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Nadie se salva de los controles de alcoholemia del gobierno porteño. El sábado, los agentes de tránsito se instalaron en la entrada del Parque de los Niños, donde están las publicitadas playas porteñas de la gestión PRO. Y aunque lo reconocieron, le hicieron soplar el medidor al jefe de gabinete de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que iba a jugar un partido de fútbol junto a su jefe, Mauricio Macri. Ah, le dio negativo.
El ex presidente Carlos Saúl Menem está invitado a participar del simposio “Doing business in Latin America”, en la Escuela de Negocios de Duke, Estados Unidos, el próximo miércoles, a las 9. El senador con fueros por La Rioja está invitado a hablar sobre “Latin America as a Global Player” y en el programa del encuentro se destaca que “es conocido por resolver disputas territoriales con Chile y por restablecer las relaciones diplomáticas en el Reino Unido”. Hay que ver si los jueces que entienden las causas por corrupción o contrabando lo dejan viajar.
Eduardo Duhalde se convirtió en el centro de atención del asado que el gastronómico Luis Barrionuevo organizó en Mar del Plata para la tropa anti-K. Todos querían acercarse al ex mandamás del PJ bonaerense, sacarse fotos con él y consultarlo. Uno de los que se acercaron y se sentó a conversar por un largo rato con Duhalde fue el macrista Cristian Ritondo, pero curiosamente no hablaron de política. Ritondo lo consultó por una pasión que comparten y que el macrista aprendió a cultivar y practicar en sus charlas y andanzas con el yerno de Duhalde, Gustavo Ferri, cuando ambos ocupaban una banca en la Cámara de Diputados de la Nación: la pesca de tiburones. Duhalde tuvo que confesar que este año, en su tour pesquero frente a la costa de Santa Clara del Mar, “no cazó ni uno”.
Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete, es fanático de Argentinos Juniors. El viernes fue a la cancha de La Paternal y ocupó una platea, pero no pudo disfrutar la velada futbolera. No tanto porque Arsenal le ganó de visitante a su cuadro sino porque varios plateístas le recriminaron –como si aún fuera parte del Gobierno– los recientes aumentos de las tarifas de gas y electricidad.
Luis Barrionuevo compró el Hotel Sasso de Mar del Plata con casi cien habitaciones para el gremio de los gastronómicos y lo inauguró a mediados de diciembre. Transformó el derruido hotel cinco estrellas, que contaba con un casino VIP, en un hotel de cuatro estrellas para los trabajadores de su sindicato. Lo acondicionó con detalles de lujo estilo mediterráneo: habitaciones con muebles de caoba, baños con porcelanato italiano y con canillas que se activan por fibra óptica, un bar con pisos de madera, barra más que surtida y un piano de cola para shows nocturnos. Todo con vista al mar, salvo el estacionamiento subterráneo, con valet parking propio. Y eso no es todo: el proyecto también contempla un puente peatonal para que los gastronómicos bajen desde el hotel hasta la playa de Punta Mogotes sin cruzar la peligrosa avenida costanera. Pero Luisito, que supervisó todo, olvidó algunos detalles. La lluvia lo obligó a realizar su tradicional asado marplatense para 250 dirigentes sindicales y políticos del peronismo anti-K bajo techo y ahí se dio cuenta de que el hotel no tiene parrilla propia. Tuvo que pedir una prestada, y también parte de un quincho vecino, para asar más de 200 kilos de carne.
Finalmente, la Legislatura porteña podrá festejar un nacimiento, fruto de tender puentes políticos y amorosos. Es que nació el hijo del jefe del bloque kirchnerista Diego Kravetz y la funcionaria macrista Soledad Acuña. Como adelantó este diario, no le pusieron ni Cristina, ni Mauricio, ni Néstor ni Gabriela. Se llama Santiago.
Vicente Mastrocola fue ultramenemista y ahora tiene otras convicciones. El secretario general del sindicato plástico –heredero del fallecido Jorge Triaca– apuesta por Carlos Reutemann en Santa Fe. Así se encarga de divulgarlo: “La candidatura a senador de Reutemann es indiscutible; ahora si alguien tiene intenciones de encabezar la lista de diputados en la provincia, tendrá que ir a internas”, dijo Mastrocola, en abierto desafío al jefe de la bancada K en Diputados. Como se sabe, Agustín Rossi aspira a renovar su banca, pero el Lole no lo quiere en la boleta del PJ santafesino. Mastrocola está dispuesto a convertirse en la “pata sindical” del ex piloto de Fórmula 1.
Por las playas de Pinamar se pudo ver al legislador y dirigente del sindicato de juegos de azar, Daniel Amoroso, quien mostró su afición por los deportes acuáticos, en especial la moto de agua. En cambio, a su compañero de ruta, el diputado Cristian Ritondo, se lo vio pasar por la playa en un Buggy, bronceado, con el look Dakar completo, antiparras incluidas.
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