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El país|Viernes, 13 de febrero de 2009
Por el caso Cabezas, ratificaron la prisión perpetua para el policía Alberto Gómez

La Suprema Corte dejó a la Liebre en escabeche

Por Raúl Kollmann

La Suprema Corte de Justicia bonaerense ratificó el fallo del Tribunal Oral de Dolores que condenó al entonces jefe de policía de Pinamar, Alberto “la Liebre” Gómez, a la pena de prisión perpetua por haber facilitado una zona liberada a los asesinos de José Luis Cabezas. La Cámara de Casación había reducido la pena a 24 años de prisión a partir de un cambio sutil en la calificación del delito, lo que le permitía a la Liebre pedir ya mismo su libertad condicional. Con la decisión de la Corte, Gómez recién podría salir de la cárcel –según el cálculo de varios penalistas– a fines de 2010.

Como se sabe, Cabezas fue secuestrado por un grupo de ladrones contratados por policías bonaerenses y, de acuerdo con la Justicia, por pedido de Alfredo Yabrán.

Originalmente, el Tribunal Oral de Dolores condenó a Gómez por ser partícipe primario en el delito de sustracción de persona, agravada por la muerte de ésta, y homicidio simple. Es que bajo su mando estaba Gustavo Prellezo, el oficial que coordinó el operativo del crimen, y los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta. Prellezo viajó hasta el barrio platense de Los Hornos y contrató a cuatro delincuentes, conocidos como Los Horneros, para que fueran a la costa y secuestraran a Cabezas. Luna y Camaratta alojaron en un departamento a los cuatro ladrones y, además, les mostraron quién era Cabezas. En la operación del secuestro y el posterior asesinato participó Prellezo como jefe.

Para la Justicia, todo se hizo por sugerencia u orden de Yabrán, quien estaba furioso porque Cabezas le había sacado una foto. Esa es la razón por la cual fue condenado también Gregorio Ríos, jefe de la custodia de Yabrán. Los defensores de Papi Mafi, como le decían a Yabrán, siempre argumentaron que el millonario no tuvo nada que ver con el homicidio y que, en realidad, fue obra de ricos y poderosos comisarios de la Bonaerense que quisieron, como advertencia ante eventuales pases a retiro, dejarle un cadáver en la camino al entonces gobernador Eduardo Duhalde, quien pasó por el lugar muy poco después.

Por dejar la zona liberada, Gómez fue condenado a prisión perpetua, que significa que el condenado no puede pedir la libertad condicional antes de haber cumplido veinte años en la cárcel. Como el delito se cometió antes de la derogación de la llamada “ley del dos por uno”, correspondía –y también corresponde ahora– que se aplique aquella norma. En 2006 la Cámara de Casación hizo un cambio de calificación –le imputó a Gómez privación ilegítima de la libertad– y le bajó la pena a 24 años de prisión. Con el dos por uno, la Liebre estaba en condiciones de salir en libertad. Ahora, la Corte bonaerense revocó la rebaja en la condena, dijo que se hizo teniendo en cuenta elementos de otra causa judicial y volvió a la pena del Tribunal Oral: prisión perpetua. Con ello, la Liebre tendrá que seguir en la cárcel, aproximadamente, hasta agosto de 2010, teniendo en cuenta que fue apresado en enero de 2000.

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