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En la paritaria salió un rato el sol en medio del temporal. Docentes y funcionarios de la Capital Federal y Buenos Aires, respectivamente, acordaron una tregua hasta el miércoles para negociar el aumento salarial, por lo que quedó suspendido el paro previsto para el lunes, cuando inician las clases los colegios secundarios. En ambos distritos se crearán comisiones técnicas de trabajo para encaminar un futuro acuerdo. Tanto los gremialistas porteños como los bonaerenses anticiparon que “si no se presenta una propuesta superadora” tomarán medidas de fuerza para la semana siguiente a la negociación. En Río Negro los maestros ratificaron la huelga por tiempo indeterminado que mañana cumplirá dos semanas y mantienen el corte intermitente de la ruta 22.
En Capital los 17 gremios se presentaron a las 18 en el Ministerio de Educación, donde fueron recibidos por el titular de la cartera, Mariano Narodowski. “Decidimos aceptar el ofrecimiento de Narodowski de dar un compás de espera con el compromiso de que iban a presentar una propuesta superadora”, afirmó a Página/12 el secretario adjunto de UTE, Alejandro Demichelis. La tregua no es producto del jefe de Gobierno, Mauricio “Macri, que tiene que dejar de agraviar a la educación pública. Confiamos en la seriedad de las autoridades del Ministerio de Educación”, agregó el dirigente sindical. El acta de acuerdo sólo restaba firmarla Ademys, que la presentará ante sus afiliados para que emitan su voto.
En el marco del acuerdo para llegar a la impasse, el ministro propuso “conformar una comisión para trabajar sobre el tema salarial” que se reunirá mañana y agregó que habrá que “buscar mecanismos de consenso; no es fácil, pero hay que avanzar y acercar una propuesta” a los maestros. El secretario general de UTE, Eduardo López, aseguró que la decisión de aceptar la tregua era “por respeto a los chicos que tienen el derecho de estudiar”. Hasta el momento los gremios recibieron del gobierno porteño la oferta de aumentar el salario inicial de 1290 pesos a 1510 (20 pesos más que la paritaria nacional) y 55 pesos al básico en mayo. La cifra resultó insuficiente para los sindicatos, que pedían un incremento del 15,5 por ciento en toda la escala salarial.
En Buenos Aires la situación se encuentra en el mismo punto que en la Capital. La diferencia radica en el paro de 48 horas que realizó la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), que retrasó la normalización del inicio de clases que se pudo concretar ayer. La mesa paritaria duró 20 minutos, donde los maestros escucharon el pedido del director general de Educación de la provincia, Mario Oporto, quien les solicitó un cuarto intermedio hasta el miércoles para ofrecer una oferta superadora a la inicial. “Queremos llegar a una solución, no tenemos un espíritu de enfrentamiento, tenemos problemas y queremos solucionarlos”, dijo el funcionario al finalizar la reunión, aunque agregó que el problema “son las dificultades de la economía frente al decaimiento de la recaudación, las perspectivas para este año y la falta de crédito”. Antes el gobernador Daniel Scioli había agradecido públicamente a los docentes por “comenzar las clases” mientras continúa el diálogo.
El ofrecimiento del gobierno aumentaba el salario mínimo de 1450 pesos a 1490 y ofrecía integrar 40 pesos al básico. Los sindicatos del Frente Gremial “ratificaron la demanda de un 15,5 por ciento de aumento o de una suma de 200 pesos en el salario”, aseguró Roberto Baradel, secretario general de Suteba, e informó que el paro votado para el lunes próximo quedaba suspendido a la espera de “la oferta superadora que prometió el gobierno bonaerense para el miércoles 11 a las 16”, cuando volverán a encontrarse oficialmente para retomar la negociación. Al igual que los otros gremios que comparten espacio en el Frente Gremial, el dirigente advirtió que “si no hay resultados habrá una nueva huelga en la siguiente semana de marzo”. En el mismo sentido, la titular de la FEB, Mirta Petrocini, explicó que la tregua se enfocaba en el pedido del “gobierno provincial que manifestó su decisión de mejorar y superar la propuesta inicial” y subrayó que el 3,1% ofrecido “no alcanza ni siquiera para comenzar la discusión”. La oferta bonaerense implica 600 millones de pesos para las arcas provinciales, para satisfacer el reclamo estiman que se necesitan 1800 millones de pesos.
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