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La presidenta Cristina Kirchner tendrá al menos dos reuniones significativas la semana que viene, cuando viaje a Chile para participar del Foro de Líderes Progresistas. Se verá allí con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y con el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, en encuentros con agenda abierta, pero en los que prevalecerán el análisis sobre la crisis financiera y las propuestas que cada país llevará a la próxima reunión del G-20 en Londres.
En la concreción de ambos encuentros trabajaron el canciller Jorge Taiana y el embajador argentino en Washington, Héctor Timerman. Con todo, no habrá ningún anuncio oficial. Incluso en el caso de Brown, el Reino Unido ni siquiera confirmó todavía su viaje a Chile por motivos de seguridad. Pero Página/12 pudo averiguar que la Presidenta se verá en Viña del Mar con Joe Biden, el viernes 27, y con Gordon Brown, el sábado 28.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un gesto hacia Brown –el laborismo británico desde la época de Tony Blair es el impulsor del Foro Progresista– y a América latina al enviar un representante de primer nivel a Chile, como es su vicepresidente. Cristina Kirchner y Biden se conocen: compartieron un “desayuno de trabajo” en 2004, cuando la entonces senadora Kirchner estuvo en la convención de los demócratas en Boston. Joe Biden fue durante muchos años presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. El cargo le dio un amplio bagaje de conocimientos en materia de política internacional.
Históricamente, sus temas han sido el combate contra la droga, la seguridad, el desarrollo económico y los derechos humanos. Además de estos items, en el encuentro con Cristina Kirchner analizarán la próxima cumbre del G-20 e intercambiarán impresiones sobre la situación de América latina. Es posible también que analicen la posibilidad de un encuentro entre la Presidenta y Obama durante la Cumbre de las Américas, que se realizará a mediados de abril en Trinidad y Tobago.
En el armado de esta reunión trabajó Timerman. El embajador participó de la cena homenaje que Obama le organizó a su vice la noche antes de que asumieran en la Casa Blanca. El evento se hizo en la estación desde la que cada día Biden tomó el tren que lo transportaba de Washington a su casa en Delaware, durante sus años como senador. Timerman se mantuvo en contacto con la gente de Biden durante este tiempo y pudo concretar el encuentro.
Lo de Brown, en tanto, es corolario de las buenas ondas que argentinos y británicos se han tirado en los últimos meses. Es curioso, al mismo tiempo que la relación bilateral continúa en tensión por Malvinas y ahora también por la demarcación de los límites de la plataforma continental, en forma paralela se desarrolló una serie de contactos entre ambos gobiernos que sirvieron para descongelar el vínculo.
Días atrás, el canciller británico, David Miliband, emitió un comunicado sólo para comentar que Argentina jugará un papel “clave” en la reunión del G-20. En una columna publicada en este diario, la embajadora del Reino Unido en Buenos Aires, Shan Morgan, explicó la sintonía que se había generado entre ambos países en varios temas. Por ejemplo, en la necesidad de una urgente modificación del FMI. Como muestra de este interés, en el gobierno argentino comentaban que la iniciativa para armar el encuentro en Viña surgió del lado inglés.
Cristina Kirchner y Gordon Brown se iban a reunir el año pasado en la anterior edición del Foro de Líderes Progresistas que se hizo en Londres. Pero, a último momento, la Presidenta debió suspender el viaje por el recrudecimiento del conflicto por el campo. Desde la Casa Rosada habían dejado trascender que Cristina Kirchner plantearía un reclamo por la soberanía de las islas Malvinas. Es de esperar que algo de eso suceda finalmente cuando se vean el viernes que viene, aunque, es evidente, la intención es normalizar la relación.
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