Imprimir|Regresar a la nota
El país|Domingo, 30 de noviembre de 2008
EL RADICAL K VA POR LA REELECCION A GOBERNADOR EN SANTIAGO DEL ESTERO

Sólo el calor podría amargar a Zamora

En una provincia en la que durante la semana hubo picos de casi 50 grados, se habla más de la venta de acondicionadores de aire que de la votación de hoy. Hay 19 postulantes a la gobernación, pero el oficialismo es número puesto.

Por Emilio Ruchansky
/fotos/20081130/notas/na09fo00.jpg
Las paredes de la sede central buscan la reelección de Zamora en la votación de hoy.

Desde Santiago del Estero

La ciudad de Santiago del Estero amaneció llena de charcos, con el cielo nublado y una temperatura soñada, 21 grados. En la semana hubo picos que rozaron los cincuenta grados y que obligaron a reducir el horario de clases e hicieron estallar la venta de acondicionadores de aire. En la tienda Maxihogar hablaban de un promedio de 80 aparatos despachados por día y ayer un diario local insistió en que “el calor volvió a plantear que en Santiago, el acondicionador de aire más que un lujo es una necesidad”. Con las altas temperaturas fuera de juego, los santiagueños atendieron otros asuntos internos, como las elecciones de hoy, que parecen tener un claro ganador: el gobernador Gerardo Zamora, un radical K.

Muy temprano, cuando todavía lloviznaba, cientos de personas aprovecharon la oferta del Registro Civil, que hoy también abrirá de 8 a 17, para retirar sus documentos. En la cola de la sede central, Néstor Ledesma negaba que lo suyo fuera el interés electoral. “Ningún candidato me conviene”, decía un trabajador que gana 300 pesos por mes haciendo changas como albañil y tiene tres chicos. Cerca suyo, una señora que había pasado la cola y esperaba que la llamen para darle el DNI, opinaba distinto.

“Hace 10 años que me recibí de docente y nunca pude trabajar porque no militaba para los Juárez. Imaginate que estuvieron 50 años en el poder y ponían a todo el mundo a dedo. Todavía hoy hay mucha gente acomodada por el juarismo”, recordó Roxana Gramajo, que recién el año pasado consiguió a través de una mesa de designación dedicarse por completo a la carrera como alfabetizadora de adultos. Desde entonces da clases en Bandera Bajada, departamento de Figueroa, una de los 88 localidades donde por primera vez se podrá elegir por voto directo a comisionados municipales y secretarios. “En el pueblo hay más candidatos para comisionados que votantes”, juraba con una sonrisa. Ella también quiso postularse pero el requisito impuesto en la reforma de la Constitución provincial del 2005 era haber residido en el lugar al menos dos años. “Pero los maestros en general viajamos para dar clases, había un montón de maestros que querían candidatearse y tampoco pudieron”, comentó Gramajo. Aunque no lo afirmó abiertamente, la maestra advirtió que entre las distintas opciones de candidatos a gobernador y a diputados provinciales se inclina por la actual administración del radicalismo K.

“Es casi seguro que gane”, sentenció más tarde Marcos Ross, sentado en la céntrica plaza Libertad, el cajero del Jockey Club local. El hombre, que también trabajó como mozo en Club Sirio Libanés, conoció a la clase política santiagueña entre café y café. “El juarismo postergó a la provincia, le hizo tanto mal que si hoy gobiernan los radicales es por la corrupción peronista. Antes no había radicales, pero la gente lo votó a Zamora y si lo vuelve a votar es para librarse de los Juárez”, explicó el cajero.

Los pronósticos, además de confirmar la continuidad de la lluvia, apuntaban a un triunfo apabullante del oficialismo que rondaría entre el 60 y el 70 por ciento. “Lo único que no gustó fue que el vicegobernador fuera radical, porque la gente va a votar por el apoyo que el kirchnerismo le da a la provincia”, continuó. ¿Y los peronistas?, preguntó Página/12. “Son impresentables, fijate que en las boletas, en las propagandas ni siquiera muestran las caras porque todos los conocemos y nadie los quiere volver a ver”, contestó Ross. El Jockey Club, en una ciudad radical en una provincia peronista, fue un lugar de resistencia a los Juárez, tanto que el matrimonio no permitía que ningún funcionario o partidario tomará café ahí.

El cajero reconoció que en el gobierno de Zamora hay algunos juaristas recauchutados. “Por eso el gobernador no tiene oposición, porque los opositores se fueron con él. Ahora se pelean todos por colgarse a las boletas para quedar como diputados. Igual a la gente no le interesa tanto eso, si no que sigan los radicales. Ni yo sé a quién voy a votar para diputados y eso que los conozco a todos...”, dijo el hombre, que antes de partir a su casa recomendó pasar por el Jockey para ver a Rosendo Allub, candidato peronista a la gobernación.

“Esta campaña ha sido escandalosa”, fueron las primeras palabras del postulante, cuya preocupación era que se presentaron 19 candidatos. “No hay igualdad de condiciones –protestó Allub– porque está lleno de partidos nuevos y es imposible instalarse en la discusión.” El hombre aclaró que él es un “peronista a secas”, en referencia a la mezcla de peronistas, kirchneristas y radicales que gobierna la provincia. Y fue más lejos aun calificando de “parodia de la democracia” a las elecciones de hoy.

“Ahora hay que tener un manual de instrucciones para saber quién es quién”, arengó indignado. Ni hablar de la famosa Concertación propuesta por el kirchnerismo. Este candidato tragó saliva cuando se le mencionó y avaló el rumor de que el gobernador habla constantemente con el vicepresidente Julio Cobos y con Raúl Alfonsín, escuchan- do ofertas de oficialistas y opositores.

“A mí, entre el calor y el poco tiempo que nos dieron para lanzar la candidatura, se me hizo imposible armar una campaña”, se consoló el candidato, cirujano de profesión. “Con esto estoy perdiendo plata y tiempo”, se lamentaba. Sin embargo, para Allub, lo bueno de estas elecciones será la depuración del voto “peronista auténtico”. Claro que, como confesó después, el dato podría ser terrible. “La última vez conseguimos 15 mil votos, si seguimos así vamos a perder la personería jurídica”, admitió el candidato, que se perdió la siesta para ver el clásico entre San Lorenzo y Huracán.

El gobernador Zamora durmió plácido y pasó la tarde de ayer en familia. Ni su vocero quería atender a los medios, pateando el trabajo para hoy, cuando este candidato vote en una escuela humilde de Santiago del Estero. Lo único que podría apañarle el triunfo, a esta altura, es otra ola de calor.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.