas por todos lados.

Las afueras del Luna Park daban cuenta a lo lejos de la inconfundible estética radical: banderas, boinas blancas, remeras y el clásico “Volveremos volveremos, volveremos otra vez... volveremo’ a ser Gobierno, como en el ’83”. Pero sobre los bombos y cantitos ya sonaba con fuerza el rumor de que el ex presidente no asistiría al acto. El homenaje siguió su curso hasta último momento sin una confirmación de esa noticia. De a poco el estadio se fue llenando con los históricos dirigentes radicales: Federico Storani, Enrique “Coti” Nosiglia, Adolfo Stubrin, Facundo Suárez Lastra, Rafael Pascual, Carlos Becerra, Jesús Rodríguez, aparecieron en las primeras filas.

Sin embargo, las mejores ubicaciones fueron para la histórica militante feminista Florentina Gómez Miranda; el titular del bloque de senadores, Ernesto Sanz; el de diputados, Oscar Aguad; el presidente del Comité Nacional, Gerardo Morales, y el de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen. Un paso a la derecha, se sentaron Cobos, el senador Pablo Verani y Moreau. La última vez que el vicepresidente había ido al Luna fue durante el cierre de la campaña que compartió con Cristina Kirchner. En esta ocasión le dio por primera vez la mano a Morales –uno de sus más férreos detractores dentro del partido–, aplaudió sentado a los oradores y evitó sumarse al fervor de los coros. Dando cuenta de su estilo, mientras el estadio estallaba al grito de “Volveremos, volveremos...”, el vicepresidente respondía preguntas ante las cámaras de televisión. Entre los miembros de su comitiva estuvieron el intendente de Junín, Mario Meoni, y el ex funcionario Horacio “Pechi” Quiroga.

Con un perfil mucho más bajo, Elisa Carrió entró acompañada por Enrique Olivera, quien sí saludo a los dirigentes con los que la líder de la CC está enfrentada hace años. “Mi padre era su íntimo amigo, yo vengo porque él hubiera estado acá”, dijo Carrió, sentada en una esquina lejos del centro de la escena. En consecuencia, avisó que no iba a hablar de las alianzas con el socialismo y la UCR ya que asistía por motivos personales y no políticos. También apareció Ricardo López Murphy.

El reconocimiento internacional a la figura de Alfonsín vino de la mano de varios presidentes y ex presidentes que le grabaron un mensaje. Jimmy Carter, de Estados Unidos, destacó el Juicio a las Juntas Militares. Felipe González, de España, recordó los “momentos de gran emoción y de gran tensión” que vivió cuando participó de su acto de asunción. José Sarney, de Brasil, lo definió como “un gran estadista”. Desde Uruguay envió su saludo José María Sanguinetti y Ricardo Lagos, de Chile, recordó sus tiempos de preso político cuando un compañero de celda le susurró lo que había escuchado en una pequeña radio: “El presidente Alfonsín pidió por tu libertad”. Su sucesora, Michelle Bachelet, mandó una carta y para finalizar el presidente Lula da Silva le reconoció su esfuerzo por afianzar la unidad latinoamericana y su responsabilidad en la conformación de lo que hoy es el Mercosur.

Los tres oradores fueron Juan Nosiglia, presidente de la Juventud Radical y cabeza de la organización del acto; Sergio Ugarte, secretario general de la Franja Morada, y finalmente Morales. Desde dos gradas colocadas a los costados del escenario, unos 250 militantes de la juventud –algunos no tan jóvenes– arengaban al auditorio. “Les hago una exigencia generacional –reclamó Nosiglia hijo–, trabajen por la unidad de este viejo partido. Ya es hora de poner el acento en las coincidencias.”

El discurso de Morales fue interrumpido desde la tribuna por algunos gritos en contra de su política de intervenir los distritos que no se alinean a la postura nacional. Militantes de Río Negro le lanzaron un “no a la intervención”, que llevó al presidente del partido a esquivar la confrontación: “No voy a contestar en este acto que es de todos los argentinos”. Apuntando al vicepresidente, Morales reconoció que “van a hacer falta líderes”, pero exigió que “sean parte de un colectivo y no que expresen proyectos personales”. El presidente del partido llamó a realizar una “construcción demócrata” que se base en “pilares sólidos” y que defina “cuál es el rumbo para solucionar los problemas del país”. “Hace falta –agregó– una organización política fuerte, donde haya conducta y disciplina.”

Tras la desilusión por la ausencia del homenajeado, un Alfonsín estéticamente rejuvenecido insistió desde su casa con su mensaje de unidad. “La democracia no es sólo el ejercicio de la libertad, es también búsqueda de la igualdad”, afirmó. La convocatoria del Luna Park confirmó que aún hoy la figura de Alfonsín sigue siendo la más importante del radicalismo y la única que logra unificar incluso a quienes abandonaron el partido. “Quiero que este mensaje sea un mensaje de esperanza. Un mensaje que le diga, sobre todo a los más jóvenes, que van a encontrar su lugar, que van a conseguir los frutos de una lucha que quieren realizar”, concluyó el ex presidente. Pero el acto no terminó allí. Tras el video, el presidente de la Juventud convocó a todos a marchar hasta la puerta de la casa de Alfonsín.

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